¿Quién no se ha visto en una situación en la que ha pensado: "a la mierda, acabemos con todo de una vez"? Bueno, quizás no sea algo que ronde por las cabezas de todo el mundo, pero siempre nos hemos sentido misteriosamente atraídos por el riesgo, por el vértigo, por vivir en una película de Alfred Hitchcock. O en 'The Game'.
Vamos, seguro que mientras veías la película de David Fincher no podías dejar de pensar: “ojalá me pasase algo así a mí”. ¿Sí? Pues enhorabuena, 'The Push' es tu nuevo programa favorito.
El mentalista
Derren Brown lleva quince años dando guerra en la televisión. Mentalista e ilusionista británico, debutó en la pequeña pantalla allá por el año 2000 con 'Derren Brown: Mind Control', y desde entonces ha producido multitud de shows, diseñados tanto para escenarios como para la televisión. En su currículum también podrás encontrar libros sobre magia orientados a profesionales y aficionados.
Además, también ha creado varias series y programas especiales, como este increíble 'The Push' que puedes encontrar en Netflix.
Brown afirma no poseer ningún poder paranormal, y sus actos vienen a estar diseñados para exponer los métodos de quienes sí lo hacen, como esos curanderos o médiums que pueden arruinar vidas. En sus actuaciones, Brown explica que sus efectos se logran a través de "magia, sugestión, psicología, distracción y espectacularidad". Lo que viene a ser un mago. Pero un mago cerebral.
A pesar de venir con la etiqueta de "Netflix Original" (como numerosas series que tampoco son originales de la plataforma), 'The Push' es en realidad 'Derren Brown: Pushed to the Edge', emitido el 12 de enero de 2016 en Channel 4, y que ha cambiado de título para la ocasión. Algo que no tiene nada de malo si tenemos en cuenta que fuera del Reino Unido no se trata de alguien especialmente popular o que apenas tengamos acceso a sus trabajos anteriores.
'The Push': asesinato en "prime time"
Lo que propone el mentalista en su último y perverso juego no es nada que no haya hecho antes: el muy perro lleva años hundiendo psicológicamente a los (in)voluntarios que osan aparecer en sus espectáculos, ya sea asesinando al pobre Stephen Fry, matando gatitos o secuestrando bebés.
En este programa, y es mejor no entrar en detalles, seguiremos durante una hora a un pobre pelirrojo y ciudadano random llamado Chris, que se meterá en un lío descomunal que incluyen una importante serie de delitos que podrían acabar con su vida.
Podrás estar de acuerdo o no, y no conocemos la letra pequeña del contrato que media entre ambas partes, pero como experimento social, 'The Push' es un hito en toda regla y el más poderoso que hayamos visto jamás en televisión. Brown demuestra cuán frágiles y manipulables somos a poco que alguien, a quien no necesitamos conocer, pulse las teclas adecuadas.
Plagado de cámaras ocultas, comunicación en directo, extraordinarios actores y unos efectos especiales absolutamente increíbles, 'The Push' coloca al espectador en el primer vagón de una montaña rusa emocional en la que reirá, se llevará las manos a la cabeza y disfrutará como un niño en ese parque de atracciones viscerales que, a veces, diferencian al hombre del resto de animales.
Cómo pueda o no recuperarse uno de las secuelas tras una hora en medio de un sarao de este tipo ya es harina de otro costal. Prepara las palomitas, arranca Netflix y déjate llevar por la diversión de la crueldad humana. Ah, por cierto: cuanto menos sepas, mejor.
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