'Survivor: Winners at War', la temporada más épica del mejor reality de la historia de la televisión

Puede que estés empezando a leer este artículo creyendo que vamos a hablar sobre 'Supervivientes' y hayas empezando a mirar en diagonal esperando encontrarte con referencias a reality shows casposos (pero exitosos). Nada más lejos de la realidad: 'Survivor' no tiene nada que ver con 'Supervivientes'.

De hecho es, posiblemente, el mejor y más influyente programa de televisión americano de las últimas dos décadas, y después de casi 600 episodios, en su temporada 40ª, ha conseguido hacer lo que nadie antes había podido hacer: ha juntado a los ganadores de otras ediciones para competir una vez más, y el resultado está siendo único. Y te lo estás perdiendo.

Qué es 'Survivor' (y por qué no es 'Supervivientes')

Por resumir muy brevemente en qué consiste este juego y que entiendas el resto del artículo, vamos a simplificar el mecanismo: dos (o tres) tribus con diferentes concursantes participan en desafíos físicos o mentales.

La tribu que pierde debe expulsar a uno de sus miembros mediante una votación secreta, que solo puede modificarse si alguien ha encontrado un ídolo de inmunidad oculto (normalmente perdido por la isla) y lo juega, invalidando sus votos contra él o la persona que elija.

Después de varias expulsiones y de volver a dividirse, las tribus se juntan en una y las pruebas pasan a ser individuales. Al final, los concursantes que lleguen al último Consejo Tribal deben recibir el voto de sus compañeros expulsados, que, tras preguntarles cualquier duda que les quede, decidirán quién gana un millón de dólares en otra votación secreta.

No es un funcionamiento complejo, pero sí es un juego imprevisible e imposible de dominar.

Ganar 'Survivor' no es nada fácil, y cada uno de los que lo han hecho lo han logrado por un motivo diferente. Uno dominaba el juego social, otro los desafíos, otro sabía cuándo arriesgarse, otro consiguió muchos ídolos de inmunidad…

Aquí no hay que convencer al público de fuera ni crear espectáculo barato, sino crear poso en tus propios compañeros y expulsarles del programa sin que sientan rencor por ti. Es por eso que algunos jugadores míticos que han dominado las expulsiones, como Russell Hantz, nunca han ganado por su pobre juego social.

38 personas han ganado el programa hasta ahora, y la única en repetir es Sandra Díaz-Twine, que lo hizo en 2003 y 2010 y, por supuesto, ha vuelto a este delicioso 'Winners at war'.

Veinte ganadores enfrentados por el doble del premio habitual (dos millones de dólares) en un ambiente en el que la estrategia, los puñales por la espalda y la incertidumbre son el pan de cada día. Y nadie está a salvo, aunque tenga varios ídolos de inmunidad en su bolsa.

'Winners at War' es el 'Vengadores: Endgame' de 'Survivor'

Esta edición incluye algo que ninguna otra, incluyendo las All-Star, han sido capaces de introducir: las relaciones preestablecidas.

Algunos de estos jugadores han participado ya hasta siete veces y se han visto las caras en diferentes realities, incluyendo una partida de póker en la que cuatro de ellos incluso insinuaron una posible futura alianza. ¡Incluso participa una pareja casada y dos exnovios!

Por una vez, ‘Survivor’ no podía hacer como que todas las decisiones se han tomado dentro del juego sin influencia exterior: muchas de ellas tienen su base fuera o en las relaciones que se crearon en temporadas pasadas. Para haceros una idea: esto es el 'Vengadores Endgame' de 'Survivor'.

Una temporada que difícilmente comprenderás si es la primera que ves, que tiene decenas de ramificaciones y detalles, con personajes que has aprendido a querer (y odiar) a lo largo de los años, reinas y serpientes, puñales y alianzas. Es, además, el final de una era, con muchos de los concursantes más míticos prometiendo que esta será su última temporada, ganen o pierdan.

Han hecho falta 20 años y 40 ediciones para tener un formato tan sólido (a pesar de cambios que los productores intentan dar para renovarlo y que caen bastante mal entre los espectadores), un casting tan reconocible y unos espectadores que esperan lo inesperado… y pese a todo son sorprendidos.

Porque si hay algo que define 'Survivor' es la sorpresa: ese ídolo de inmunidad que alguien presta inocentemente a su enemigo secreto, ese discurso que consigue cambiar el voto de la mayoría, ese jugador que pasa desapercibido hasta que, de pronto, su voto es decisivo.

En 'Survivor: Winners at war' todos saben lo que es pasar por ahí, y lo que tienen que hacer para recibir el respeto de sus iguales. Por eso juegan al límite y sin dejarse doblegar por nadie. Es una temporada que ha empezado a 100 kilómetros por hora, y a partir de ahí no ha quitado en ningún momento el pie del acelerador.

40 ediciones de un programa que lo cambió todo

Los fans sabíamos que nos iba a hacer daño ver a tantas leyendas marchándose una detrás de la otra, pero al mismo tiempo es sanador ver la evolución natural que ha tenido el juego durante estas dos décadas: los concursantes antiguos juegan de una manera más sutil y los modernos son mucho más agresivos.

Y esta edición 40 es un homenaje a ambas formas de jugar, demostrando que, al menos dentro del montaje de los episodios, se complementan.



Durante los últimos años, es innegable que 'Survivor' ha bajado en interés y calidad, con algunas temporadas que eran tan sosas como masticar papel, pero aquí ha dado un golpe sobre la mesa, demostrando por qué es el programa que lo cambió todo.

Es más, incluso se echan de menos más minutos para estos concursantes a los que ver planear es toda una gozada: 40 minutos semanales son muy pocos para comprender correctamente las dinámicas de poder en las tribus, la lógica de pensamiento y las conclusiones a las que llegan los concursantes, incluso con los genios tras el equipo de edición y guión (por enésima vez: sí, los realities están guionizados, aunque en este caso a posteriori, buscando una narrativa coherente viendo los totales) haciendo el mejor trabajo posible.

Pero no os confundáis: 'Survivor: Winners at war' está siendo historia de la televisión que además se siente como un punto y seguido de una etapa.

Si siempre os habéis querido asomar al mundo de ‘Survivor’, esta es la peor temporada para empezar ('Cagayan' o alguna de estas otras cinco ediciones son quizá mejores opciones), pero está siendo un viaje inolvidable por estos veinte años de historia de una televisión que, o bien ha sido corrompida en otros países ('Supervivientes'), o bien ha caído en el tedio ('Gran Hermano', 'The Amazing Race').

'Survivor' sigue siendo el mejor reality de la historia de la televisión. Y haríais bien en no hacerle de menos. The tribe has spoken.

Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com

VER 9 Comentarios

Portada de Espinof