Durante la primera temporada, y buena parte de esta segunda, de 'Continuum' era habitual que los comentarios sobre la serie incidieran siempre en lo mismo; la trama serializada es interesante y entretenida, pero los casos policiales nunca pasan de ser bastante convencionales cuando no están conectados con la mitología de la serie. Era un peaje que había que pagar al principio y que Simon Barry, creador de 'Continuum', ha ido eliminando poco a poco en los nuevos capítulos, conforme el mundo de la serie se ampliaba más en el presente y en el futuro, y conforme los personajes iban revelando nuevos lados de sus personalidades y se veían sujetos a nuevas pruebas.
Especialmente, han puesto un gran interés en "desmontar" a Kiera Cameron, en hacer más visibles sus puntos débiles y los riesgos que conlleva tener implantado un chip, y llevar un supertraje, que la convierten básicamente en una superheroína, o en una supervillana, digna de poner en aprietos al mismísimo Batman. La tentación de saltarse sus propios principios para cambiar el futuro, y de hacer cualquier cosa por poder regresar a casa, la han llevado a sacar a relucir su lado oscuro y también a replantearse su papel en el Vancouver de 2012. En este aspecto, el capítulo en el que Kiera sufre una crisis nerviosa y aparece un psicólogo virtual que debe determinar si está lista para el servicio activo de nuevo es uno de los mejores de la serie.
Los free-lancers
Uno de los añadidos más interesantes en esta segunda temporada han sido los free-lancers, esos misteriosos hombres cuyo cometido es mantener la pureza del continuo espacio-temporal, impidiendo que nadie lo altere. Recuerdan un poco a la misión de los Observadores de 'Fringe' y, de hecho, el cliffhanger que cierra la temporada bien puede situar a 'Continuum' en la línea de ese título de FOX. ¿Son en realidad los grandes villanos de la historia? ¿Tendremos en la tercera temporada líneas temporales paralelas? Su participación nos ha permitido conocer, por fin, cuál es el plan del Alec Sadler del futuro y quiénes son los actores que intentan llevarlo a cabo sin saberlo, detenerlo o, simplemente, sacar beneficio de él. ¿Lograrán escapar todos de la prisión de los free-lancers?
Esto lleva también a Escher, desvelado definitivamente como el verdadero malo de la serie, además de como el padre de Alec. Está dando en 2012 los primeros pasos para que se haga realidad el futuro estado policial de 2077, con la privatización secreta de parte del departmento de policía de Vancouver, y con su investigación sobre los viajes en el tiempo. Los free-lancers, además, trabajan para él, pero el objetivo de Escher no es evitar interferencias en la línea temporal, sino controlarla a su total antojo, o esa sensación da. La duda para la tercera temporada es qué hará Alec una vez que sabe que es su padre, al que creía muerto. Se le presenta un dilema tipo Luke Skywalker; ¿se une a él para dominar el "negocio familiar", y el mundo, de paso? ¿O pelea contra él siguiendo las instrucciones de su yo futuro? Lo único que Alec quiere, por ahora, es salvar a Emily-Mia, la espía de Escher de la que acaba enamorándose, así que veremos si esa decisión puramente emocional es una variable que trastoca los planes de todo el mundo o no.
Un salto adelante
Esta segunda temporada de 'Continuum' ha representado un notable paso al frente de la serie, empezando con la mayor profundización en las contradicciones presentes en Kiera (que quiere hacer lo correcto, pero también quiere volver a ver a su hijo) y siguiendo con esa mayor amplitud de su mundo. Ya se ha confirmado para todos los implicados que hay riesgos mucho mayores en juego y que, por mucho que hablen con absoluta certeza de si se puede cambiar el curso de la historia o no, lo cierto es que nadie sabe nada, como bien reconoce Alec en el último episodio. Él va al pasado más reciente para intentar salvar a Emily, ¿pero cómo sabe que funcionará? A lo largo de estos episodios se ha introducido la idea de que, por el mero hecho de haber viajado al pasado, Kiera y Liber8 ya han cambiado la línea temporal, pero es algo que sólo se ha mencionado.
En el camino hasta llegar a ese notable final de temporada, 'Continuum' ha tomado, también, una de sus mejores decisiones al hacer que Kiera le revele por fin la verdad sobre su identidad a Carlos. La relación entre los dos estaba bastante estancada, y desde el momento en el que el detective Fonnegra está en igualdad de condiciones con ella, se convierte en un personaje más valioso para la trama, en lugar de un accesorio que no hace más que ralentizarla. Que Carlos sea algo así como el Robin para el Batman de Kiera ayudó también a liberar la serie de las constricciones procedimentales del principio, y dejó varios momentos mucho más interesantes entre ellos. La nueva situación de Carlos al final de la temporada, escondido por Julian Randol, también promete bastante de cara a la tercera entrega.
Aparte de esta mayor profundización en su mitología, 'Continuum' ha tenido varios episodios por encima de su media en el tramo intermedio de la temporada, cuando la serie empezó a centrarse más en todos esos viajeros temporales y en sus propósitos. El encuentro de Kiera con su ex compañera en el CPS, por ejemplo, ayudó a mostrar más su lado humano, y el capítulo en el que un tipo normal y corriente encuentra el traje de esa ex compañera dejó una entretenida historia, muy a lo 'Buffy', de lo que pasa cuando una persona normal y corriente se topa de repente con algo que lo convierte casi en un superhéroe. En su segunda temporada, 'Continuum' ha mostrado voluntad de evolucionar y de explorar su mundo y a sus personajes y, desde luego ha dejado un cliffhanger tremendo, de los que hace desear que la próxima primavera llegue ya para ver cómo sale Kiera de ésta.
En ¡Vaya Tele! | 'Continuum', renovada por una tercera temporada
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