Hoy es 20 de junio, y los aficionados a la comedia más negra estamos de enhorabuena porque eso significa que la tercera temporada de 'Wilfred' se estrena en el canal FX. Como todos sabéis, 'Wilfred' es la adaptación de una comedia australiana (un país muy fuerte en este género) que está protagonizada por un Elijah Wood que se atrevió a relanzar su carrera eligiendo un papel tan contrastado con antiguos éxitos y Jason Gann, el magnífico y sorprendente hombre-perro.
Cuando se estrenó en 2011, 'Wilfred' encandiló a un sector de la audiencia pero generó muchas dudas. ¿Sería capaz de aguantar con su premisa original?, ¿hasta cuándo podría estirarse?, ¿se desvelaría el misterio de qué es realmente Wilfred? Es ésta una curiosa sitcom que juega con nuestras expectativas y que nos plantea situaciones extremas y un tanto agresivas para corazones sensibles. Si estáis buscando una buena comedia para disfrutar este verano, tal vez estas cinco razones para ver 'Wilfred' acaben por decantaros.
1. Humor negro
Ya sabéis que FX es una rama de FOX considerada para un público adolescente y masculino (si es que estas consideraciones deben ser tomadas en cuenta). Lo que está claro, es que en sus últimas apuestas por las comedias, ha imperado el reinado del más corrosivo humor negro. Tanto 'Louie' como 'Legit' nos traen a personajes perdedores, egoístas, que viven situaciones difíciles a lo mejor no tanto por el argumento en sí, sino por la forma de enfrentar esos problemas.
En 'Wilfred' encontramos mucho mucho humor negro, con giros crueles y diálogos corrosivos. Vemos situaciones muy complejas, que rozan la tragedia y que son solventadas con la resolución egoísta y práctica que un perro como Wilfred es capaz de idear. He de decir que no creo que esto guste a todos los espectadores y que ciertos estómagos no están preparados para reírse de algunas tramas. Eso sí, si disfrutáis del humor negro de verdad, no podéis perderos esta comedia.
2. Surrealismo en perfumadas gotas
Otra característica que vemos mucho en este tipo de series, en estas comedias de digestión más dura, es el uso de elementos surrealistas para cortar la trama, para hacer girar las expectativas o para poder entender ciertos comportamientos, tan humanos como los de cualquiera de nosotros. La inclusión de elementos surrealistas es más que determinante en una historia como la de 'Wilfred'.
Si partimos de la base de que un señor ve al perro de su vecina como si fuera un ser humano (vestido con un calorífico traje de peluche), estamos aceptando una de las premisas más alocadas que hemos encontrado en televisión en los últimos tiempos. Las apariciones de secundarios y su participación en los capítulos suelen significar elevadas dosis de este ingrediente primordial que nos deja momentos que persisten en la retina por mucho tiempo.
3. Las cosas de un perro
Wilfred es un perro. Tal vez hable, tal vez filosofee, tal vez sufra de crisis existenciales, pero sigue siendo un perro. Y, como tal, es inevitable que se deje llevar por ciertos instintos primarios. Un "superhéroe" como Wilfred, aguerrido y valiente, puede ser fácilmente vencido por un rayo láser o el lanzamiento de una baboseada pelota de tenis. La naturaleza animal del protagonista es lo que le hace tan especial, un personaje maravilloso, que posee certezas venidas de cierta linealidad de pensamiento y que puede odiar con la misma facilidad con la que se enamora.
4. Pero, ¿qué es Wilfred?
Ésta es la pregunta estrella para cualquier espectador de la serie. ¿Realmente Wilfred existe? ¿Por qué sólo puede verlo Ryan? ¿Por qué le eligió a él? ¿Está todo en la cabeza de Ryan? ¿Está como un cencerro? ¿Detrás de esas reacciones pasivas y de pardillo, hay entonces un desequilibrado mental? ¿Es Wilfred la manera de canalizar sus frustraciones y deseos? ¿Es peligroso?
La serie juega con ese principio que nace en cada espectador y que consiste en explicar cada contenido, en darle sentido a lo que sucede en una serie, en ir más allá y tocar las verdades esenciales que incluso una sitcom (sobre todo, si es una buena serie) nos plantea. El debate filosófico y sicológico acerca de qué es Wilfred y porqué se manifiesta como lo hace, nos lleva a una introspección que tal vez nunca habríamos imaginado.
5. La química entre protagonistas
La figura de un protagonista y su ayudante que hacen frente a los problemas es un clásico de la historia de la ficción. Que el ayudante sea un perro, el más fiel amigo del hombre, tampoco parece una novedad. Pero el personaje de Wilfred, (canalla, egoísta, sicópata)consigue un interesante giro a este planteamiento. Las aventuras y desventuras de Wilfred y Ryan, su amistad, sus pequeñas traiciones, el triunfo de su relación, nos deja muchos gloriosos momentos.
Ryan y Wilfred tienen esas estupendas secuencias en el sótano (otro enigma de la serie) en el que fuman marihuana y teorizan sobre el bien y el mal. La compenetración y hasta me atrevería a decir cierta tensión sexual entre ellos es vital para lograr una buena serie. Ryan es un hombre sumido en una depresión, en un apabullante nihilismo, y Wilfred es ese ser vital que le ayudará a disfrutar de todo lo que le rodea, aún a costa de verse implicado en cien problemas.
Bonus: Oso
Las escasas pero divertídisimas apariciones de este "personaje" se pueden convertir para mí en una sexta razón. Oso es un peluche gigante, víctima del furor sexual de Wilfred, que establece con él una desquiciada relación amorosa que resulta una parodia magnífica de otras situaciones de ficción. Oso no habla nunca pero Oso tiene esos ojos brillantitos, ese pelaje tan suave, esa media sonrisa... Wilfred vive un amor tóxico con él, un tira y afloja permanente que es un auténtico regalo humorístico para los espectadores.
En ¡Vaya Tele| | 'Wilfred' estrenará su tercera temporada el 20 de junio
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