Cuando Showtime nos presentó a Hank Moddy hace ya cuatro años, pocos imaginaban que se iba a convertir en uno de los personajes más adorados de la televisión actual. Y es que nadie esperaba que un escritor fracasado, mujeriego, alcohólico y con problemas familiares pudiera conectar tan fuertemente con el público. Aún así lo hizo, y ‘Californication‘ se convirtió en esa serie gamberra que esperas ver todas las semanas para tener tu dosis de realidad, a base de sexo, fiestas y alcohol.
Esta cuarta temporada se presentaba interesante, parecía que dejábamos atrás los problemas de familia y nos centrábamos más en un problema mucho más grave que podía conseguir que Hank sentara la cabeza y dejara de poner su mundo patas arriba una y otra vez. Y digo parecía porque esta impresión se fue diluyendo a medida que avanzaron los episodios y los temas recurrentes volvieron a aparecer en escena.
Volviendo al argumento inicial
Pocas series echan la vista atrás tras cuatro temporadas, la mayoría de ellas procuran evolucionar tanto a nivel de personajes como a nivel de historia y dejan de lado sus inicios para centrarse más en lo que cuentan a lo largo del tiempo. ‘Californication‘ no. Hank Moody lleva cuatro temporadas siendo el mismo escritor pseudofracasado que quiere volver con su familia una y otra vez pero acaba tomando siempre las peores decisiones, alcohol y sexo mediante. Y esta historia con ligeras variaciones es la que nos llevan contando durante cuatro temporadas ¿es esto algo negativo? Pues depende.
Digo depende porque si eres un enamorado de Hank Moody te habrá encantado ver como se ha enfrentado esta temporada a un peligro tan real como una acusación de violación a menores, y seguramente también te habrás entretenido viendo como se liga una y otra vez a mujeres que sólo se parecen entre sí por tener como mínimo una talla cien de pecho y un deseo sexual ardiente. Pero si no eres un fan tan acérrimo de Hank Moody (aunque te guste), te habrás dado cuenta que la temporada ha vuelto a ser lo mismo una y otra vez.
Unos secundarios desaprovechados
Una de las partes que siempre me gustaron de ‘Californication’ son sus actores secundarios. Si contamos que David Duchovny es el único actor protagonista y consideramos al resto secundarios, tenemos un reparto de personajes con mucho nivel y que vale la pena verlos. Charlie Runkle ha estado espléndido esta temporada , ligándose a mujeres a cada cual más extraña y siendo el complemento perfecto para Hank en muchas situaciones. La hija de Hank, Becca, ha pasado la adolescencia de una manera sublime completamente fiel al estilo familia Moody y Marcy Runkle ha llegado a un nivel de locura y genialidad que es para adorarla como si fuera una diosa egipcia.
¿Cual ha sido el problema entonces? Pues que los hemos visto muy poco. Uno puede comprender que la serie se basa principalmente en Hank, pero a veces se echa de menos que se centren un poco más en los otros personajes y que les den algo más de protagonismo. Quizás es por las temporadas cortas, por los episodios de poca duración o porque los guionistas creen que estos personajes funcionan mejor en dosis pequeñas, pero cada vez que veo alguna escena con ellos haciendo alguna de sus genialidades me quedo con ganas de más.
Un final adecuado
Pese a que han estado toda la temporada insinuándonos que a Hank le podía pasar lo peor, en el fondo sabíamos que se iba a salir con la suya. Desde hace tiempo sabemos que Hank Moody es el típico vividor al que le sonríe la suerte cuando más lo necesita y así lo vivimos en los anteriores finales de temporada. Es por esta razón que el final en el que Hank se salva de la cárcel no sorprendió a nadie.
Por esta falta de sorpresa, pero que nos deja ligeramente contentos, es porque se puede calificar el final de adecuado o aceptable. Hank se salva de la cárcel después de pasar una pequeña tortura a base de juicios y vuelve a ser el de antes, el brillante escritor que bebe para olvidar y que no es capaz de enfrentarse a la realidad para conseguir lo que quiere. Y esto, quieras que no, aburre, ya que ver como después de todo lo que ha pasado volvemos prácticamente a la primera casilla te hace preguntarte si ha valido la pena el viaje durante cuatro temporadas.
Y creo que esta respuesta la podemos tener en la quinta temporada, donde esperamos que esa escena final con Hank conduciendo a un sitio desconocido significa que ‘Californication’ va a evolucionar hacia adelante y va a dejar atrás todo este gran arco argumental que han cerrado con la cuarta temporada. Porque si no lo hacen, la serie acabará convirtiéndose en un viaje circular del que nos aburriremos más pronto que tarde.
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