Si leeis alguna entrevista a actores estadounidenses de series de televisión, es bastante habitual que, cuando les preguntan qué otros programas ven por la tele, casi todos mencionen ‘Top Chef’. También es normal que, cada vez que empieza una nueva temporada de este reality concurso, los blogs estadounidenses se llenen de entradas que diseccionan cada capítulo, y por el programa han pasado algunas personalidades bastante famosas para ejercer de jueces invitados. Como culmen de todo lo logrado en las ocho temporadas que lleva en antena, el año pasado consiguió arrebatarle a ‘The Amazing Race’ el Emmy al mejor reality, e impedir que ganara su octavo premio consecutivo.
¿Pero qué tiene ‘Top Chef’ para alcanzar esa repercusión, muy diferente de la que asociamos en España con un reality show? Que gente como Neil Patrick Harris, Zooey Deschanel, Natalie Portman, los muñecos de ‘Barrio Sésamo’ o Joe Jonas (sí, también) aparezcan en el programa da una idea de la dimensión que ha alcanzado el título del canal por cable Bravo, nacido al calor del éxito de ‘Project Runway’ y que ha terminado superándolo en cuanto a aceptación. En ‘Top Chef’, la competición es entre cocineros que deben demostrar que son más creativos, tienen más recursos y aguantan mejor la presión que sus rivales, y sus personalidades importan menos que la comida que sirvan, que es lo que los jueces usan para decidir quién continúa y quién no, por muy simpáticos u odiosos que ellos sean.
La mecánica
El desarrollo básico siempre suele ser el mismo. Un grupo de varios chefs (en la última temporada emitida hasta ahora, que era una edición All-Star, eran 18) se reúne en una determinada ciudad de Estados Unidos para competir por 200.000 dólares y otros premios a cargo de la revista Food & Wine. El primer programa se grabó en San Francisco, y la última edición ha tenido lugar en Nueva York. Los chefs tienen que superar en cada episodio dos pruebas: una rápida (Quickfire) en la que tienen un tiempo muy limitado para cocinar un plato siguiendo unas determinadas instrucciones. Pueden tener que hacerlo en sólo 15 minutos, o sin utensilios, o tiene que ser algo frito al estilo del sur de Estados Unidos. La otra prueba es la de la Eliminación, y aquí los platos que tienen que cocinar suelen seguir un tema concreto y se hacen en un lugar específico, ya puede ser el restaurante del juez invitado, o un centro comercial, o para el cumpleaños de algún famoso, como Jimmy Fallon. En esa prueba, los cocineros tienen generalmente varias horas, o algo más de un día, para prepararlo todo, comprar lo que necesiten, y luego cocinarlo en un par de horas en el sitio donde va a servirse la comida.
Esos platos son los que juzgan los jueces, encabezados por la presentadora, Padma Lakshmi, y el chef Tom Colicchio. Con otros cocineros reconocidos en Estados Unidos, como Anthony Bourdain, Eric Ripert o Wolfgang Puck, deciden quién ha elaborado el mejor plato, y el que más se ajustaba a lo que se pedía, y quién no lo ha hecho y, por tanto, debe abandonar el concurso (o, como suele decir Padma, “empaqueta tus cuchillos y vete”). Entre las pruebas eliminatorias se da también la “guerra de restaurantes”, en la que los concursantes deben crear de la nada un restaurante y que es de las más populares entre los fans. Porque leído así igual no parece gran cosa, pero la edición de cada programa y el modo en el que se presentan los desafíos hacen que ‘Top Chef’ sea muy, muy entretenido y emocionante.
El sello Bravo
El programa es uno de los más exitosos de Bravo, canal que pertenece a NBC Universal y que es conocido por sus realities. Perdió ‘Project Runway’ ante Lifetime, pero ha encontrado un filón en la saga de ‘The real housewives’, de donde bebía ‘Mujeres ricas‘. Si éstas empezaron creo que en Beverly Hills y luego han tenido spin-offs en Nueva York, Atlanta y Washington, entre otras, ‘Top Chef’ tampoco ha quedado quieto. Hace un par de temporadas sde estrenó ‘Top Chef Masters’, en el que los que compiten son cocineros más asentados y reconocidos, y el pasado otoño vio la luz ‘Top Chef: Just desserts’, dedicado exclusivamente a los postres y la repostería. Con la fascinación que hay en Estados Unidos por los programas culinarios, no es de extrañar que el reality se haya extendido más allá de su formato original, que sigue siendo el más popular.
Por supuesto, parte de su éxito está en el casting de participantes. Se busca a gente con talento que quiera probar cosas nuevas, y aunque su principal fallo es que nosotros no podemos probar la comida, claro, y tenemos que fiarnos de los jueces, lo que engancha al final es la rapidez de su montaje y la personalidad de los chefs. Ver cómo algunos resuelven los problemas de un modo imaginativo y cómo otros se hunden ante la presión es parte del atractivo del show, más que verlos cocinar para Lorraine Bracco y otros participantes en ‘Los Soprano‘ en un tradicional italiano de Nueva York (aunque eso también es divertido). En España puede verse en el Canal Cocina, y merece la pena que le echéis un vistazo si os gustan los realities, porque es realmente entretenido, y es fácil comprender porqué tiene semejante aceptación en Estados Unidos a todos los niveles.
P.D.: Curiosidad más del estilo de Pop Rosa, pero que no puedo dejar de compartir con vosotros; Padma Lakshmi estuvo casada durante tres años, entre 2004 y 2007, con el escritor Salman Rushdie. Y para los que sigáis ‘Treme‘, tanto Colicchio como otros jueces de ‘Top Chef’ han aparecido varias veces en la serie.
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