Cuando uno cree que no le pueden sorprender más con las noticias sobre este maravilloso arte, llegan los de Summit y proclaman a los cuatro vientos sus intenciones con respecto a quién dirigirá la cuarta entrega de ‘Crepúsculo’ (‘Twilight’, Catherine Hardwicke, 2008) que lleva por título ‘The Twilight Saga: Breaking Dawn’. La cosa está entre tres realizadores de lo más peculiar: Sofia Coppola, Gus Van Sant y Bill Condon. Está claro que quieren terminar la saga por todo lo alto poniendo tras las cámaras a uno de esos directores que llevan escrito en la frente la palabra “autor”.
Si tuviera que decidirme por uno, evidentemente elegiría a Condon. Tiene experiencia dirigiendo films de terror —suya es la segunda entrega de ‘Candyman‘— y tras ‘Dioses y monstruos’ su carrera ha conservado cierto equilibrio. A los otros dos les tengo un miedo atroz. Van Sant ha demostrado más de una vez que sabe hacer excelentes películas —‘El indombale Will Hunting’ o ‘Drugstore Cowboy‘— pero cuando le da por cosas como ‘Gerry’ o ‘Last Days’, es para salir corriendo. Y la hija de Francis Ford Coppola es simple y llanamente la demostración palpable de que el talento no se hereda. Que nadie me salga con ‘Lost in Translation’ que me da la risa.
Como dicen en Las horas perdidas, hagan sus apuestas.