En menos de dos horas, el alcohol será declarado ilegal por decreto de los distinguidos caballeros del Congreso. Brindemos por esos ignorantes bastardos
La aceptación de ‘Boardwalk Empire‘, el drama más destacado de HBO con Scorsese a la cabeza, ha sido muy diferente entre la comunidad seriéfila. Nosotros mismos, el equipo de editores, no llegábamos a ponernos de acuerdo cuando la serie se estrenó en septiembre, y en estos tres meses se ha hablado mucho de la serie y de su evolución a lo largo de los doce capítulos que componen esta primera temporada. Tanta expectación es lo que tiene, pero lo que nadie le niega a ‘Boardwalk Empire‘ es una ambientación (años 20) y un cuidado del detalle exquisito, que convierten a la serie en una joya que todo el mundo debería disfrutar; en su contenido, en cambio, las opiniones son muy variadas. Ésta que os traigo aquí hoy es la mía, tomadla como buenamente os convenga.
¿Lenta y aburrida? Nada más alejado…
El adjetivo que más se ha utilizado para definir a ‘Boardwalk Empire’, ya fuese para bien o para mal, ha sido el de “aburrida”, y en consecuencia, también lenta. La serie es “una de gansters”, de eso no hay duda, pero no se queda ahí; no sólo hay tiros, maquinaciones y capos de la mafia destinados a hacerse ricos de forma ilegal, también hay relaciones entre personajes, traumas de la infancia, situaciones familiares e intereses dispares que les definen a todos y cada uno de ellos.
El fallo que muchos han tenido a la hora de abordar la serie radica en las ansias por ver un drama de acción, y precisamente eso es lo que menos define a la serie. Quizá sí lo encuentren en el primer capítulo, donde el maestro Scorsese plantea varios frentes que derivan en un tiroteo fatal en el bosque, pero raramente se utilizará este recurso en capítulos posteriores. ‘Boardwalk Empire’ dispara de forma más efectiva con la palabra que con la pistola.
El fallo que tuvo la serie en sus inicios fue la falta de rumbo; es cierto que no veíamos una hilo argumental con una trama central lo suficientemente atractiva para enganchar al espectador, el excesivo número de personajes en distintas localizaciones (Chicago, Nueva York, Atlantic City) y con subtramas aisladas no ayudaba mucho a hacerse con todo el contexto, pero una vez que definimos la historia y la personalidad de sus protagonistas, todo empieza a ir sobre ruedas.
Una de gansters
‘Boardwalk Empire’ comienza justo el día antes de la implantación de la “ley seca”. El consumo de alcohol será prohibido en los Estados Unidos, y los mafiosos de todo el país se reúnen para sacar beneficio de esta medida. El que maneja todo el cotarro es justamente el tesorero de Atlantic City, Nucky Thompson, un político de dos caras que maneja todos los hilos de poder en la ciudad y más allá. Steve Buscemi ha bordado durante toda la temporada su doble papel de político comprometido y delincuente experto en el crimen organizado.
El primer capítulo nos dejaba una pacífica reunión entre todos los cabecillas del crimen organizado, liderados por Nucky y con personajes como Lucky Luciano, Johnny Torrio y Arnold Rothstein. Todo parece feliz y organizado al principio, pero la entrada en escena de Jimmy Darmody y Al Capone como subordinados que no se resignan a su papel secundario lo deja todo patadas arriba. Como consecuencia de la brutal escena en el bosque que da entrada a los primeros minutos de la serie, se deriva toda una trama de lucha, traición y venganza entre criminales.
Como dije antes, la serie dispara antes con la palabra que con la pistola. Toda esta lucha la vemos a través de diálogos, estrategias y negocios compartidos entre aliados que se convierten en enemigos cuando la situación no les compensa. La aparición de nuevos personajes y los cambios de bando entre los implicados son continuos a lo largo de toda la serie, y en ocasiones dificultan incluso el seguimiento de toda esta parte de la trama que, por el contrario, no es ni de lejos la más interesante en ‘Boardwalk Empire’.
Detrás de las pistolas
Lo verdaderamente atractivo de la serie es ver cómo las vidas personales de los personajes influyen en su evolución y en sus decisiones. ‘Boardwalk Empire’ hace un relato pausado y contenido de una sociedad oprimida, donde las mujeres no tienen derecho al voto y sólo se permite un modelo de conducta correcto; pero detrás de todo ello, de puertas para dentro, todo cambia. El policía obsesionado con el crimen se azota a sí mismo, el hermano segundón busca aliados para tumbar al poder y la mujer del soldado de guerra busca calor en una relación lésbica que, de darse a conocer, acabaría con su vida de forma casi inmediata.
Los modos de proceder de Nucky quedan patentes desde el principio, cuando manda asesinar al marido de Margaret para hacerla libre de los malos tratos que recibe continuamente; si algo le molesta, lo elimina de un plumazo. También quedan claros los modos de Jimmy, el brazo ejecutor con ganas de convertirse en una pieza más importante, que no duda en tomar sus propias decisiones cuando las cosas no van como a él le parece correcto. Y cómo no, los de Margaret Schroeder, que a la chita callando consiguió pasar de ser un paria sin dinero a estar cogida del brazo del tesorero de la ciudad, pasando por alto en último momento todas las tretas ilegales que ella siempre ha aborrecido.
El cartel de secundarios es sencillamente exquisito, y entre ellos, el que más fascinación me produce es el Agente Van Alden. Apareció poco al principio, pero la escena de los latigazos le puso en el punto de mira, y su actitud a partir de ahí no ha decepcionado. La muerte del único testigo de los crímenes del bosque hizo que su ofuscamiento le cegara la razón, y en una de las escenas más impactantes de toda la serie, acabara matando al agente Sebso, responsable no confeso de la muerte del testigo, en lo que inicialmente iba a ser una ceremonia religiosa.
El otro personaje que me ha impactado ha sido el de Ángela Darmody, la mujer de Jimmy. En un principio podría parecer una más entre esas mujeres sometidas a los deseos de sus maridos, pero a mitad de la serie conocimos que sus aspiraciones iban mucho más alla. Su relación con la esposa del fotógrafo le dio a su personalidad una dimensión completamente diferente; la frustrada huída a París planeada para el último capítulo, y el hecho de que Jimmy se diera cuenta de sus planes antes de que ella pudiera evitarlo, fueron una de las bazas de la “season finale” de la serie. Al final acabaron bien estos dos, veremos qué tal les va en la segunda temporada.
Lo que está por venir en Atlantic City
‘Boardwalk Empire’ ha optado, como otras series de su estilo, en dejar un final medianamente cerrado, sin cliffhanger ni giros de trama precipitados. La temporada termina como empezó, con una fiesta y con Nucky en lo más alto del poder, aunque esta vez con Margaret agarrada de su brazo. Personalmente, no entiendo todavía cuáles son las motivaciones de Margaret para quedarse al lado de Nucky, si es por protección personal, para garantizar su sustento económico o simplemente porque es muy fácil acostumbrarse a vida de alta gama que ofrecen los poderosos. Probablemente un poco de todo, pero desde luego que esta no es la Margaret desconfiada y de ideales fijos que vimos en el primer capítulo.
Pero detrás de ello vemos cómo se está gestando un plan para hacer caer a Nucky, un complot formado por Jimmy, su padre el Comodoro y el propio hermano de Nucky, Elías, harto de ser el segundón en todo. “Vas a recuperar Atlantic City por nosotros dos“, le decía el Comodoro a Jimmy, por lo que parece claro que esta será una de las guías en la segunda temporada de la serie. Por otro lado, veremos también cómo la vida del Agente Van Alden se complica después de que Lucy, la prostituta con la que Nucky se divertía al principio de la serie, afirme que está embarazada de él.
Finalmente, no puedo terminar de hablar sobre la serie sin comentar la posibilidad que tiene de convertirse en la triunfadora de todas las entregas de premios. A estas alturas, es fácil afirmar que ‘Boardwalk Empire’ es la única con posibilidades de arrebatar a ‘Mad Men’ el título de Mejor Drama; a mi juicio no debería ser así, y mucho menos después de la grandísima cuarta temporada que nos ha regalado AMC, pero el tono narrativo y dramático de la serie de gansters es muy del gusto de los académicos. De igual forma, Steve Buscemi tiene todas las papeletas y más para romper en la categoría de Mejor Actor, donde casi no parece haber rival. Y por supuesto, Kelly Macdonald, que al competir en categoría secundaria tiene muchísimas posibilidades de ser la sucesora de Archie Panjabi en los Emmy. De momento, tanto la serie como los dos actores están nominados a los Globos de Oro; de aquí al final de la temporada televisiva todavía queda mucha tela por cortar.
En ¡Vaya Tele! | ‘Boardwalk Empire’, una buena serie no sólo sobre gangsters