¿Quién vive en la piña debajo del mar?¡Bob Esponja!
Tenemos sección nueva en la oficina, se llama Dibujos que nos fascinan y esperamos que os parezca divina. Porque aunque somos adultos (o eso dicen nuestros carnets), seguimos disfrutando de la animación. Y no sólo de 'Los Simpson': también hay series para niños con las que nos lo pasamos tan bien como ellos. Con esta nueva sección queremos homenajear a nuestro (y vuestro) niño interior, el que anhela los bocatas de nocilla y las horas frente a la televisión, cuando el tiempo era eterno.
Nuestro primer protagonista es amarillo, cuadrado, vital, trabajador, responsable, alegre y, sobre todo, una esponja de principios. Y todo bondad. Le gusta cazar medusas, cocinar Cangreburgers, cantar y hacer pompas. ¿Demasiado infantil? Pese a ser, efectivamente, algo más blanca que esas series que gustan a los mayores tanto como a los niños (como 'Hora de Aventuras'), 'Bob Esponja' tiene un trasfondo mucho más adulto que lo que la ingenuidad de su entrañable personaje nos puede hacer creer. Un día en la vida de este singular personaje es un canto al optimismo y una guía de uso de ese gran poder que todos atesoramos: la imaginación. Pero también contiene mensajes y lecciones contundentes.
El spin-off del cómic de un biólogo
"No necesitamos la televisión, no mientras tengamos nuestra... imaginacioooooooón"
'Bob Esponja' es una creación de Stephen Hillenburg, quien, antes de dedicarse a la animación, trabajaba como biólogo marino en el Instituto Oceánico de Orange (California). De modo que la esponja y sus amigos (el cangrejo, la estrella, el calamar o Plancton) fueron creados con una pizca de rigor científico y un gran derroche de ingenio. Pero no nacieron como seres animados: primero fueron los personajes de The Interidial Zone, un cómic didáctico que Hillenburg creó para el Instituto Oceánico. En 1999, casi 20 años después, y ya con contactos en el mundo de la animación, transformó la idea en una serie de dibujos y convenció a Nickelodeon para que apostara por ella.
Diecisiete años después 'Bob Esponja' sigue siendo tan fresca como al principio y sigue encantando tanto a los niños por sus disparatadas ocurrencias y sus divertidas tramas, como a los no tan niños (hasta el mismísimo Obama se encuentra entre sus fans declarados), por hacernos ver que no debemos olvidar a ese crío de nuestro interior que nunca quiso dejar de jugar.
La vida según Bob Esponja
Resulta impensable que aunque no sigas sus aventuras no sepas quién es Bob Esponja: casi veinte años en televisión le han convertido en un icono popular, presente en todo tipo de merchandising con el que genera ingentes beneficios a la cadena. Se le incluye en la mayoría de listas televisivas (TV Guide, Entertainment Weekly o incluso la revista Time) entre lo mejor de la historia de la televisión. Tiene en su haber premios BAFTA, Annie y Emmy y acaba de estrenar su segunda película. Es imposible que no te hayas cruzado nunca con el bueno de Bob.
Bob Esponja Pantalones Cuadrados vive en Fondo de Bikini, toda una ciudad submarina en la que convive con peces que andan a dos patas aletas, visten y se comportan como humanos. Vive en una piña/loft con su caracol/gato Gary, con el que ejerce de padre responsable. Su vida transcurre siempre feliz, entre el sonido de su despertador y su grito de guerra camino del trabajo ("¡Estoy listo, estoy listo, estoy listo!") y el momento de apagar la parrilla del Crustáceo Crujiente.
Resulta impensable que aunque no sigas sus aventuras no sepas quién es Bob Esponja: casi veinte años en televisión le han convertido en un icono popular, presente en todo tipo de merchandising con el que genera ingentes beneficios a la cadena. Se le incluye en la mayoría de listas televisivas (TV Guide, Entertainment Weekly o incluso la revista Time) entre lo mejor de la historia de la televisión. Tiene en su haber premios BAFTA, Annie y Emmy y acaba de estrenar su segunda película. Es imposible que no te hayas cruzado nunca con el bueno de Bob.
Bob Esponja Pantalones Cuadrados vive en Fondo de Bikini, toda una ciudad submarina en la que convive con peces que andan a dos patas aletas, visten y se comportan como humanos. Vive en una piña/loft con su caracol/gato Gary, con el que ejerce de padre responsable. Su vida transcurre siempre feliz, entre el sonido de su despertador y su grito de guerra camino del trabajo ("¡Estoy listo, estoy listo, estoy listo!") y el momento de apagar la parrilla del Crustáceo Crujiente.
Los momentos de más diversión de la serie se los debemos al ingenio de Bob Esponja y a su capacidad para encontrar lo bueno de cada cosa y situación
En sus ratos libres se dedica a jugar con su amigo Patricio Estrella -¿una estrella de mar un poco limitada o sólo un niño?- cazando medusas, haciendo pompas, tocando la flauta, incordiando -siempre con buenas intenciones- a Calamardo... Pero los momentos de más diversión de la serie se los debemos a su ingenio ilimitado y su capacidad para encontrar lo bueno de cada cosa y situación, como demuestra en El papel (1x16): once minutos de disparates y juerga gracias a un pequeño trozo de papel en blanco. Pero para Bob Esponja, "en las manos adecuadas, esto puede ser una mina de entretenimiento".
También le hemos visto compartir paternidad con Patricio, convertirse en periodista, entrenador de caracoles, acumulador de basura, escultor de talento o surfero; también decolorado por el sol, viajando a la luna en el cohete de Arenita, navegando sobre el lomo de David Hasselhoff como si fuera una zódiac o suspendiendo una y otra vez el examen de conducir en detrimento de la salud mental de la Sra. Puff, su profesora de la Bote-escuela. Y, alguna vez, enfadado. Porque pese a su buen talante, también tiene un límite.
'Bob Esponja' y el discurso para adultos
No hay nada que Bob Esponja ame más en el mundo (submarino) que su trabajo como cocinero. Y he ahí uno de los primeros mensajes que percibe el adulto que ve esta serie con sus ojos de habitante del mundo de los mayores: pese a que puede parecer un ingenuo al que su avaricioso y tacaño jefe explota sin compasión, él se siente afortunado porque trabaja en lo que realmente quiere y ama lo que hace. Y esa es la razón de que sus días pasen felices, espátula en mano. Mensaje para los mayores: dedicaos a algo que améis y nunca os parecerá un trabajo.
Pero, ¿qué ocurre cuando la inocencia de Bob se enfrenta a ese "mundo de mayores" que no ven la vida en formato arcoiris? Para ellos resulta irritante y agotador: como un niño pequeño, ríe -escandalosamente- por todo y su máxima prioridad es divertirse, incluso mientras trabaja. Habla mucho y sus zapatos chirrían. Algunos le encuentran tremendamente molesto; como Calamardo, su vecino, ese ser incomprendido y amargado porque ve marchitarse su talento artístico en un puesto laboral que odia: es cajero en el Crustáceo Crujiente pero ama el arte, toca el clarinete y pinta. No soporta que Bob Esponja siempre esté contento. Le acusa de perder el tiempo (y hacerle perder el tiempo) en tonterías.
En realidad su problema es que vive pensando en lo que no pudo ser (un afamado concertista y casta pura y dura) y eso le amarga la existencia, además de incapacitarle para ver la vida de otro color: mientras él se queda en casa disfrutando de su nuevo televisor, Bob Esponja y Patricio juegan con la caja vacía, montándose su propia película, por supuesto, mucho más divertida (real como la vida misma a sus ojos). Calamardo es un adulto y eso conlleva enfrentarse a una visión del mundo mucho más pragmática: ¿qué pueden tener de divertido una caja o un trozo de papel? Sí, si sabes cómo.
En el caso del Señor Cangrejo hablamos de la antítesis de Bob Esponja. Representa el capitalismo (y casi el mal), explota a sus trabajadores y vive obsesionado por el dinero y por mantener su fórmula secreta lejos de las manos de Plancton. Sabe que ha encontrado en Bob una mina de oro: es el rey de la parrilla, nunca se queja, acepta que canjee su sueldo por cosas absurdas, jamás ha llegado tarde un solo día y vive por y para el Crustáceo Crujiente. Pese a todo, su jefe jamás le valora lo suficiente y se aprovecha de su inocencia incluso para implicarle en viles engaños. Y es que al Sr. Cangrejo sólo le importa una cosa: dinero, dinero, dinero.
Ficha Técnica: 'Bob Esponja'
En sus ratos libres se dedica a jugar con su amigo Patricio Estrella -¿una estrella de mar un poco limitada o sólo un niño?- cazando medusas, haciendo pompas, tocando la flauta, incordiando -siempre con buenas intenciones- a Calamardo... Pero los momentos de más diversión de la serie se los debemos a su ingenio ilimitado y su capacidad para encontrar lo bueno de cada cosa y situación, como demuestra en El papel (1x16): once minutos de disparates y juerga gracias a un pequeño trozo de papel en blanco. Pero para Bob Esponja, "en las manos adecuadas, esto puede ser una mina de entretenimiento".
También le hemos visto compartir paternidad con Patricio, convertirse en periodista, entrenador de caracoles, acumulador de basura, escultor de talento o surfero; también decolorado por el sol, viajando a la luna en el cohete de Arenita, navegando sobre el lomo de David Hasselhoff como si fuera una zódiac o suspendiendo una y otra vez el examen de conducir en detrimento de la salud mental de la Sra. Puff, su profesora de la Bote-escuela. Y, alguna vez, enfadado. Porque pese a su buen talante, también tiene un límite.
'Bob Esponja' y el discurso para adultos
No hay nada que Bob Esponja ame más en el mundo (submarino) que su trabajo como cocinero. Y he ahí uno de los primeros mensajes que percibe el adulto que ve esta serie con sus ojos de habitante del mundo de los mayores: pese a que puede parecer un ingenuo al que su avaricioso y tacaño jefe explota sin compasión, él se siente afortunado porque trabaja en lo que realmente quiere y ama lo que hace. Y esa es la razón de que sus días pasen felices, espátula en mano. Mensaje para los mayores: dedicaos a algo que améis y nunca os parecerá un trabajo.
Pero, ¿qué ocurre cuando la inocencia de Bob se enfrenta a ese "mundo de mayores" que no ven la vida en formato arcoiris? Para ellos resulta irritante y agotador: como un niño pequeño, ríe -escandalosamente- por todo y su máxima prioridad es divertirse, incluso mientras trabaja. Habla mucho y sus zapatos chirrían. Algunos le encuentran tremendamente molesto; como Calamardo, su vecino, ese ser incomprendido y amargado porque ve marchitarse su talento artístico en un puesto laboral que odia: es cajero en el Crustáceo Crujiente pero ama el arte, toca el clarinete y pinta. No soporta que Bob Esponja siempre esté contento. Le acusa de perder el tiempo (y hacerle perder el tiempo) en tonterías.
En realidad su problema es que vive pensando en lo que no pudo ser (un afamado concertista y casta pura y dura) y eso le amarga la existencia, además de incapacitarle para ver la vida de otro color: mientras él se queda en casa disfrutando de su nuevo televisor, Bob Esponja y Patricio juegan con la caja vacía, montándose su propia película, por supuesto, mucho más divertida (real como la vida misma a sus ojos). Calamardo es un adulto y eso conlleva enfrentarse a una visión del mundo mucho más pragmática: ¿qué pueden tener de divertido una caja o un trozo de papel? Sí, si sabes cómo.
En el caso del Señor Cangrejo hablamos de la antítesis de Bob Esponja. Representa el capitalismo (y casi el mal), explota a sus trabajadores y vive obsesionado por el dinero y por mantener su fórmula secreta lejos de las manos de Plancton. Sabe que ha encontrado en Bob una mina de oro: es el rey de la parrilla, nunca se queja, acepta que canjee su sueldo por cosas absurdas, jamás ha llegado tarde un solo día y vive por y para el Crustáceo Crujiente. Pese a todo, su jefe jamás le valora lo suficiente y se aprovecha de su inocencia incluso para implicarle en viles engaños. Y es que al Sr. Cangrejo sólo le importa una cosa: dinero, dinero, dinero.
El spin-off del cómic de un biólogo
<li><strong>Título Original</strong>: 'SpongeBob SquarePants'</li>
<li><strong>Género</strong>: Animación</li>
<li><strong>Cadena</strong>: Nickelodeon (1999- actual)</li>
<li><strong>Emitida en España</strong>: Nickelodeon, Clan, Antena 3</li>
<li><strong>Disponibilidad <span class="caps"><DVD</span></strong>: Sí, hasta la octava temporada</li>
</ul></div>
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