Cuando nos sentamos a ver una película de terror, damos por hecho que si no todos, la mayoría de los protagonistas tendrá un destino violento, sangriento. Y para que eso ocurra, los creadores deben forzar un poco las circunstancias y las decisiones de los personajes, para que caigan en trampas que pueden resultar evidentes para el espectador, y sean liquidados uno a uno. Lo aceptamos, hasta cierto punto.
Por otro lado, en casos como el de 'Alien: Covenant', que se integran en una saga, juegan también una serie de elementos, reglas y exigencias, en ese contrato tácito que se establece entre el director y el público que ha pagado la entrada. Espectadores, muchos de ellos fans, con ciertas esperanzas que podrían resumirse en: "No me aburras, dame lo mejor de Alien y me tendrás a tus pies". Ridley Scott lo intenta pero fracasa.
Tras dirigir 'Alien' (1979) en los inicios de su carreta, con 41 años, y lograr un auténtico clásico, el inglés retornó a la franquicia siendo ya un septuagenario. Con la criatura manoseada y aparentemente agotada en varias secuelas, Scott proponía un viaje diferente, una exploración de la mitología, con la ambiciosa 'Prometheus' (2012). Las grandes expectativas generadas dieron como resultado un éxito de taquilla pero los comentarios de la crítica y gran parte del público fueron mayormente negativos.
Se defendió la puesta en escena de Scott, el trabajo de los actores y algunas ideas, así como la apuesta por un cuidado espectáculo de terror que, ante todo, dejaba la sensación de una oportunidad perdida. Se entendió que el guion, con personajes muy tontos y demasiadas preguntas sin responder, arruinó lo que podría haber sido una sólida entrega en la franquicia.
Damon Lindelof fue señalado como principal culpable y retirado de la siguiente entrega. Scott confesó hace poco que los palos a 'Prometheus' cambiaron sus planes, y tras decir que el Xenomorfo estaba frito, decidió recuperarlo y responder a todas las cuestiones abiertas en la precuela. Así las cosas, 'Alien: Covenant' pretendía ser todo lo que 'Prometheus' quiso ser y no pudo, un Scott con las lecciones aprendidas, otro buen reparto y Xenomorfos desatados.
El increíble resultado es que 'Covenant' ha mejorado 'Prometheus'. Lindelof no arruinó la franquicia, intentó darle una profundidad que no encajó con el resto de elementos, y en todo caso, no fue capaz de arreglar el desaguisado que le presentaron cuando se incorporó al proyecto. Ofrecer respuestas a los enigmas es un camino muy arriesgado y los creadores de 'Alien: Covenant' no demuestran tener el ingenio para ofrecer soluciones convincentes.
La saga no necesitaba resolver sus misterios con las sobras de 'Prometheus'. Necesitaba recuperar el vuelo con otra gran aventura de terror que nos dejara al borde de la butaca, con la atmósfera, la intriga y el espectáculo de sus mejores entregas. Pensábamos que Scott podría hacer otra 'Alien', o su propia versión de 'Aliens' (1986), pero parece que ese tiempo ha pasado. Y quizá debamos dejar de engañarnos cuando nos venda la siguiente 'Alien', que por lo visto quiere rodar en los próximos 14 meses.
Para concretar y señalar los problemas de 'Alien: Covenant', todo lo que la hace absurda y aburrida (incluso irritante en ocasiones, por cómo destroza la mitología), he decidido hacer un listado enfocado en las decisiones y motivaciones de los personajes, todavía más tontos que los de 'Prometheus', pero también sobre los momentos más absurdos del guion:
Un prólogo para subrayar. Es decir, Peter Weyland (Guy Pearce) era tan mediocre que creó a un androide, se puso a dialogar con él, y se enfadó porque le señaló un detalle evidente. Le castiga obligándole a preparar té, y David (Michael Fassbender) comienza a preparar su venganza. Así que, en definitiva, la estupidez humana creó al monstruo.
Empezamos la aventura con una avería aleatoria que mata al capitán de la Covenant. Justo al capitán. Que además, es James Franco. Usar a este actor para este giro es una broma sin gracia que rompe el efecto dramático que debería tener su pérdida. Por cierto, ¿explota y se quema su cápsula? Supongo que invertir tanto en crear androides perfectos implica hacer recortes por otro lado...
Ocupa su lugar el personaje menos indicado para liderar el grupo. La inseguridad y la fe de Oram (Billy Crudup) podrían ser matices interesantes para explicar su comportamiento pero acaban simplificándole: todas las decisiones que toma son erróneas en base a eso.
Toca arreglar la nave: una tediosa escena sin intriga ni verdadero contenido, insertada como excusa para que la tripulación reciba la señal de Elizabeth Shaw (Noomi Rapace). En 'Alien', sencillamente, el ordenador recibe un mensaje de socorro. Sin más. Aquí tenemos que "alucinar" con los efectos visuales para llegar al mismo sitio...
¿Seguimos el camino trazado al paraíso o nos arriesgamos a morir y perderlo todo por una señal perdida procedente de un planeta desconocido? Por supuesto, el capitán elige la segunda opción, y se hace eso. Sin más. Aquí me pregunto: ¿por qué no hay un representante de los colonos despierto y defendiendo sus derechos? ¿Ningún miembro de la tripulación, ni el ordenador central, plantea que la inversión del viaje o que los colonos pueden demandarles?
¿Por qué baja un grupo vulnerable que incluye al capitán y a la esposa del piloto? Puestos a descender para explorar un planeta de amenazas desconocidas, ¿por qué no bajan soldados y el androide? De hecho, ¿por qué no hay más militares y androides en esta misión?
Salen de la nave y exploran el planeta sin cascos. Ya puestos, me extraña que no salieran desnudos y se pusieran a procrear ahí mismo entre los campos de trigo... Por cierto, ¡fundamental que haya un personaje experto en trigo!
Vísteme despacio que tengo prisa. Cuando resulta evidente que uno de los miembros de la expedición está muy enfermo, y que, por lógica, ha sido causado por ALGO que hay en el planeta, las reacciones son increíblemente calmadas. Como si fuera algo normal y fácil de solucionar. De hecho, el grupo del capitán camina tranquilamente sin reflejar alarma en sus rostros ni plantearse la opción de que algunos de ellos se adelanten para ayudar.
¡Explotemos la nave! Faris (Amy Seimetz) cierra la sala médica, cuya puerta tiene un cristal fácil de romper, y se pone a disparar como loca, cuando lo más lógico habría sido cerrar la nave, dejando al bicho dentro, y esperar ayuda. Dejar allí o no a la compañera supongo que es discutible, aunque creo que lo normal habría sido ayudarla mientras el bicho no ha salido del todo o aún es vulnerable.
Y ahora es de noche. Ridley Scott decide que en este planeta oscurece de pronto, en un instante, justo cuando explota la nave y surge el segundo monstruo, y que nadie sabe realmente disparar.
Sigamos a esta figura misteriosa a cualquier sitio. Sin preguntar, sin cuestionarse quién es y a dónde les lleva, la tripulación de la Covenant toma al encapuchado David como única solución desesperada, adentrándose por las ruinas de una ciudad que, pienso yo, debería provocarles cierta dosis de escalofrío y desconfianza.
David, el artista/científico loco en el que debemos confiar. Soy un androide solitario con melenita que cuenta una versión de los hechos cuanto menos sospechosa, llama "hermano" a Walter y defiende a un Xenomorfo que acaba de arrancar la cabeza a un miembro de la tripulación. Pero nadie piensa en tenerlo vigilado, en que quizá sea un peligro. Y el capitán llega más lejos, baja solo al sótano para comprobar qué tiene que enseñarle... ¿serán unos maravillosos dibujos eróticos?
El hombre nos creó para servirle, así que voy a jugar con el ADN de este monstruo para extender el horror por el universo. ¿Dónde está la lógica en el plan de David? Crear más androides, tiene sentido; liberar el virus que acabó con los ingenieros (más avanzados que los humanos), tiene sentido. Desarrollar nuevas mutaciones del Alien... ¿para qué? ¿Por diversión? Vale...
Si un Fassbender conoce a otro Fassbender, lo normal es que le enseñe a tocar la flauta. ¿La escena más vergonzosa de toda la película? Si no lo es, se queda cerca.
Los tiempos de "fecundación" y crecimiento del Alien se acortan increíblemente. El facehugger apenas pasa unos segundos en la cara de Lope (Demian Bichir) pero es suficiente para soltar su semilla. Y el Xenomorfo alcanza su estado adulto rápidamente, tras romper el pecho el ingenuo Oram (por cierto, el alien parece a punto de ponerse a bailar ante las indicaciones de David, como un fan de Baby Groot).
El piloto de la Covenant arriesga la seguridad de la nave y a todos los colonos porque está preocupado por su mujer. En este momento, me pregunto: ¿de verdad es una buena idea que toda la tripulación esté emparejada? ¿No hay solteros? ¿Qué pasa si muere uno de la pareja, el otro se suicida o se va a casa? ¿Y no hay una tripulación suplente? Sólo colonos dormidos...
Walter sabe que David es una amenaza pero deja que se le acerque al cuello. ¿Y se hace el muerto para luego salvar a su querida amiga? Después de las reflexiones a lo 'Blade Runner' y los momentos homoeróticos entre ambos, llega una pelea totalmente absurda y confusa que lleva a 'Alien' a terrenos más propios de 'Terminator'.
Sube un androide con los supervivientes y nunca ponen realmente en duda que es Walter. Tiene que ser Walter. Por el pelo. Y por la mano. Es imposible que David se haya cortado una mano para sobrevivir...
Después de todo, una escena gratuita de sexo. Porque lo que más apetece después de una matanza que ha podido acabar con toda la tripulación, es meterse en la ducha para interpretar un videoclip erótico. Claro, en el tráiler quedaba de fábula.
Hasta aquí mi repaso a los momentos más incoherentes, absurdos y tontos de la película. Seguro que me dejo algunos más. Espero que uses los comentarios para aportar alguno más o debatir sobre el guion de 'Alien: Covenant'.
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