Con el episodio final de temporada, 'Cuéntame cómo pasó' ha disipado todas las dudas que había surgido durante el paso de la decimoquinta temporada por televisión. Esos más de cuatro millones y medio de espectadores que siguieron el último capítulo de la ficción de La 1 demuestran que 'Cuéntame cómo pasó' es todavía capaz de crear una gran expectación en torno a su historia, una que a estas alturas parece no tener fin y que tiene capacidad para ser eterna.
'Cuéntame cómo pasó' ha llegado hasta aquí asentándose en los pilares que la han mantenido como una de las mejores series que han pasado por la televisión en España, convirtiéndose en un trocito de la historia televisiva de nuestro país. Esos pilares pasan por explotar una fórmula que se ha mantenido en las últimas temporadas, a través de la que se busca la fuerza en la recta final de la temporada centrando el foco de atención en uno de los miembros de la familia. Este año, además, la ficción ha apostado por dos elementos arriesgados que han sentado de forma dispar. Por un lado, esa distancia con la narración de la época en la que se encuentran los protagonistas y, por otro, la separación del matrimonio Alcántara, una piedra angular que este año se ha decidido romper no sabemos hasta cuándo.
Me cago en la leche, Paz
Estos han sido los dos aspectos que han provocado que la decimoquinta temporada de 'Cuéntame cómo pasó' haya sido una de las más polémicas, levantando la indignación de un sector de la audiencia que no podía creer la infidelidad y la posterior separación de Mercedes y Antonio. Decisión arriesgada pero a la vez acertada para una serie que después de un buen número de temporadas a sus espaldas necesitaba romper con algunos de sus esquemas básicos. Es comprensible que la longevidad de la historia haya provocado que los guionistas necesitaran jugar con nuevos frentes, convirtiendo esa crisis matrimonial en uno de los giros que han conseguido levantar la expectación de la audiencia pese a llevar 13 años detrás de la ficción de la cadena pública.
Entre los espectadores, reacciones para todos los gustos. Algunos indignados, otros con curiosidad y un sector compresible que ve con naturalidad que un matrimonio pueda pasar por uno de esos baches. 'Cuéntame cómo pasó' ha querido jugar con esta idea, poniendo en una nueva tesitura a la familia Alcántara y dando la oportunidad de ofrecer nuevas emociones a sus actores que, como podíamos imaginar, han estado a la altura de las circunstancias. Es cierto que, como espectador, ha costado ver a Antonio Alcántara comenzando una relación con otra mujer, separado de todo lo que habíamos visto de él a estas alturas y ofreciendo una nueva cara, que continuaba con ese padre de familia inconformista buscando siempre sobresalir por encima de los demás.
Es curioso que, pese a defender la decisión de separar a la pareja por culpa de una infidelidad de Antonio (algo con lo que ya se jugó en anteriores capítulos de la serie), sus momentos con Paz hayan sido uno de los peores tragos que hemos vivido este año. La falta de química entre ambos personajes ha provocado que fuera difícil mantener la credibilidad de esta pareja, que debió mostrar más complicidad para que llegásemos a entender que Antonio era capaz de tener intención de comenzar una nueva relación con este nuevo amor.
Mucho más creíble, y sorprendente, ha sido la decisión de Mercedes, al llevar a cabo la férrea postura de rechazar al padre de sus hijos y manteniendo su dolor a lo largo de la temporada. Teníamos razones para pensar que se trataba de un conflicto que se solucionaría al final de temporada, jugando con la idea del reinicio que 'Cuéntame cómo pasó' ha explotado en otras ocasiones. Por eso, se agradece que el final haya quedado en un "poco a poco" y no en una vuelta definitiva, que nos habría dado razones para que rechazáramos esa idea de crear tramas y resolverlas en un capítulo final de temporada.
¿Otro borrón y cuenta nueva?
Porque uno de los factores que ha contribuido al desgaste de 'Cuéntame cómo pasó' (que no se libra del agotamiento por mucho que nos pese) ha sido esa manera de explotar las tramas y resolverlas al final de temporada, dejando solo los reflejos de la misma para la próxima tanda de capítulos. Vemos algunos de estos ejemplos con el idilio con las drogas de Inés, el cáncer de Mercedes o el ingreso en prisión de Carlos, provocando que casi contemos las temporadas por el plato fuerte que nos dejó cada una de ellas y haciendo que estas tramas casi se olviden cuando una nueva temporada inicia su andadura. En la recta final de la decimoquinta temporada, le ha tocado el turno a Toni, cuya historia ha tomado fuerza hasta adquirir todo el protagonismo en los últimos episodios.
Llamó la atención ese episodio que se desligaba de la mayoría del elenco para centrar la historia en su investigación, dando lugar a un sólido capítulo y demostrando que la serie también es capaz de mantener su fortaleza cuando menos coral se vuelve. En esta temporada, también pasó lo mismo con el episodio centrado en la victoria del PSOE en las elecciones de 1982, una noche en la que se desvelaron las cartas y quedó al descubierto la crisis que vivía el matrimonio Alcántara. Como digo, estos episodios, centrados en un número mínimo de personajes, muestran otra cara de 'Cuéntame cómo pasó', que este año también ha querido jugar con la mezcla de géneros, quizá con más acierto que en anteriores ocasiones.
Ocurrió con esa dosis de comedia que introdujo Herminia durante la Nochebuena tras salir perjudicada al probar una galleta de marihuana y cuya situación sirvió de perfecto contrapunto durante la difícil velada que vivía la familia. O también con ese thriller policíaco con el que 'Cuéntame cómo pasó' se ha atrevido en la recta final del curso. Estos elementos completan una serie que se atreve con todo y que suele salir bien parada de ello, fundamentalmente porque cuenta con un gran nivel en el ámbito interpretativo que hace que sus actores estén preparados para dar lo mejor de sí mismos sea cual sea el tipo de trama al que se enfrenten.
Entre el resto de aspectos positivos de este año encontramos la aparición de algunos personajes episódicos, que han conseguido aportar luz y frescura a la temporada. Verónica Echegui o Alba Flores han brillado en sus apariciones en la decimoquinta temporada de 'Cuéntame cómo pasó', dejando claro que la ficción también sabe sacar lo mejor de algunos actores jóvenes, que han estado a la alta altura que ya existe en el reparto con el que cuenta la serie. También ha sido bueno observar el transcurso de algunas tramas secundarias, como la vivida con la relación de Inés y Oriol, sobre todo tras la muerte de Eugenio, y la difícil adaptación del hijo de ambos a un nuevo hogar.
La decimoquinta temporada de 'Cuéntame cómo pasó' terminó con emoción, demostrando que los buenos no siempre ganan y con un episodio que, de nuevo, no se olvidó de los detalles. Detalles a la hora de desarrollar la historia (esa pastilla que nunca se llegó a tomar Antonio para descansar hasta no encontrar a su hijo o ese asiento vacío que había entre Mercedes y Antonio en el viaje de ida a Tánger que desapareció a la vuelta) que complementan una ficción tratada con mucho mimo para el disfrute de los espectadores que ya la han hecho suya. Tampoco escatimó en aprovechar aún más la fortaleza del dúo Imanol Arias - Ana Duato, jugando con su intensidad al enfrentarse a las duras noticias, su complicidad a la hora de actuar juntos o su capacidad para aguantar un primer plano en pantalla, como ese último de Mercedes desde el balcón de su casa mientras veía por fin a su familia unida. 'Cuéntame cómo pasó' es una serie de detalles que decoran tramas y escenas y que hace sacar la grandeza de una de las mejores series de nuestro panorama nacional.
Pero, ¿cómo pasó?
Decía al principio que otra de las decisiones arriesgadas que había tomado 'Cuéntame cómo pasó' este año era la de desligarse del contexto histórico tan explotado en otras ocasiones. Esta temporada este recurso ha quedado reducido a la narración en off y algunas pinceladas concretas, que se han alejado de parte de la esencia que ha ofrecido la serie todos estos años. Quizá tenga mucho que ver la modificación de los guiones de los primeros episodios de la temporada al que se enfrentaron sus guionistas, aunque con esta decisión se ha perdido esa característica diferenciadora que encumbraba aún más a 'Cuéntame cómo pasó' en el Olimpo de series españolas.
Ahora queda por saber cómo volverá la serie el año que viene y si existe más camino para las tramas que se han quedado en el aire o si todo volverá a la normalidad y se abrirán nuevas vías cuando la decimosexta temporada comience a emitirse. Una vez más podemos darnos por satisfechos con la recta final vivida este año, pese a pasar por un inicio titubeante que hizo que comenzáramos a pensar que la ficción comenzaba un viaje peligroso sin retorno. De nuevo, cerramos una temporada de 'Cuéntame cómo pasó' con satisfacción generalizada y con la alegría de comprobar que todavía estamos ante una de las grandes opciones seriéfilas de nuestro prime time.
En ¡Vaya tele! | 'Cuéntame cómo pasó', manteniendo el patrón
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