Si los martes es día de comedia, los miércoles se han destacado por la oferta dramática encarnada en Desaparecida y Hospital Central, dos series muy distintas que han conseguido revestirse de la pátina del éxito gracias a tener públicos muy distintos.
Hospital Central se ha mostrado imbatible en su franja y las andanzas de los médicos del Central han seguido interesando al público, a pesar de llevar ya catorce temporadas y de haber renovado a una buena parte de los personajes. Los conflictos y las historias quizá sean lo más significativo para su público ya que la serie no puede presumir de tener una producción elaborada y cara (se desarrolla en interiores y los decorados nos los conocemos al dedillo).
Desaparecida ha supuesto un revulsivo importante para La 1. Un drama consecuente y cuidado, con una producción elevada y con unas buenas interpretaciones. Una historia que ha exigido al espectador un seguimiento semanal para no perder detalles de la trama pero que ha tenido el respaldo del público gracias a unos guiones verosímiles y merced de potenciar la cercanía y el reconocimiento.
Dos formas muy diferentes de hacer ficción que se despiden hasta el año que viene y que en sus siguientes temporadas experimentarán cambios sustanciales. Si Vilches abandona Hospital Central, la estructura de Desaparecida cambiará para centrarse en la resolución de casos capítulo a capítulo, una vez se hayan emitido en enero los capítulos finales después del descanso navideño. La clave, en ambos ejemplos, será mantener las señas de identidad para no despistar a los espectadores.
Dos demostraciones de que la televisión de calidad es posible, de que la reglas de los formatos están para algo y de que respetarlas puede conducir al éxito del producto.
En ¡Vaya Tele! | Desaparecida tendrá una segunda temporada, Vilches deja Hospital Central