'Black Sails', sociología pirata

Los estrenos de midseason se van desgranando poco a poco hasta llegar a nosotros, y ya podemos ir comentando algunas de esas series que llevamos tanto tiempo deseando ver. Eso me ha pasado a mí con 'Black Sails', la serie que Starz estrenó hace un par de días (aunque su piloto se filtró un poco antes). El planteamiento me resultaba altamente atractivo, con esa historia contada como una "precuela" del clásico literario 'La isla del tesoro', el favorito de muchas generaciones de pequeños y grandes soñadores.

Reconozco que la primera secuencia, previa incluso a los créditos, me enganchó totalmente. Fue una manera muy emocionante de presentar a nuestros protagonistas, asaltando un barco desde el punto de vista de las "víctimas", de las aterrorizadas tripulaciones que se las han de ver con los piratas. El momento en que atisbaban a través de las rendijas de la madera, intentando ver a través del humo... creo que estuvo a la altura de las buenas series de acción.

Esto enlaza con el estupendo despliegue técnico que se le ve a la serie. Rodar en supuestos barcos, ya de por sí, es una tarea bastante dificultosa, conseguir unas escenas de acción creíbles no es tampoco moco de pavo. En esta primera secuencia se dio el todo por el todo, poniendo el listón muy alto. La ambientación está bastante bien lograda en general, algo imprescindible para que el espectador pueda entrar de lleno en la historia.

También me gustó mucho la sociedad pirata que se establece en el Warlus, el barco protagonista. El término "pirata" remite demasiado a historias llenas de fantasía y a guerreros descomunalmente fieros, crueles y sin control. Me pareció muy interesante los vínculos establecidos en el barco, con esa "democracia" que parece a punto de saltar por los aires a cada momento.

Los entresijos del Walrus

Así, el estereotipo de pirata se neutraliza pues pudimos ver diferentes personalidades entre los marinos, de los más fieros a los más tímidos, leales, honestos, bravucones... es una pequeña sociedad con sus propias reglas y actantes y que se nos presentara ya un choque entre "autoridades" fue un acierto. La historia del riquísimo barco español (cinco millones de euros, dijeron, madre mía) parece además prometer un montón de aventuras muy emocionantes que permitirán que la temporada avance a toda mecha.

La serie, pues, me pareció llena de posibilidades y con instrumentos muy interesantes para llegar a buen término aunque eso sí, hubo algunas cosas que no me convencieron tanto. He de confesar que muchas secuencias se me hicieron largas y perdí el interés en algunas de las conversaciones que me daban la impresión de que llegaban a un punto en el que no avanzaban. Creo que algo pueden tener que ver los diálogos, que no son nada del otro mundo, aunque traten de mostrar la fiereza y el bravío pirata.

En general, el mundillo de la isla de Nueva Providencia (que parecía Piratalandia) me decepcionó un poco, me parece que se cortó el estupendo ritmo que llevaba la historia. No sé, cuando le dicen a John Silver que va a acudir al encuentro de Barbanegra... pues ¡vaya! que me quedé con las ganas de que hubiera sido verdad; la orgía a manos de cinco chicas que más bien parecían haberse escapado del Bada Bing de 'Los Soprano' que de Nassau, aunque sea muy del gusto de la cadena, no me pareció ni la mitad de interesante que hubiera resultado la aparición de Su Fiereza en persona. En fin, la presentación de los personajes femeninos, tan cargados de sexualidad, no me acabó de gustar mucho tampoco.

Pero bueno, como decimos, la serie tiene muy buenos ingredientes para lograr enamorarnos: una historia prometedora, unos personajes interesantes, conflictos que se entrecruzan, la magia de una producción de época... Todo es cuestión de continuar con su visionado y ojalá que nuestras expectativas se cumplan.

En ¡Vaya Tele! | Starz lanza un órdago y renueva 'Black Sails' seis meses antes de su estreno