Diego Galán en su columna Cámara Oculta
Todo esto viene a propósito de dos cosas. La pelea que tiene toda la industria cinematográfica de este país respecto a la tan discutida nueva ley del cine, y el hecho de que la industria americana ya está poniendo en marcha su aparato de marketing, vendiendo a bombo y platillo no sólo la película, sino también los propios trailers. Los ejemplos más recientes los encontramos con Piratas del caribe, Ratatouille (aunque hay que reconocer que este trailer sí es muy bueno) y 300.
Pero volviendo a Diego Galán, me parece acertadísima su reflexión sobre estos dos hechos, que acaba con la pregunta que destacaba al inicio de la entrada.
Mientras las cadenas de televisión retan con interrumpir la producción, y las salas cinematográficas, con deshacerse de la obligada exhibición de filmes europeos, el cine del imperio americano se frota las manos. Se está anunciando a bombo y platillo el estreno ¡de un tráiler!, el de Piratas del Caribe en el fin del mundo. Esta película no será estrenada en cines hasta finales de mayo, pero los hábiles vendedores de Hollywood han conseguido convertir en noticia su tráiler de promoción. Anuncian que será visto a la vez por 200 millones de espectadores de 31 lenguas distintas, en 62 países. Curiosamente, en España es una cadena de televisión la que presume de ofrecer la primicia de dicho tráiler, nada menos que en un telediario, la misma cadena que patrocina el cine español del Festival de Málaga. ¿Están las televisiones a favor del cine o en su contra?
Porque, en este caso, lo de Antena 3, clama al cielo. Aunque ya sabemos todos el tipo de cine español que esta cadena defiende... ¡la del money! Y aquí hay un punto en el que el público se debería rebelar, ¿o es lo que verdaderamente reclama que le informen?