La mala fama del director Lars von Trier parece ser notoria entre las actrices.
A Björk, la cantante protagonista de Dancer in the Dark, no le quedaron ganas de volver a trabajar con el danés. Nicole Kidman se negó a hacer Manderlay, segunda parte de Dogville, a pesar de que el director de Los Idiotas se lo rogó en una rueda de prensa en Cannes. Poco después del estreno de la cinta en esa edición del festival, alguien vio llorar desconsoladamente a Kidman en un baño.
En Manderlay, Von Trier sustituyó a Kidman por Bryce Dallas Howard (hija del director estadounidense Ron Howard), en el papel de Grace.
No obstante, la rubia actriz parece haber olvidado y estaría dispuesta a ponerse bajo las órdenes (¿tiránicas?) de Lars von Trier, una vez más.
Ambos trabajarían juntos en Washington, tercera parte de la trilogía americana. "(Dogville) fue la película más salvaje y loca de todas las que yo haya hecho, pero al menos Lars es original y, en el plano de la actuación, me lleva a extremos a los que no suelo llegar", afirmó la actriz a Variety.
Kidman rehusó participar en Marderlay por el temor de que el exigente calendario de rodaje le impidiera ver a sus hijos.