A Los Simuladores les falta pulirse

Sensación agridulce tras la primera emisión, el pasado domingo, de la nueva serie Los Simuladores en Cuatro. Empecemos por lo "dulce":

La idea es original por estos pagos. Al menos, se sale de la típica serie familiar o la típica serie de profesionales a las que son tan aficionados los productores españoles. Eso tiene, lógicamente, un riesgo: o gusta y es un éxito, o se hunde rápidamente porque no engancha.

La factura técnica es, además, solvente. No diré excelente, porque tampoco es para tirar cohetes, pero sí correcta.

Pero el primer capítulo me dejó algunos temores: el primero, es que los personajes principales (y no digamos los secundarios) me parecieron muy poco trabajados. Muy esquemáticos, con muy pocos matices. Tengo la duda de si esto cambiará con el desarrollo de los capítulos, pero de inicio me resultaron meras "caricaturas": el jefe lacónico que fuma puros, el guapete lanzado, el más tranquilito y el cuarto que... que... del que no recuerdo nada de nada, de plano que era.

Lo mismo me sucedió con el guión: se plantea un caso, los simuladores montan el plan y lo ejecutan a la perfección. Punto. No tuvo ninguna emoción por ver si la cosa podía fallar, si les podían pillar, si habían olvidado algún detalle... todo limpio y aséptico. Con ambientación musical estilo "Misión Imposible" todo el rato.

Tampoco me gustó demasiado el esquema cerrado del capítulo: se abre el caso y se cierra. No ví, en ningún momento, atisbo de continuidad entre episodios, de historias que queden en el aire y se desarrollen en otros capítulos. Nada.

En fin, soy consciente de que es sólo el primer capítulo y que muchos de estos temores se pueden evaporar con el desarrollo de la serie. O también confirmar. Si es el segundo caso, será una lástima porque es una idea bastante aprovechable.

En ¡Vaya Tele! | Los Simuladores

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