Cinco razones para subirse al carro de 'Teen Wolf'

A primeras, ‘Teen Wolf’ no llamó especialmente la atención. La había encargado MTV, que no se caracteriza por la calidad de su programación (a menos que hablemos de ‘Awkward’), y los chicos del reparto parecían haberse elegido en función de cuán marcados tenían los músculos abdominales. Querían copiar el éxito de ‘The Vampire Diaries’ y se quedaron cortos. Por lo menos hasta que estalló en su segunda temporada.

Fue una de esas alineaciones de astros que pocas veces ocurren en televisión, el de las series que convierten la mediocridad del primer año en algo decente en el segundo. Pasó con ‘Supernatural’, con ‘Fringe’ o con ‘Buffy’, con quien se la ha comparado en otros aspectos. Y aquí van cinco razones para ponerse con ella ahora que la tercera temporada está a punto de llegar en Estados Unidos. Lo hará el próximo 3 de junio y, si regresa con el listón a la misma altura, será una de las propuestas veraniegas a tener en cuenta.

El arco de temporada

Esta serie de adolescentes puede que tenga tramas amorosas, (pequeñas) dudas existenciales y muchos clichés, pero entiende su condición de serie de cable y estructura sus episodios en función del arco de temporada. Por lo tanto, hay tramas horizontales y su desarrollo es constante. Puede que en su primer año el misterio del hombre lobo alpha no arrancase (y que fuese resuelto con unos efectos visuales bochornosos), pero la extraña criatura que siembra el terror en Beacon Hills en su segunda temporada está mejor hilado y su resolución tiene sentido. Y en los nuevos episodios parece que habrá doble amenaza: un grupo de lobos alpha que amenaza la banda de Derek y unos asesinatos que parecen tener relación con esta llegada.

El Scooby Gang

A veces un solo actor puede darte la vuelta a la tortilla y Dylan O’Brien permitió que el reparto de ‘Teen Wolf’ tuviese química. Él es el alivio cómico y el personaje que funciona con cualquiera y, poco a poco, cimentó las relaciones de todos los demás. Hasta tal punto que en varios blogs americanos compararon el grupo de Scott y Stiles con ‘Buffy’. Pero comparten más puntos en común: el factor sobrenatural, el hecho de que el protagonista no eligió su condición, villanos que a veces pueden tener más de aliados y hasta tiene a su propia Cordelia. Y Stiles es una versión muy mejorada de Xander.

La estética

Es MTV. Por supuesto hay mucha música, quizá demasiada. Pero saben utilizar los temas con base electrónica para dar intensidad a las escenas de acción y las fiestas de instituto. Y la fotografía, también excesiva, le da una atmósfera muy identificable. Puede ser algo obvia, puede que tire demasiado de los metálicos y oscuros, pero permite que las escenas más terroríficas luzcan. Otra serie en su lugar preferiría reducir el factor miedo y el tráiler de la tercera temporada, además, nos indica que no van a escatimar en sangre.

Las mujeres son guerreras

Uno de los grandes aciertos de ‘Teen Wolf’ es que tiene una heroína en condiciones. Allison no es una protagonista absoluta como Buffy Summers y en realidad cumple con el papel de chica del héroe, un Scott McCall interpretado por el sosainas de Tyler Posey. Pero cuando Crystal Reed coge el arco, configura un personaje bastante interesante. Ella es una parte vital del Scooby Gang y su sangre de cazadora le da cierta profundidad, pues le cuesta discernir entre la herencia familiar y su identidad individual. Y Lydia Martin puede que no sea una luchadora en el estricto sentido de la palabra, pero su lengua y actitud permite que sea toda una robaescenas.

El factor ‘eye-candy’

A quién voy a engañar. Hay cientos de Tumblr que cuelgan montajes de Tyler Posey y Tyler Hoechlin sin camiseta. Da igual que sean los hombres lobo más pecho-pollo de la historia del cine y la televisión. La cuestión es ver abdominales y pectorales. Y no, no me quejaré. Eso sí, quedaos también con las razones de más arriba, que ‘Teen Wolf’ fue un entretenimiento muy digno el verano pasado y merece que se le eche un vistazo. Eso sí, nunca será apta para aquellos que odien el género teen, que esto no es ‘Friday Night Lights’.

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