Cuando ya me estaba cansando de las repeticiones de Crímenes imperfectos, La Sexta se ha destapado hoy con el estreno de Crímenes imperfectos: Ricos y famosos. Como su nombre indica, esta franquicia de la serie se basa en los crímenes que traumatizaron a la alta sociedad americana y comparte estructura y ambiente con el programa original, pero también se diferencia en unos aspectos básicos.
Crímenes imperfectos: Ricos y famosos deja de lado la investigación forense propiamente dicha, aunque recurre a ella si hace falta, y se centra en el aspecto judicial de los crímenes, en cómo el dinero puede comprar la justicia y en la labor de los medios de comunicación en la resolución de los casos. La serie está presentada por el periodista judicial Dominick Dunne, que actúa de narrador y al que le respalda su prestigio profesional y su carácter de testigo de los juicios analizados.
Esta versión de Ricos y famosos es más multidisciplinar que la serie original y, aunque no cuenta con tantas recreaciones, apoya las historias con imágenes reales de los juicios que se tomaron gracias al programa americano Televisión Judicial, con declaraciones de fiscales y con imágenes de los medios de comunicación que cubrieron los juicios.
Por lo que he podido ver en el episodio de hoy, la serie apunta un interés por la crítica del sistema judicial americano y destapa las artimañas que usan las defensas de los famosos para declarar inocentes a los culpables. El episodio ha sido entretenido, informativo y, sobre todo, creo que tiene un interés adicional respecto a la serie original porque trata aspectos en los que Crímenes imperfectos no profundizaba.
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