Con el esperado regreso de 'Black Mirror' nos estamos encontrando con episodios mejores y peores, pero siempre con la esencia de la serie en su plenitud. A mí, sinceramente, 'Nosedive' (el primer episodio del que ya os habló Marina) no me entusiasmó. Por eso acudí al siguiente, 'Playtest', algo desconfiado. Sin embargo tras su visionado a pasado a ser uno de mis episodios favoritos de la temporada.
Tras un primer episodio con "guionistas invitados", Charlie Brooker se pone al frente del episodio uniéndose al director de '10 Cloverfield Lane' (Dan Trachtenberg) han definido como su propia versión de 'Evil Dead 2' o, más bien, cómo haría 'Black Mirror' un episodio de casa encantada y, además, con temática de videojuegos.
Estamos acostumbrados a que en 'Black Mirror' vayan enseguida al grano. Por eso el comienzo de este episodio, con el trotamundos Cooper (Wyatt Russell) viajando, sacándose fotos y conociendo a una chica y hablando sobre por qué viaja y acumula recuerdos con el alzheimer de su padre en el fondo, podría pasar por el comienzo de cualquier rom com. ¿Qué es esto y qué han hecho con 'Black Mirror'?
Brooker se mete en los survival horror
Pero es simplemente un inevitable prólogo hasta que Brooker nos pone en situación: hay una compañía revolucionaria de videojuegos que buscan testers para probar su nueva tecnología: una especie de realidad virtual inmersiva (e intrusiva) que se realiza a través del cerebro. Tras superar la primera prueba, Cooper es admitido en el siguiente nivel: aguantar en una casa encantada hasta que no pueda más del pánico.
Como podréis imaginar lo que parece aparentemente un juego se vuelve una experiencia aterradora en una historia en la que Charlie Brooker quiere hablar de cómo jugamos con nuestra mente. Y lo hace inspirándose en el consabido discurso de cómo los videojuegos nos trastornan, dando su propia visión ácida de la situación y un toque "multicapa".
Si el episodio funciona es, sobre todo, gracias a confiar en Wyatt Russell ('Infiltrados en la Universidad') para el papel protagonista. La mayoría de episodios están recayendo en actores norteamericanos para lograr "traducir" 'Black Mirror' al público estadounidense. En este sentido Russell trae mucha vitalidad y arrogancia, esas dos características que hace que nos caiga bien y un pelín mal a la vez.
'Playtest' es un buen episodio que no solo juega con nuestro protagonista sino con nosotros. Al igual que él no sabe qué es real y qué no en el experimento, nosotros tampoco estamos del todo seguros de qué está pasando. El causante es una gran ejecución por parte de Trachtenberg, con un buen y oportuno manejo de los planos. Una entrega de 'Black Mirror' que está especialmente inspirado.
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