Es por la noche, a horas poco decentes, apago el reproductor DVD y la tele (sí, hay series que prefiero ver en pantalla de televisión que en el ordenador)... sin palabras, necesito un respiro, acabo de visionar el último episodio de la cuarta temporada de ‘Breaking Bad’ y, como es habitual en la serie me ha dejado sin aliento, con la mandíbula desencajada en la mayoría de los algo más de cuarenta minutos del episodio… lo han vuelto a hacer, tengo que hacer la reseña de la temporada… pero no puedo, necesito dormir y reflexionar sobre la temporada con la almohada.
Y aún ahora no sé ni cómo comenzar la reseña de esta inefable temporada de la serie que, como bien iba comentando bastante gente en Twitter bien podría haber servido de final de ‘Breaking Bad‘ por todo lo que en ella se cierra. Así pues el pasado domingo AMC emitió el último episodio de la cuarta temporada de ‘Breaking Bad’, una temporada en constante in crescendo y que ha servido para finalizar una era de la serie, o bien un segundo acto, para afrontar en su última temporada el acto final de la serie.
Previously on AMC’s ‘Breaking Bad’
El final de la tercera temporada era de aúpa. Walt y Jesse sabían que estaban entre la espada y la pared y, para evitar que Gus se deshiciera de sus cocineros, decidieron cargarse a Gale, el químico cuya función iba a ser sustituir a Walt en cuanto tuvieran ocasión. En ese momento se rompió definitivamente cualquier trato cordial entre Walt y Gus y nuestro químico favorito intentará por todos los medios salir de allí sin morir en el intento. Durante la cuarta temporada además la relación con Jesse se fue encrespando, sobre todo a raíz de que pasara a trabajar junto a Mike como sicario de Gus.
Por otro lado nos encontramos a Hank quien sufre las secuelas, más bien psicológicas, de su accidente. Muy desganado y muy desagradable hasta que un compañero de homicidios le pasa los datos del caso de asesinato de Gale y como podría estar implicado en el caso de Heisenberg. Esto anima mucho Hank que decide que, aunque está de baja, merece la pena investigar por su parte hasta el punto que conecta, y empieza a sospechar de Gus. Hank comparte sus pesquisas con Walt quien intentará hacer lo que pueda para que su cuñado no halle el laboratorio.
Por último nos encontramos con la relación entre Skyler y Walt, que ha comenzado temporada intentando limar asperezas, hasta el punto de otorgarle una segunda oportunidad. Así pues Skyler empezará a cubrir a Walt, se encargará de controlar el lavadero de coches y, además, montará la historia para explicar que Walt tiene un problema con el juego y con su dinero han podido pagar tanto los tratamientos como el lavadero de coches. La verdad es que personalmente creo que Skyler está soberbia en esta temporada, con grandes momentazos como con la reunión con el IRS para salvar el culo a su anterior jefe.
El bilingüismo de ‘Breaking Bad’
Si hay algo que, dentro de todo lo que es ‘Breaking Bad’, destaque todavía más es el uso del español como segundo idioma de la serie. Y la verdad es que, quitando a Giancarlo Esposito, de origen italiano que interpreta a Gus Fring, que supuestamente es chileno, creo que sorprende el nivel de español de la serie. Como correspondería, por otra parte, a una serie rodada en Nuevo Mexico cuyo segundo idioma oficial es el español y se nota. Sobre todo porque no cogen al primero que pasa con pinta latina para que chapurree en un español aprendido en el colegio, como en otras series (un ejemplo reciente es Antonia Gavilan de Logroño en ‘True Blood‘). Por otro lado aquí pasa lo mismo cuando intentamos hacernos los ingleses en alguna serie, por lo que estaríamos empatados con los americanos.
El caso que quería destacar es el final del episodio ‘Hermanos’ ya que poca gente se atrevería a meter una secuencia completa de diez minutos rodada en español, de México, naturalmente. Nos encontramos con un flashback fundamental en la serie (‘Breaking Bad’ usa poco este recurso, pero cuando lo usa merece muchísimo la pena) en donde nos presentan un momento que define completamente tanto a Gus (donde destaca a su vez lo poco o nada que habla Giancarlo el idioma) como su relación con el cartel, y sirve de introducción a los siguientes episodios.
Si bien el español de Giancarlo Esposito no es para tirar cohetes esta es la única pega que se le puede achacar al actor, ya que esta temporada ha estado simplemente enorme. En la tercera temporada empezaba a destacar el papel de Gus Fring como el gran capo en la sombra al que pocos puedan toser y que le gusta guardar las apariencias y que sus negocios turbios no le manchen. Y en esta cuarta temporada le hemos visto meterse completamente en harina, a su manera, eso sí (esa escena en la que avanza suicida hacia un francotirador demostrando que no tiene miedo). De hecho esta temporada ha sido la suya. Ahora mismo el único que podría hacerle sombra a Aaron Paul por la carrera de mejor actor de reparto para los próximos Emmy sería Giancarlo.
‘Breaking Bad’, dieciseis episodios para el final
Gané
Decía Vince Gilligan en unas declaraciones recientes que ahora que el hecho de saber que les quedan dieciseis episodios para el final de ‘Breaking Bad’ les permitirá hacer una serie aún mejor. Personalmente creo que intentar hacer algo mejor a estas alturas es casi imposible debido al nivel óptimo de la serie. Pero lo que sí que tengo claro es que una vez sabiendo cómo van a terminar la serie (aunque en esa misma entrevista asegura no tener escrito el final) el tener dieciseis horas para llegar a ese punto les permitirá centrarse y proporcionarnos una recta final de órdago.
Y es que el final de la cuarta temporada, si bien cierra lo que podríamos llamar el segundo acto de la serie (el Acto de Los Pollos Hermanos), deja a punto de caramelo varias situaciones para explotar en esta última temporada como por ejemplo la de Walter y Jesse: Si hasta hace poco no veíamos el momento en el que Walter le confesaba que presenció la muerte de la novia de su socio para que la situación entre ellos se volviera completamente insostenible ahora Walter añade más y más ingredientes a una olla a punto de explotar, concretamente lirios del valle. Y es que en otras declaraciones, de hace ya más tiempo, se nos decía que esta temporada empezaríamos a odiar a Walt, y así parece ser. Y no es la única situación para resolver en estos dieciseis episodios:
Hank: ¿se contentará viendo a Gus fuera del mapa? No creo que pase por alto que prácticamente con semanas de diferencia se elimine el Cartel de México, Hector Salamanca y Gus Fring, alguien ha tenido que estar detrás. ¿le seguirá dando vueltas a WW? ¿Será quien descubra el pastel por completo?
Skyler: ¿apoyará tanto a Walt tras saber lo que ha sucedido? por otro lado ¿hacienda se tragará todo lo que ha pasado con su ex-jefe?
Ahora sin cartel de por medio y con Los Pollos descabezado ¿Aparecerá un nuevo jugador en el mercado de la droga? ¿sabrá algo sobre Walter y Jesse?
Son algunas de las preguntas que caben tener en cuenta para la temporada final de la serie, de la que todavía no sabemos más datos (son dieciseis episodios, probablemente divididos en dos tandas) pero que tiene pinta de ser directamente apoteósica, como lo ha sido esta cuarta, que si bien comenzó algo más tranquila de lo habitual consiguió coger ritmo hasta dejarnos al borde del infarto en más de una ocasión. ‘Breaking Bad’ despide temporada confirmándose, una vez más, como una de las mejores series que se hacen en la actualidad. Una serie capaz de envolverte con cada uno de sus planos, sus escenas, los silencios, y manteniéndote en tensión como pocas series lo logran hacer.
En ¡Vaya Tele! | ‘Breaking Bad’ abre aún más frentes de lucha