Día convulso el que estamos viviendo hoy en torno a uno de los grandes realities de la televisión española. Hoy hemos conocido que Gestmusic, productora de 'Operación Triunfo', ha despedido a Itziar Castro, profesora de interpretación de esta edición.
Itziar llegó con un duro (y difícil) cometido: intentar llenar el hueco dejado por Los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi) en esa cátedra. Su fichaje fue bien recibido porque estaba recomendada por los profesores salientes, por lo que se esperaba que el resultado fuera satisfactorio. Pero tras más de un mes de concurso podemos afirmar que no lo ha sido.
Quitando la primera ola de mensajes entre productora e Itziar, con las primeras informaciones apuntando al poco compromiso de la actriz con el programa, nos encontramos con sendos comunicados por cada una de las partes, con su versión de los hechos.
Por un lado Itziar ha querido dejar claro que la decisión ha sido tomada unilateralmente por el programa "de forma precipitada" y fulminante (se lo comunicaron justo después de una clase):
Comunicado de Prensa.
— Itziar Castro (@ItziarCastro) 31 de octubre de 2018
Itziar Castro - Operación Triunfo
Tras las informaciones publicadas en varios medios de comunicación acerca del despido de Itziar Castro del programa Operación Triunfo desde su oficina de representación y en nombre de la actriz queremos...
Por el otro Gestmusic da la que cree la razón principal: sus clases no funcionan.
Comunicado de Gestmusic Endemol pic.twitter.com/J61Rl20Ktj
— Gestmusic (@Gestmusic) 31 de octubre de 2018
Este despido fulminante de Itziar no es más que el sacrificio del chivo expiatorio que cree necesitar 'Operación Triunfo' en esta presente edición. Que no digo que Castro sea buena o mala profesora o que el despido esté más o menos justificado (ahí entraré en breve), sino más bien de que es una víctima de la crisis que atraviesa el programa.
Ya hace un par de semanas, cuando surgió la polémica por usar la palabra "mariconez" en la canción Quédate en Madrid de Mecano, se vio que el programa no había sabido muy bien gestionar el tema y que había "Dos OTs" con ideas demasiado distintas: la de los chicos y chicas de la Academia y la dirección del programa.
Pero, recordando que esto es un concurso musical, hay dos problemas graves. Uno es que a estas alturas de concurso (estamos casi en el ecuador) el ratio de voces mediocres es preocupante. El otro es que la palabra espectáculo brilla por su ausencia.
Y no me refiero a que el formato de gala se haya anclado en 2001 (que ya les vale el relleno que hay), sino que los chicos y chicas de la Academia no dan juego alguno en el escenario. Todos son, por comparar con el año pasado, unos "Cepedas" de la vida. Hay alguno (Alba, Famous.,.) con bastante presencia pero que no terminan de entusiasmar.
Lo peor de la mediocridad del casting de este año, es que vienen ya de sabidillos y conscientes del pantallazo mediático que supone OT. Conviven, dicen cuatro frases buenrolleras para que tengan vídeos y, si eso, cantan. Aquí Noemí Galera, como directora de casting, se ha lucido. Aunque también sabe poner las cosas claras.
Y llega el momento de cantar y vienen los problemas. Entre la desgana general, que su capacidad de transmitir emociones se acerca a la nulidad y que si una canción no les gusta "no se identifican con ella" (lo que, por otro lado, implica problemas de empatía) hay una mezcla de ingredientes fatídicos para una clase de interpretación.
Al igual que ese profesor al que suspenden por no llegar al x por ciento de aprobados, a Itziar se la han jugado por no saber hacer que sus alumnos den más de sí mismos. Pero tampoco tengo claro que, como profesora, fuera lo suficientemente buena como nos hicieron creer en su momento.
Algo que creo que desde el concurso ya sabían. Si ya tenía el cartel de ser "la sustituta" colgado de forma bien visible, el hecho de que los Javis aparecieran de vez en cuando para hacer una master class denotaba cierto menosprecio hacia su labor. Algo que también se veía en los pocos vídeos de sus clases que trascendían (ahora mismo se me ocurren más momentos de las clases de protocolo que suyos), cuando en 2017 era un no parar de momentazos.
No sé si seguís los pases de micro de los sábados (el primero de la semana), pero no hay día en que, con una actuación mala, Itziar no eche balones fuera diciendo que en su clase habían logrado hacer noséqué y aquí no. Que me lo digas una vez vale, pero más ya sospecho que la culpa no es únicamente del alumno.
Mañana jueves, después del reparto de temas, sabremos quién o quienes sustituirán a Itziar en la Academia (se vaticina que Los Javis podrían volver)... pero espero que desde Gestmusic se den cuenta de que el problema de 'OT 2018' no es únicamente la clase de interpretación. Es una cadena de malas decisiones y de malos enfoques desde el momento mismo en que se empezó a producir esta edición.
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