Antena 3 estrenó ‘Con el culo al aire’ y quiso que nos pudiéramos reír de las situaciones originadas por la crisis económica. En eso consistía la nueva apuesta de la cadena o al menos así es como nos la habían vendido, como una manera de mostrar una nueva actitud ante situaciones que nos angustian diariamente. Lástima que en eso de lo nuevo no hayan tomado ejemplo los creadores de la serie. ‘Con el culo al aire‘ repite el esquema de otras tantas comedias que han pasado ya por nuestra televisión, algunas llegando a brillar (en muy contadas ocasiones) y la gran mayoría pasando desapercibidas.
El primer capítulo de ‘Con el culo al aire’ recuerda a otras tantas series que ya han pasado por la televisión. Nadie había visto a un grupo de personas viviendo en un camping, eso es cierto, pero más allá de ese hecho, todo lo demás aparece que un cúmulo situaciones ya explotadas donde la originalidad sale perdiendo. Y, de nuevo, asistimos a una comedia que no es capaz de brillar con su primer capítulo, poniendo en evidencia la necesidad que requieren las comedias en España de que pase el tiempo para poder asentarse como algo medianamente decente.
Tampoco debemos ser tremendistas, ‘Con el culo al aire’ nos dejó algunas estampas graciosas y varios puntos buenos con los que dibujar una sonrisa. Pero más allá de eso la ficción puso en evidencia que la comedia española también lleva un tiempo en crisis. De la salvación tuvieron mucho que ver actores como Raúl Arévalo, mientras que otros no terminaron convenciendo. Tenía muchas esperanzas en María León, pero la actriz no ha conseguido ganarme en este primer capítulo, quizá porque me la esperaba dando guerra y no soportando las gamberradas del resto de personajes.
Mención especial merece Paco Tous, que no consigue que olvidemos su papel en ‘Los hombres de Paco’. Su personaje es una prolongación del policía de la serie de Antena 3, como si se hubiese retirado de la comisería y hubiese decidido abrir un puesto de churros. Aquí radica uno de los mayores errores de la serie, haciendo que el actor tenga un papel principal en una ficción que recuerda tanto a otra de la que muchos acabamos saturados.
‘Con el culo al aire’ nos ha permitido descubrir que existen campings que tienen magníficos bungalows cuyos interiores no tienen nada que envidiar al de algunas casas televisivas. Aquí también falla la comedia, mostrando unos decorados poco creíbles que se deberían haber desarrollado más a conciencia. Otro punto que chirría es el esfuerzo que tiene la serie por transmitir ese buenrollismo que pretende hacernos ver que se puede ser feliz viviendo en un camping, aunque debe tener cuidado por no explotar situaciones demasiado forzadas que no lleven a ninguna parte (esa comida idílica al final del episodio, por ejemplo).
Quizá esta crítica hubiera sido más favorable si tras el primer capítulo de ‘Con el culo al aire’ Antena 3 no hubiera decidido comenzar a emitir las reposiciones de ‘Modern family’. Pero, tras ver un capítulo de la comedia española y recordar los primeros de la estadounidense, la herida de ‘Con el culo al aire’ se ha hecho más profunda. Recordé lo buena que puede ser una serie de humor y cuánto de lejos se había quedado el estreno que ayer nos tenía preparado Antena 3. Una pena. Habrá que seguir buscando.
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