A un servidor le da la impresión de que ser aficionado al cine se está volviendo más caro de lo que ya era. Ahora mismo debería estar escribiendo un post enfervorizado porque como ansioso seguidor de Star Wars debería haber visto el trailer en la página oficial. Pero no puedo, porque Mr. Lucas solo permite su visionado previo paso por caja, 39,95$, para ser exactos. Es cierto que lo que compras es una membresía de un año en el sitio oficial, pero la verdad es que probablemente no aprovecharás mucho más esta cuota anual. No obstante, he podido verlo, como escribo en un post anterior.
Esto no es mas que la punta del iceberg de lo que los aficionados tenemos que sufrir. Baste con observar los precios de las entradas, que en una ciudad española media viene a costar cinco euros. Se suele utilizar como defensa que el teatro o el fútbol tienen un precio muy superior. Hay que tener en cuenta que son espectáculos únicos, es decir sólo se producen en el momento y lugar en el que tú te encuentras. Sólo esa excepcionalidad incrementa el precio, pero además, el hecho de que una única película puede ser disfrutada a la vez por un millón de espectadores le da a la industria una posibilidad de rentabilizar que destierra las excusas antes mencionadas.
La fenomenal llegada del DVD ha tenido también connotaciones negativas. Casi todos hemos ido convirtiendo nuestra videoteca en DVDteca, nada reprochable porque es por voluntad propia. Si se puede reprochar en cambio la actitud de las distribuidoras en el lustro escaso que lleva el DVD entre nosotros han sacado tres versiones de la misma película. O aquellas que sacan al mercado conversiones a digital vergonzantes, como el Amadeus que posee el que suscribe con el sonido en ingles 5.1 y el castellano mono.
Seguramente la jugada le salga bien a Mr.Lucas, pero espero que esto no sea el camino por el que transiten el resto de productoras y distribuidoras.