'Cuéntame un cuento', Blancanieves, la amnesia y los ladrones

Que la ficción española se atreva a sacar una serie con capítulos autoconclusivos y sin relación directa entre ellos es de alabar. Y si lo hace de una manera tan artística como reinterpretar cuentos infantiles pues aún más. Es por esta razón que desde ¡Vaya Tele! hemos decidido analizar cada episodio de 'Cuéntame un cuento' por separado, ya que al ser diferentes historias se merecen cada una un texto diferente.

Ayer pudimos disfrutar de la reinterpretación de Blancanieves, un cuento que todos conocemos de sobra pero el cual se le ha querido dar desde esta nueva ficción un espíritu más actual, volviéndola más oscura, dramática y llena de una acción que el cuento tradicional, por motivos obvios, no tenía. Y pese a que, como todo, tiene sus fallos este nuevo cuento sigue la estela de lo presentado la semana pasada.

El cuento actualizado

Conocer la historia en la que se basa el episodio es, por un lado, negativo porque sabes como va a acabar realmente (o al menos por donde van a ir los tiros) y positivo, ya que la curiosidad que se despierta por saber como adaptarán la historia hace que prestes mucha más atención al episodio. Con esta nueva versión de Blancanieves ha pasado más de lo último que de lo primero, ya que siendo una historia tan simple se despertó, al menos en mi, el interés por conocer qué decisiones habían tomado para contar la historia de nuevo.

La adaptación del guión ha sido perfecta. No se puede renegar de ninguna de las decisiones que se tomaron a nivel historia. Desde poner a la siempre sobreactuada Mar Saura como la malvada madrastra, pasando por convertir al príncipe en un hermano político hasta el modo de enseñar al espejo mágico: a través de un personaje femenino que siempre está ahí pero que sólo aparece en la historia de manera pasiva realizando comentarios a los personajes en segundo plano.

Blanca, Nieves, ladrones y amor

Sabíamos lo que la madrastra iba a hacer, sabíamos que iba a ser envenenada y sabíamos que ella se acabaría, de alguna manera, vengando. Sin embargo el episodio estuvo bien contado hasta el final, sobre todo si tenemos en cuenta ese giro argumental que, al menos yo, no era tan esperado como parece al haber terminado el visionado del episodio.

Personalmente no me emocionó ver el uso de la violencia y las armas una vez más, ya que creo que la historia se podía haber contado sin introducir delincuentes ni elementos violentos, pero puedo llegar a comprender que para llegar al espectador final es necesario poner algo de acción y ambiente "de la calle" para que sea lo más convincente posible.

Tengo que reconocer que el final me sorprendió. No me esperaba una escena tan dramática y un final de cuento tan diferente de la historia tradicional. Los guionistas han sido valientes y nos proporcionaron un desenlace que no esperábamos y que, viéndolo en perspectiva, queda incluso mejor que el "felices para siempre" que todos creíamos que iba a ser.

El salto de calidad

No quería terminar este análisis sin remarcar el salto de calidad técnico que está suponiendo 'Cuéntame un cuento' en la ficción nacional. Estamos habituados, salvo contadas excepciones, a ver malas interpretaciones, escenarios fijos y encuadres simples que no favorecen a lo que se ve en pantalla.

En 'Cuéntame un cuento' estamos disfrutando de todo lo contrario: planos cenitales, temperaturas de color, iluminaciones selectivas, planos angulares, desenfoques y un sinfín de técnicas más que hacen que la ficción tenga un aire que la diferencia de la mayoría de productos vistos hasta ahora. Aunque estos efectos no se aprecien a primera vista, es de agradecer que se haya dado un paso más a nivel creativo para contarnos la historia de una manera diferente pero igual de efectiva.

En ¡Vaya Tele! | 'Cuéntame un cuento': el lobo justiciero y los cerditos criminales