Antes de comentar cómo ha empezado la cuarta temporada de 'Castle', creo que debería avisar de que la serie me entretiene mucho y me resulta muy divertida cuando están en plan ligero y humorístico, un poco siguiendo la personalidad de niño grande de Richard Castle. Sin embargo, sus ocasionales incursiones en el drama puro y duro no suelen funcionarles. Se ven forzadas, demasiado pretenciosas, como buscando una trascendencia que, la verdad, la serie no necesita. Justo esos momentos dramáticos suelen estar relacionados con la investigación del asesinato de la madre de Beckett, que ha acabado formando una parte de una conspiración que me parece lo menos logrado de 'Castle', pero que aparece aquí y allá para darle una cierta trama continuada a las temporadas.
Y teniendo en cuenta cómo terminó la tercera entrega, en este principio de la cuarta tenían que seguir por ese camino y resolver el cliffhanger (un poco trampa, que todos sabemos que Beckett no iba a morir), una resolución en la que casi había más interés por ver cómo reaccionaba ella ante la confesión de amor que le hace Castle cuando cree que va a perderla para siempre. Y Beckett opta por hacerse la sueca, decirle que no se acuerda de nada y excusarse más tarde explicando que el asesinato de su madre la obligó a levantar un muro alrededor de su corazón. Su fragilidad emocional puede dejar cosas interesantes más adelante, y además permite mantener alejados a Castle y Beckett un poquito más de tiempo.
En la comisaría hay ahora una nueva capitana (interpretada por Penny Johnson Jerald, o lo que es lo mismo, la maquiavélica Sherry Palmer de '24') que, por supuesto, viene para poner orden y para hacer que todos sus detectives se rijan por las normas del departamento. Estos jefes estrictos contra los que los protagonistas se rebelan están bastante vistos y, la verdad, su actriz siempre ha tenido un matiz de que no es trigo limpio que hace que sea todo demasiado obvio. Veremos, de todos modos, cómo evoluciona en los próximos capítulos, sobre todo cuando continúen la investigación de esa conspiración en la que la madre de Beckett fue un daño colateral y cuando se descubra el papel del difunto capitán Montgomery en todo esto.
Es de suponer que los siguientes episodios recuperen el humor y las ganas de pasar un buen rato que de verdad constituyen el fuerte de 'Castle', aunque va a ser curioso ver cómo se entrelaza esa faceta con el intento de Beckett por superar las secuelas del tiroteo y recuperar su vida normal. Es probable que ella centre buena parte de este comienzo de temporada, observada siempre desde la óptica de un Castle que, lógicamente, también acaba muy afectado por todo lo que le pase a la detective. ¿Se resolverá el asesinato de la madre de Beckett en esta cuarta entrega? ¿Hasta dónde llegará la conspiración? ¿Ganará más peso el lado dramático que el humorístico? Confío que no, pero veremos qué planes tienen.
En ¡Vaya Tele! | ¿Es necesaria la tensión romántica en 'Castle'?
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