'Being Human', una bala en forma de hombre lobo

Cuando hablamos de vampiros y hombres lobo, mucha gente suele poner cara de asco, especialmente motivado por el fenómeno fan adolescente que nos asola hoy en día. En pleno auge de este fenómeno, en 2009, el canal británico BBC Three estrenó ‘Being Human‘, esa serie donde un vampiro, un hombre lobo y un fantasma compartían piso para intentar llevar una vida normal. Había reticencias, claro está, al fin y al cabo se aprovecharon del auge, pero pronto demostraron que ésta no es una serie para adolescentes.

La tercera temporada se estrenó hace apenas dos meses, y ya se ha despedido (es lo que tienen las micro-temporadas británicas), dejándonos una escena final que pocos se esperaban. Pero durante estos ocho capítulos, ‘Being Human‘ ha seguido fiel a su estilo, enseñándonos drama y comedia a partes iguales, pero sin prescindir de esa atmósfera oscura y sangrienta que nos fascinó desde el principio. Antiguos personajes han vuelto para darlo todo, y nos han presentado a otros nuevos que probablemente dirigirán el futuro de la cuarta temporada.

Los nuevos “seres” de fantasía

Podríamos dividir esta tercera temporada en dos partes. Por un lado, los primeros cuatro capítulos se limitaron a traer a Annie del purgatorio y a presentarnos nuevas criaturas. Desde Lia, que se cargó psicológicamente a Mitchell con su profecía inventada, hasta los McNair (padre e hijo) pasando por aquella zombi que se negaba a aceptar que estaba muerta, o el adolescente vampiro metido con calzador para luego protagonizar una webserie, ‘Becoming Human’, de la que os hablaremos la semana próxima cuando termine de emitirse.

Y fueron grandes momentos; aun a pesar de los capítulos estaban especialmente individualizados, centrados en cómo se las apañaban los chicos para ayudar a estas criaturas perdidas, las tramas fueron salpicadas con los detalles que se desarrollarían a partir de la segunda mitad. Me estoy refiriendo a la obsesión de Mitchell por las víctimas que dejó en el túnel 20 y al embarazo de Nina, que va avanzando no sin problemas.

La presencia de Annie este año ha sido bastante menos sustancial que en temporadas pasadas. El hecho de que definitivamente hayan optado porque nadie pueda verla (salvo las criaturas sobrenaturales) ha dado pie a que pasaran bastantes cosas, pero su relación con Mitchell no ha dado de sí todo lo que debía. Annie se ha convertido en un objeto meramente cómico, hecho para hacer reír (algo que consigue muy bien), pero ya está. Personalmente, no me he tragado en ningún momento que ella y Mitchell estuvieran enamorados, y menos despúes de la postura de Annie al final de temporada.

El regreso de Herrick y el sacrificio de Mitchell

El final de la segunda temporada nos decía que Herrick volvería para poner en apuros a Mitchell, pero no fue hasta bien avanzada la temporada cuando empezamos a verle de verdad, y de una forma bastante capada. Durante ese tiempo, los chicos no han estado libres de amenazas, sobre todo por parte de McNair y de esa panda de vampiros dedicados a crear peleas de lobos. Incluso la propia Nina se ha convertido en enemiga, delatando a Mitchell en el peor momento posible.

Cuando Herrick apareció en el piso de los chicos, Mitchell enloqueció definitivamente. La verdad es que este año he echado mucho de menos al Mitchell de los años anteriores, sobre todo de la primera temporada, donde todo era calma, paz, integración y buenos alimentos, con sus canitas al aire ocasionales. Este año ha estado atormentado todo el tiempo por su crimen del túnel, y si no se cargó antes a Herrick fue por querer sacarle la información sobre cómo volver del mundo de los muertos.

Al verdadero Herrick, al que conocimos en la primera temporada como el “malérrimo”, sólo lo hemos visto en medio capítulo, pero su evolución en los tres episodios anteriores fue fascinante, debatiéndose entre lo humano y lo vampiro, su parte buena y su parte mala, la que le hacía temer a Mitchell y la que le hizo delatarlo ante Nina. Pero en cuanto Mitchell descubrió que la muerte por “estacazo” no tenía solución, no tuvo reparo en acabar con él… y consigo mismo.

¿Y qué hacemos ahora sin Mitchell?

Mitchell muere en ‘Being Human’, y además muere con todas las de la ley. Estacazo en el pecho por parte de George (que por cierto, intensísima escena entre los dos amigos) y desintegración absoluta. Si Mitchell vuelve de esta, es que la serie no tiene ningún tipo de norma; aunque entre eso de que los vampiros puedan salir tan felizmente a la luz del día y que los chupasangres milenarios puedan entrar a las casas ajenas sin necesidad de invitación deja claro que esta serie es otro rollo.

Parece que Aidan Turner se quiere centrar más en su carrera cinematográfica, y ahora en ‘The Hobbit’ va a tener poco tiempo para otros proyectos. En cualquier caso, en una entrevista concedida hace unas semanas dijo que todo dependía de las fechas que la BBC estableciera para la grabación; es decir, que ahora mismo todo sigue en el aire, pero los rumores sobre posibles sustitutos ya han echado a volar.

De hecho, se habla incluso de que Adam, el vampiro adolescente protagonista de los “webisodios” podría ocupar su lugar, rumores que se han afianzado aún más después de que la cadena anunciara que el capítulo final de ‘Becoming Human’ se emitiría por televisión este domingo, en el horario en que se emite ‘Being Human’. El chico no pega ni con cola, para qué lo vamos a negar; las hormonas le tiran por todas partes, y no pegaría nada meterle ahora en la casa con el resto. Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Sacarán a Mitchell como una especie de híbrido entre fantasma y vampiro? Sea como sea, George, Annie, Nina y el bebé van a necesitar más ayuda que nunca, ahora que se avecina la madre de todas las guerras contra los vampiros. Pero esto lo veremos ya en 2012. ¡Qué lejos queda!

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