Ha llegado la hora de decir adiós de forma definitiva a Henry Cavill como Geralt de Rivia en 'The Witcher'. La gran duda que teníamos era si la serie de Netflix iba a darle alguna despedida especial al personaje o si simplemente la historia iba a seguir adelante como si nada. Salvo enorme sorpresa en el inicio de su cuarta entrega, la respuesta que nos da el final de su temporada 3 es una enorme decepción.
No está del todo claro cuando supo exactamente Netflix que Cavill había decidido bajarse del barco, pero lo cierto es que la tercera temporada acabó de rodarse a principios de septiembre del año pasado y a finales de octubre recibíamos la mala noticia de la marcha del actor. Ni siquiera dos meses de margen que invitan a pensar que eso es algo que debió saberse antes y la respuesta de Netflix fue fichar a Liam Hemsworth para ocupar su lugar.
Cuidado con los spoilers de la temporada 3 de 'The Witcher' de aquí en adelante
Un adiós con cero sabor a despedida
Además, es una pena que su salida llegue en este momento, pues justamente el octavo episodio de la tercera temporada deja claro que Geralt sea ha cansado de tomar una posición ambivalente con los problemas que son ajenos a su misión personal, lo cual le lleva a destrozar a un grupo de soldados que está cometiendo una injusticia con una pobre familia desvalida.
Eso lleva a que la serie haga un gran despliegue de energía en una secuencia que sirve para recordarnos por última vez lo convincente que ha sido siempre Cavill durante las escenas de acción de 'The Witcher', especialmente en aquellas en las que se enfrenta cuerpo a cuerpo contra otra personas.
Es verdad que en eso la serie no tiene necesariamente que ir a peor con el cambio por Hemsworth, pues es sobre todo una cuestión de preparación física más un trabajo de puesta en escena que permita que eso luzca, pero es que sería un error señalar que el trabajo de Cavill brilla únicamente en esos momentos.
Por mi parte, confieso que no creo que Cavill sea un grand actor, pero eso no quita para que su genial encaje como Geralt de Rivia sea incuestionable, desde una cuestión de presencia imponente hasta ese carisma silencioso imprescindible para enganchar a millones de espectadores. Ojo también a lo mucho que transmitían esos gruñidos suyos cuando el personaje era mucho más huraño en temporadas anteriores.

El sexto episodio de esta tercera temporada, el mejor de de esta entrega con diferencia, incide precisamente en ello, pues su Geralt tiene que adoptar una posición más pasiva de forma temporal mientras va recabando información sobre todo el complot que había intentado destapar en el quinto. Claro está, todo es una estratagema por su parte antes de poner todo patas arriba, pero esa parte, que podría haber resultado pesada por su carga expositiva, resulta de lo más atractiva porque, a su manera, pone realmente al espectador en la posición del personaje interpretado por Cavill.
No me olvido tampoco de su inesperada derrota contra Vilgefortz en ese mismo episodio -la cual venga en el octavo de forma impactante-, ya que es ahí donde encontramos ese vigor dramático del que carece totalmente su despedida, donde la historia de Geralt se queda simplemente en el aire, con él a la búsqueda de Ciri. Ni algo que justifique de alguna forma su inevitable cambio de rostro -siempre y cuando Netflix no acabe cancelando 'The Witcher', posibilidad que no conviene descartar-, y tampoco algo que sirva realmente a modo de despedida, pues incluso sus últimos momentos en pantalla se centran más en el mensaje de Yennefer sobre el futuro que en el propio Geralt.
Siempre se dice que el espectáculo debe continuar y en 'The Witcher' parece que han apostado de forma decidida por ignorar su cambio de protagonista. Es una forma de verlo, pero que luego no se sorprendan si la respuesta de muchos seguidores de este universo es rechazarlo de lleno, sobre todo si a eso añadimos que la temporada 3 es la peor de la serie hasta ahora -por mucho que esta Parte 2 haya sido mejor que la primera- o que Cavill siempre dijo que él seguiría siempre y cuando la serie que honrasen las novelas originales...
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7 comentarios
edgar.m.barrera
Voy en la mitad de la segunda temporada y no, no he podido avanzar, es muuuuyyyy aburrida. Mejor me puse a ver Seinfeld. En algún momento tal vez la recupere y termine de verla, pero por ahora paso. ¿Tan difícil era respetar el material original y darle forma a una historia coherente?
geodatan
Esta serie tenía el potencial de competir con Juego de tronos en calidad, en narración, en fidelidad, en personajes icónicos y en entretenimiento.
Lo que ha conseguido es una calidad visual pésima, una narración mediocre, una falta de fidelidad que roza lo criminal, unos personajes deformados que en muchas ocasiones son cambiados por motivos X y por último han conseguido una serie que no entretiene, si no que defrauda a la audiencia de múltiples maneras.
¿Y cuántas series llevamos ya, que nos han defraudado en los últimos años?
Podemos mirar para otro lado si fuera algo anecdótico, pero se ha vuelto habitual y una costumbre en Hollywood.
lacedemonio
La serie es pésima... más centrada en chorradas sociales que en respetar los libros en los que se basa y así pasa. Es mala.
Respecto al Geralt de Cavill, pese a físicamente no tiene absolutamente nada que ver con el Geralt en que se basa salvo el color del pelo y al principio me resultaba una profunda decepción el cuestionable casting, reconozco que su labor actoral del mismo es muy digna.
Pero repito, la serie es muy mala. Serie B y no merece la pena en absoluto.