'Argo', de Ben Affleck y 'Salvajes', de Oliver Stone en San Sebastián 2012

El Festival de Cine San Sebastián continúa celebrando su 60 edición con una Sección Oficial a concurso en la que hay consenso sobre la calidad general de la selección de películas y con proyecciones fuera de concurso y en secciones paralelas de idéntico interés. Se suceden las visitas de numerosas celebridades que seguirán desfilando por Donostia hasta el sábado 30.

Oliver Stone recogió el Premio Donostia y presentó su último film 'Salvajes'(2012), junto con sus intérpretes, John Travolta, quien también ha recibido otro de los cinco Premios Donostia entregados este año para conmemorar su 59º año de convocatoria, y Benicio del Toro. La película se ha calificado como "trepidante thriller" al que " no le importa escandalizar". Desde El Mundo, Luis Martínez discrepa y la califica de "alborotado delirio […] machista, exhibicionista y ruidosa de forma tan autoindulgente y primaria que, por momentos, más parece el ejercicio de fin de curso de un discípulo del director que un trabajo del propio Oliver Stone". Los medios hablan mucho más de la polémica que del cine, pues Stone en su rueda de prensa habló de la legalización de la marihuana, de Aznar y de Bush.

Se cuenta que, tras la proyección de 'Argo' (2012), de Ben Affleck, alguien gritó "vaya americanada", aunque otros hablan de "peliculón". Otras voces prometen "ritmo y tensión hasta el final. También es una película divertida. Sin pretensiones, pero muy recomendable." " La película más emocionante en mucho tiempo." Pero también hay a quien no le cuela: "aplicando mecanismos Hollywood hasta provocar un poco de sonrojo". Mientras algunos prometen "Un enérgico ejercicio de cine que ratifica la temprana madurez de un realizador destinado a convertirse en un clásico." Para otros "Affleck vuelve a demostrar su pericia a los mandos" de "una película que, en realidad, son tres" y "que transcribe intacto el modo de hacer cine de los años 70".

'En la casa' ('Dans la maison', 2012), de François Ozon, consigue poner de acuerdo a los críticos. En el mismo enlace de El Mundo se puede ver que se la eleva a la categoría de obra maestra para añadir que es " un milimetrado juego de espejos en el que la realidad y la ficción, el drama y la comedia, la desesperación y el amor se cruzan". Carlos Boyero, enviado por El País, coincide en considerarla " una película misteriosa y excelente […]una apasionante tela de araña, coronada con un final en estado de gracia. Todo resulta hipnótico y perturbador". "Ozon encuentra el camino intermedio en este engranaje perfecto que deslumbra al intelecto mientras acaricia la diversión", añade la agencia EFE.

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