Más que a poner a prueba su amor, tenemos bastante claro que los concursantes de La isla de las tentaciones van al reality a chupar cámara. El mejor ejemplo lo tenemos en Adrián, que ya tiene su cara de dolor ensayada para cada vez que lo pinchan en plano.
Que vienen curvas
Adrián Blanch tiene 32 años y es de Valencia. Es empresario y participa en la gestión del gastrobar Jockey, el Comittee y Mya, dos discotecas también valencianas. Su cuenta de Instagram ronda los 26,7 mil seguidores y su cuenta de TikTok 28,6 mil seguidores.
A la isla llegó como pareja de Naomi Asensi, con quien lleva dos años y medio de relación. Se conocieron de fiesta y ella le veía al principio solo como un amigo hasta que soñó que se liaban y ya no había marcha atrás. Mandaron a sus anteriores parejas a freír espárragos y comenzaron a salir juntos.
En el reality empezaron con mal pie, ya que a Naomi le sentó mal que Jennifer, la tentadora favorita de Adrián, se burlara de ella diciendo "que venían curvas" y le montó la de dios a su novio. Más adelante, con quien mejores migas ha hecho es con Keyla y parece que se irán a dormir ju en la siguiente gala.
Aunque parezca que Adrián se lo está pasando de lujo en su villa, cada vez que se enfrenta a la hoguera o que Sandra aparece por Villa Playa, le cambia la cara y se le retuerce en una mueca de dolor. Supuestamente, por pensar que Naomi se está acercando demasiado a Napoli... tampoco es que haya pasado gran cosa pero a él se lo parece.
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