ACTUALIZACIÓN: Conviene leerse la crónica de James Blog y su aventura en el circo Price. Por cierto, como no firmó, da su opinión sobre la película: le ha decepcionado. Y yo que me estoy esperando esto.
Toda la parafernalia que se han montado alrededor del preestreno de La guerra de los mundos y sus alucinantes medidas de seguridad, no hacen más que corroborar que en el mundo del cine vivimos bajo el poder de la promoción. De la película se ha hablado poco o nada, y sí de Tom Cruise, de lo enamorado que está, y de la broma que le gastaron con el micrófono de agua, esto último algo que se ha vuelto en su contra.
De todo esto me llamaba la atención porque los periodistas que aceptaron ser cacheados y tratados como sospechos, no comentaran nada acerca de la película, ni que salieran a la luz las primeras críticas sobre la misma. Para mi sorpresa, resulta que los periodistas fueron obligados a firmar un documento en el que se comprometían a no comentar ni escribir nada sobre la pelicula hasta el día de sus estreno, el 29 de junio.
¿Qué pasa con la libertad de expresión?
¿Eres maltratado y no puedes realizar tu trabajo? ¿O es que la productora tiene miedo de que una mala crítica provoque que la gente deje de ir al cine a ver una película de Spielberg y Cruise? Si ellos no lo saben, las críticas de cine fueron sustituidas por ese invento de la industria que es la lista de las películas más taquilleras, el termómetro del cine actual.
Los periodistas alemanes han alzado su voz y se han quejado agriamente, pero no he oido nada de los españoles. Si acaso algún valiente como Diego Galán sí ha mostrado su total rechazo, aunque como bien apunta, la solución de verdad hubiera consistido en no haber ido al pase de prensa y haberles dejado a los americanos compuestos y sin traje.
Esto no deja de ser cine. ¡Una película! Pero cuantas más cosas hagas para que hablen de ella, más titulares en la prensa, más morbo, más publicidad gratuita... Es el poder de la promoción. Y a pesar de todo, iremos como locos a verla al cine.
Por cierto, si no lo saben, ya hay una copia pirata colgada en la red. ¿De qué parte de las instalaciones del propio estudio habrá salido la copia?
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