Que una película sea aburrida no quiere decir que no sea buena, puede gustar.
Lo dijo Nuria Prims, actriz española, sobre 'Reencarnación', que se estrena hoy; un largometraje de Salomón Shang que (al parecer) "refleja en tres horas de largos silencios la soledad y alienación humanas".
No he visto el film en cuestión, pero las declaraciones de la señorita Prims me han recordado aquello que dijo Billy Wilder en el famoso libro de conversaciones con Cameron Crowe (fallido intento de recuperar las magistrales que mantuvieron Hitchcock y Truffaut). Wilder aseguraba que tenía diez mandamientos, y que los nueve primeros decían: "¡no debes aburrir!". Ya sé que Wilder no es Dios (bueno, algunos mantienen que sí)... pero es Wilder, maldita sea, el señor al que debemos agradecer alegrarnos el alma con obras maestras como 'El Apartamento' o 'Con Faldas y a lo Loco'. Algo sabrá de este tema, ¿no?
En fin, me acuerdo de David Lynch y su 'Inland Empire', de Gus Van Sant y su llamada "trilogía de la muerte (del espectador)", de Jia Zhang Ke y su 'Naturaleza Muerta', etc, etc. No digo que Shang haya hecho algo como lo de estos señores, ya digo que no la he visto, pero parece que su película es el plato indicado para los que defienden (normalmente con tanta palabra vacía que da risa) los títulos señalados. Si alguien la ve, que nos ilumine, por favor.
Vía | El Periódico