Este año hemos tenido a cuatro "friends" en pantalla. Courteney Cox, con 'Cougar Town'; Matt LeBlanc, con 'Episodes'; Lisa Kudrow, con 'Web Therapy'; y finalmente, Matthew Perry, con 'Mr. Sunshine'. Precisamente este último fue el responsable del maltrato que la ABC ha dado este año a 'Cougar Town', que aun a pesar de ser uno de los fuertes pilares de su noche de comedias, la han tratado como a la oveja negra. Y todo ello a pesar de que la serie no ha hecho más que ganar en humor, desarrollo de sus personajes y una trama plagada de autorreferencias.
Quizá ese sea el único fallo de esta segunda temporada de 'Cougar Town', que se ha vuelto un poco para sus adentros, con bromas que sólo los que la hemos visto desde el principio somos capaces de pillar y un ritmo endiablado y absurdo que no todo el mundo disfruta. Es completamente entendible, pero los que no vemos a Monica Geller cada vez que miramos a Courteney a la cara, podemos disfrutar cada semana con otra historia de amigos cuarentones que, lejos de quedarse estancados, no dejan de evolucionar su personalidad y sus propias tramas.
Amigos con sentimientos
Lo más divertido de la serie es ver a esos cinco (seis si metemos a Travis; siete con el vecino tonto) haciendo cosas absurdas, creando juegos en los que sólo ellos se entienden y manteniendo conversaciones que dejarían en shock a cualquiera; sí, es así, pero lo que realmente hace que les cojamos cariño a todos y cada uno de ellos es su implicación emocional. Todos han tenido su historia sentimental este año, incluso Ellie la mujer de hierro, y no todas han acabado bien.
A 'Cougar Town' no le pesa ponerse melancólica cuando hace falta, y creo que incluso es necesario para llegar a entender a todos los personajes. Laurie (la gran Busy Phillips, ignorada vilmente en los Emmy) fue la primera en protagonizar un momento más dramático, después de dejar su relación con su novio; a ella la siguieron la propia Jules, con la historia de su padre y sus altibajos con Grayson; Ellie, con el bebé y Bobby dando trabajo; y hasta Travis, a quien vimos crecer, ir a la Universidad, echarse novia y luego caer a lo más bajo.
Esos finales de episodio, con Jules y Grayson confesándose cosas del pasado tapados con una manta bajo la luz de las estrellas, con Laurie llorando a moco tendido después de ver cómo su príncipe se le escapaba, o con Travis viéndose rechazado después de pedirle matrimonio a su novia, son parte inseparable de la serie. Sus momentos dramáticos no llegan a ser tan exagerados como en 'Glee', por ejemplo, al fin y al cabo 'Cougar Town' es una sitcom y forma parte de una noche de comedias, pero han sido necesarios para seguir estableciendo lazos emocionales con todos ellos.
"Penny can" y otros absurdos
'Cougar Town' crea cada vez más su propio humor, incorpora elementos sacados de la manga que luego vuelve a recuperar para seguir sacándole chicha, por lo que todo queda en casa. Que levante la mano todo aquel que haya gritado alguna vez eso de "Penny caaaaan!" viendo la serie o se ha planteado alguna vez cuáles serían las normas definitivas del juego. Algo tan simple como meter una moneda dentro de una lata se ha convertido en un gigante dentro de la serie, y hasta ha tenido su propia trama al querer vender la idea a una gran empresa.
La muerte de Big Joe, ese casi miembro de la familia que ofrecía vino a Jules en cantidades industriales, su posterior funeral (2007-2010), y el nacimiento de Big Carl como su sustituto es una de esas cosas que se enmarcan dentro de la grandeza de la serie. Los que ven ese capítulo aislado se pueden quedar un poco a la deriva, sin saber muy bien por qué tanto lío con una copa de cristal, pero los que sabemos de la gran afición de Jules por empinar el codo (lo sufrimos mucho en la primera temporada) lo disfrutamos como enanos.
La propia cadena es consciente de que todos estos elementos les encantan a sus espectadores, y ya se pueden comprar réplicas del juego "Penny can", copas como Big Joe y hasta camisetas con la copa dibujada. Y ojo, que si me sobrara el dinero yo me las compraría.
La tercera temporada
La segunda temporada se despidió con un capítulo doble épico; al igual que hizo 'Modern Family' el año pasado, todo el equipo se trasladó a la playa para mostrarnos a los personajes de vacaciones, aprovechando que Travis se fue de parranda para olvidar su frustrada declaración de amor. Estareis conmigo en que fue un auténtico capitulazo, y sobre todo me encantó el avance en la relación de Grayson y Jules, que deberá dar el paso siguiente en la tercera temporada y, sobre todo, en el "bromance" de Laurie y Travis, que siempre me ha perturbado mucho.
Lo malo de todo esto es que la ABC, en su afán por seguir maltratando a la serie, ha decidido dejarnos sin nuestra dosis de 'Cougar Town' hasta mid-season, lo cual quiere decir que hasta enero, como muy pronto, no veremos nada nuevo de la serie. Si no recuerdo mal, sus audiencias ya se vieron afectadas después del funesto fin de 'Mr. Sunshine', un periodo de tiempo en que la audiencia pasó casi cuatro meses sin nuevos episodios de la serie. Ahora tendrá que pasar más de medio año hasta que vuelva a la parrilla. ¿Seguirá el público acordándose por entonces de estos cinco pirados de la vida? Por el bien de ellos, y por el mío propio, espero que sí.
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