Tintín, el infatigable reportero de cómic creado por el dibujante belga Hergé hace casi 80 años, será llevado a la gran pantalla por Dreamworks Animation, la productora del cineasta Steven Spielberg, según ha anunciado el presidente de Estudios Hergé, Nick Rodwell.
Los viajes de Tintín, junto a su leal fox terrier Milú y su cascarrabias compañero de fatigas, el capitán Haddock, con los que visitó Centroeuropa, América Latina, la Unión Soviética e incluso la luna, proporcionarán un amplio material para la serie de películas que Dreamworks tiene previsto realizar.
La noticia no debería coger por sorpresa a los fans de Hergé, ya que éste siempre mostró su admiración por Spielberg. Hergé decía en varias entrevistas que veía a Spielberg como la persona más capacitada para llevar a Tintín al cine. Desde luego, el maestro belga de la línea clara debía estar más que escarmentado de las patéticas ‘Tintín y el toisón de oro’ y ‘Tintín y las naranjas azules’ (sic) rodadas en los años ‘60.
Spielberg debía de ser más que consciente de este hecho cuando, justo después de la muerte de Hergé, adquirió los derechos para una adaptación cinematográfica de Tintín. Si Spielberg es capaz de dejar los temas familiares atrás, podemos esperarnos un gran producto cinematográfico. No lo digo tanto por mostrar un rechazo hacia estas consideraciones, como porque la cuestión familiar no está abordada nunca en la obra de Hergé. Ni hay padres, ni novias (lo de Bianca Castafiore acosando a Haddock nunca se planteó como algo romántico sino más bien como una pesadilla) y, además, la relación Tintín-Haddock, viviendo los dos juntos en el mismo castillo, siempre dio pie a comentarios maliciosos.
Otro error que no se debería cometer es pensar que Tintín es una obra para niños. En el libro ‘Conversaciones con Hergé’, de Numa Sadoul – además de a Hergé, Sadoul ha realizado entrevistas a otros autores de BDs, como Tardi y Vuillemin – se narran numerosos incidentes que Hergé tuvo con la censura y hasta con embajadas porque “esto no es propio para niños”. Además, leyendo esas entrevistas, las críticas de ultraderechismo vertidas sobre Hergé quedan tremendamente matizadas cuando no negadas. Más graciosas me resultan, sin embargo, las críticas al supuesto antisemitismo de Hergé. ¿Qué hará Spielberg respecto a ese tema?
Aún no se sabe si será con actores de carne y hueso o con dibujos animados, pero está previsto que la primera cinta se estrene en 2009, para coincidir con el 80 aniversario del personaje, ó 2010. Este año, el 22 de mayo, se cumplirán 100 años desde el nacimiento de Georges Remi, alias Hergé.
Me permitiría sugerir ‘El asunto Tornasol’ como la obra más fácilmente adaptable al cine, y con la estructura narrativa más interesante. Si, además, tienen el valor de no obviar el lado adulto del personaje, la dureza moral, desencanto y garra de historias como ‘Stock de Coque’ o ‘Tintín y los Pícaros’ son una opción formidable. Eso sí, que a Spielberg no se le ocurra volver a hacer algo como ‘Hook’, por favor.
Spielberg tiene en sus manos uno de los proyectos más interesantes del futuro inmediato. La posibilidad de una obra maestra. Se lo debe a Hergé, ojalá no le defraude.
Fuente: El País