El estreno de 'Z, la ciudad perdida' ('The Lost City of Z'), nos devuelve un icono cinematográfico que llevaba años parcialmente desaparecido de nuestras pantallas: el del explorador obsesionado con un descubrimiento que puede cambiar su vida y la del resto de la humanidad (o, al menos, darle fama y fortuna). Ese encomiable objetivo le animará a adentrarse en las junglas más espesas o los desiertos más áridos con tal de llegar verlo realizado.
En los años ochenta, gracias al descomunal éxito de Indiana Jones, vivimos una auténtica invasión de exploradores de todo pelaje y, poco después, su muerte por agotamiento. El aventurero nato, ese que en literatura había poblado novelas como 'Las minas del Rey Salomón' o 'Viaje al centro de la Tierra', símbolo a veces de la potencia colonizadora de occidente y a veces de la mera curiosidad humana venida a más, acabó esfumándose.
Y aunque siempre nos quedarán aventureros rancios y sudorosos como Fawcett (y los blu-rays de Indiana Jones), lo cierto es que hay mucho aventurero por revisar. Estos son algunos de los más increíblemente tronados: exploradores de raza que ponen su vida en peligro por un vete tú a saber qué entelequia, superados por la Aventura en mayúsculas y por las inclemencias del tiempo, que hay que acordarse siempre de coger la rebequita.
Hacia rutas salvajes
Reciente película escrita y dirigida por Sean Penn y protagonizada por Emile Hirsch basándose en hechos reales. Como en tantas otras películas de esta lista, la aventura va por fuera, pero también es un autodescubrimiento: el de Christopher McCandless, un joven que decide romper con las comodidades del día a día y viajar a Alaska. Allí quedará atrapado en un autobús desvencijado y comenzará la auténtica supervivencia.
El trágico final del joven desató cierta polémica en torno al libro en el que se inspiró Penn, sobre todo porque animó a otros jóvenes a seguir la estela de McCandelss y buscar el autobús, encontrando algunos la muerte en el trayecto. Pese al leve aire buenista tan propio de Penn, como película clásica de aventuras 'Hacia rutas salvajes' es muy interesante.
Las montañas de la luna
Una de las aventuras más míticas de la historia del Imperio Británico, retratada aquí en una película que es pura épica polvorienta: en 1857 Richard Francis Burton y John Hanning Speke viajaron a África Central en busca de las fuentes del Nilo.
La durísima aventura condujo a una rivalidad sin parangón entre dos hombres de caracteres muy fuertes y opuestos, interpretados aquí por dos tremendos Patrick Bergin e Iain Glen. Dirige el semiolvidado y muy reivindicable Bob Rafelson.
El Dorado
De todas las películas que generó la travesía de Lope de Aguirre en América buscando la legendaria ciudad de El Dorado, sin duda nos quedamos con dos: esa locura (como la que experimenta su personaje) que es 'Aguirre, la Cólera de Dios', primera de las cinco imprescindibles colaboraciones entre Werner Herzog y Klaus Kinski; y 'El Dorado', una producción española de Carlos Saura que es puro exceso español.
Muy discutida en su día por su megalomanía y aparatosidad visual, cuenta el demencial periplo de Lope de Aguirre sin reparar en gastos. Fue la película española más cara de la historia y hoy quedan de ella una serie de imágenes hipnóticas y delirantes que se cuentan entre lo mejor de su director. La próxima película de Agustín Díaz Yanes, 'Oro', recupera la historia.
Las aventuras de Jeremiah Johnson
Ves el título en castellano y a Robert Redford haciendo de trampero y crees que esto va a ser una aventurilla luminosa y reconfortante... hasta que descubres que el guion lo escribió John Millius y que está basado en la auténtica historia de un tipo apodado Come-hígados.
De tono oscuro y pesimista, 'Jeremiah Johnson' hace que lo que en principio parecía una adaptación de 'Los mineros de Alaska' de Salgari se convierta en una película survivalista de venganzas locas. El lado más oscuro de la aventura, expuesto de la forma más descarnada en un clásico que aún hoy es recordado por razones distintas a las que todo el mundo cree.
El hombre de una tierra salvaje
Otra de tramperos, ésta con una historia inspirada en las desventuras reales de Hugh Glass, muy conocido hoy por inspirar 'El renacido' de Iñárritu, y de la que esta 'El hombre de una tierra salvaje' es casi un remake, con la modesta y cruda aventura acerca de un explorador que es dado por muerto tras el ataque de una osa grizzly. Y tras sobrevivir y entrar en comunión con la naturaleza, clamará venganza.
Planteada tras el éxito de 'Un hombre llamado caballo', con la que comparte guionista (Jack DeWitt) y protagonista (Richard Harris), se pone definitivamente por encima de la egomaniaca epopeya de Iñárritu gracias a su crudeza formal, el duelo interpretativo entre Harris y el villano John Huston y la huella fantasmagórica de muchas de sus imágenes, como las del barco atravesando tierra firme busca de un mar en el que posarse.
Fitzcarraldo
Hablando de barcos atravesando zonas sin agua, tenemos 'Fitzcarraldo', obra magna de ese dúo de titanes incomparable y que tanto ha hecho por la Aventura como un lugar mental más que físico (aunque te la encuentras en lo más hondo de la jungla, también): Klaus Kinski y Werner Herzog. Juntos o por separado, como luego ha demostrado el propio Herzog en 'Grizzly Man' o su última e insensatísima 'Salt and Fire'.
'Fitzcarraldo' es la prueba de que el auténtico aventurero en toda esta historia siempre ha sido Herzog.
En 'Fitzcarraldo', Kinski lleva al extremo la idea de la selva como un estado de la mente (uno no muy juicioso, además) que ya ensayó en la citada 'Aguirre, la cólera de Dios', con el periplo de un millonario decidido a plantar un barco enorme en plena jungla. Aunque tenga que tenga que tirar de él para subir una montaña.
'Fitzcarraldo' es una celebración del empeño humano en hacer lo que se te ponga en las narices, de aquella manera y cueste lo que cueste. Con su poco de nihilismo y de vacío existencial, también. Dueña de imágenes de una poética salvaje y única, 'Fitzcarraldo' es la perfecta película artística de aventuras, y también la prueba definitiva de que en toda esta historia el auténtico explorador de lo desconocido era Werner Herzog.
Tras el corazón verde
Ya que Indiana es un poco el responsable de toda la explosión de películas de aventuras de los ochenta, y que su infuencia se extiende hasta ayer mismo, con películas como la fabulosa (en serio: fa-bu-lo-sa) 'El tesoro del Amazonas' con The Rock, no podíamos dejar de traer hasta aquí alguna imitación directa. Después de revisar 'El templo del oro' de Chuck Norris y las de Quatermain de la Cannon, nos quedamos con esta.
'Tras el corazón verde' es una mixtura muy afinada de aventura y risotadas (pocos en los ochenta sabían meter elementos de comedia en géneros tradicionales como lo hacía Robert Zemeckis: no hay más que ver 'Regreso al futuro' o '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'). Su trío protagonista es perfecto: Kathleen Turner, Michael Douglas y Danny De Vito buscando un tesoro legendario en la selva de Colombia.
El resultado no oculta sus referentes: es una versión cruda y quizás más agresiva de las películas de Indiana (y con stunts de acción más chiflados), y que estéticamente tiene más que ver con 'Holocausto Caníbal' que con el pulcro aventurero de Spielberg. Perfecto cine de entretenimiento del mejor Hollywood de los ochenta, con un humor desfasado y lleno de esquirlas.
La selva esmeralda
Junto con 'La costa de los mosquitos' de Peter Weir, 'La selva esmeralda' conforma el gran díptico de cine selvático de aventuras ecológico-tremendistas de los ochenta, aunque aquí John Boorman se apunta a un tono menos no tan oscuro como el del gradual descenso a la locura de Harrison Ford en el film de Weir. Para ello parte de un punto similar a 'Centauros del desierto', pero sin el elemento revanchista del clásico de Ford.
Aquí Powers Boothe comanda una expedición por el Amazonas en busca de su hijo, secuestrado por una tribu indígena cuando era un niño. El periplo le abrirá los ojos a formas de vida que la civilización está exterminando gracias a la contemplación de rituales, costumbres y razas perdidas en el tiempo que viven en peligro por la destrucción de los bosques amazónicos.
Gold, la gran estafa
Una de las últimas películas de aventura selvática no está cortada por el patrón de Indiana Jones, sino por el de 'El Lobo de Wall Street', con una historia de ascenso y caída protagonizada por un Matthew McConaughey que da vida a un empresario de poca monta que decide buscar oro en la selva indonesia. A partir de ahí, lujo, estafas, ambición y mucha gente disputándose el botín dorado.
Stephen Gaghan, director de 'Syriana' y guionista de 'Traffic', sabe moverse por parajes ajenos a la civilización y lo vuelve a demostrar en esta película que aprovecha la renovada devoción del público por los canallas de altos vuelos. Y que, ante todo, demuestra que la Aventura de verdad, sea cuestión de venganza, ambición o vanidad, es algo que nace de nuestros impulsos más primarios.
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