A la hora de elegir la mejor comedia de estreno de la temporada podemos usar diferentes varas para medir: la más original, la más “inteligente”, la de mayor audiencia o la que más te hace reír, entre otras muchas; y en términos de risa, pocas pueden hacerle sombra a ‘2 Broke Girls‘. Es una comedia pasada de todo, con pocos tapujos y ningún límite a la hora de hacer bromas. Tenemos humor negro, referencias sexuales que en muchas ocasiones son demasiado explícitas y mucha escatología que te deja la cara arrugada sólo de imaginarlo.
Lo que está clarísimo es que ‘2 Broke Girls‘ no es una comedia para todo el mundo, no es un humor para toda la familia, pero una vez que entras en su juego se convierte en una de las más esperadas de la semana. La química entre Kat Dennings y Beth Behrs es indiscutible, y el choque de personalidades entre sus personajes es lo que da sentido a la serie. Tienen una guía argumental, la creación de un negocio de “cupcakes” que les saque de la pobreza, pero aquí lo divertido son los juegos de palabras y los dobles sentidos.
Vaginas, caca y mucha pobreza
Con la llegada de Caroline al apartamente y al trabajo de Max, la serie se centró inicialmente en la adaptación de la rubia a su nueva vida de pobreza, pero pronto abandonaron esa “novedad” para dar rienda suelta al verdadero filón que nos divierte, el de los chistes más asquerosos. Sólo ’2 Broke Girls’ puede utilizar dos minutos seguidos de reloj (que para una comedia como ésta supone una décima parte de su duración) para hacer un continuo juego de palabras con “cum“ (“correrse) y “come“ (“venir”).
Hay que reconocer que en ocasiones esta escatología la llevan demasiado al extremo, enseñando con innecesario detalle el producto intestinal de un caballo o bromeando con abusos y algunos temas algo más serios, aunque nunca de forma explícita. En un afán por ir siempre un paso más allá llegan a colarse un par de pueblos, pero por suerte no es la tónica general de la serie. Eso sí, nunca dejará de sorprenderme la cantidad de barbaridades que pueden llegar a soltar en prime time; y además en CBS, la cadena más conservadora).
El supuesto racismo de ’2 Broke Girls’
En la gira de invierno del TCA (Asociación de Críticos de la Televisión) se produjo, según los que asistieron al encuentro con los actrices y productores de la serie, una de las situaciones más incómodas que se recuerdan. Al parecer, los asistentes recriminaron con dureza que ’2 Broke Girls’ es una serie racista, que se ríe de otras culturas, de otras razas y de los inmigrantes americanos a través de los personajes secundarios que la serie tiene en plantilla. Desde Oleg hasta el pequeño Han, pasando por el adorable Earl.
Lo que yo saco en claro de esta situación es que hay mucha hipocresía entre los críticos, y que ver el éxito de una serie que desprecias con toda tu alma puede llegar a ser muy doloroso. ’2 Broke Girls’ se rie de Han, pone a Oleg como un guarro viejo verde, y no duda en utilizar el color de piel de Earl para hacer bromas (que no se dice negro, se dice afroamericano); pero también se ríe de lo borde que es Max y, sobre todo, de los remilgos de Caroline. Puedes optar por indignarte o por pasártelo bien con lo que hacen. Yo he optado por lo segundo.
Lo más gracioso de todo es que, después de este encuentro, la serie ha optado por endurecer aún más este tipo de bromas, añadiendo a Sophie como nuevo personaje extranjero con el que seguir riéndose largo y tendido. Y con mucho éxito.
Max y Caroline, ¿ricas o pobres?
Y más allá de todo este guirigai de bromas extremas, ’2 Broke Girls’ no renuncia tampoco a ese puntito adorable, a darnos esas lecciones sobre la vida en las que todo el mundo se preocupa por el resto. No han sido pocos los momentos en los que Max o Caroline perdían un poco el norte para luego volver a centrarse gracias a la ayuda de su compañera. Son pequeños momentos emotivos al final de cada capítulo, no muy necesarios pero que se toleran bastante bien.
Terminaba la temporada con una posible opción de futuro para el negocio de “cupcakes”, Martha Stewart mediante. No sé si ’2 Broke Girls’ dejará de ser en algún momento la serie de dos pobretonas intentando cumplir el sueño americano, pero si lo hacen, al menos espero que se lleven con ellas a todo el elenco de secundarios. No es una serie que canse, su humor tiene mucha cuerda y cambiar el marco podría acabar con ella, por lo que no creo que veamos ningún cambio mayor a medio plazo. Aunque ver a Max entre lujos sería algo apoteósico, ya lo vimos en la visita a la antigua casa de Caroline.
En ¡Vaya Tele! | ‘2 Broke Girls’, la vagina, el pene y la caca de caballo