Curiosa la elección del personaje. El Neng representa a un joven descerebrado y simplón, cuyas únicas pasiones son la música tecno (¿bakalao? ¿trance? ¿disco? ¿chundachunda? Lo siento, no estoy nada puesto en estas cosas, habrá que preguntar por Hipersónica) y el tunning. Un tipo "flipao" y sin dos dedos de frente que no estoy seguro de si es el mejor ejemplo de una conducción responsable. Y si no, basta con recordar el episodio (que pudo terminar en desgracia) del atropello, en pleno plató de Buenafuente, del cantante Pedro Javier Hermosilla...
Bien es verdad, por otro lado, que el Neng ha logrado un alto nivel de identificación con cierto perfil de la población joven a quien puede ir dirigido este tipo de campañas. Si el Neng (que es uno "de los nuestros") se conciencia de que no tiene que correr, igual yo tampoco debo hacerlo.
En todo caso, bien está que una cadena privada lance este tipo de iniciativas aprovechando personajes a los que ellos mismos han dado la vida. Supongo que es a cosas como estas a las que llaman responsabilidad social corporativa.
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