Los Premios Goya cumplen 30 años y mientras unos se se preguntan qué habrá planeado la Academia del Cine Español para celebrarlo el próximo 6 de febrero, otros, además, echamos un poco la vista atrás y analizamos algunos aspectos de estos 30 años de historia. Uno que nos llama especialmente la atención, sobre todo, teniendo en cuenta que este año la cifra aumentará en uno, es el del número de directoras que se alzaron con el Goya a la Mejor Dirección: tres.
Una cifra escasa y escandalosa teniendo en cuenta que esas tres mujeres galardonadas como mejores directoras del cine español, suman cinco con otras dos directoras que fueron nominadas en la misma categoría. Hablamos de Pilar Miró, ganó en 1996 tras tres nominaciones; Icíar Bollaín, lo hizo en 2003 y nominada también en tres ocasiones; e Isabel Coixet, ganadora en 2005 y, de nuevo, nominada en tres ocasiones -este año tiene su tercera candidatura-.
Las tres, fueron nominadas en tal categoría a lo largo de 30 años, aunque hubo dos directoras más que se colaron en la terna de nominados: Gracia Querejeta, nominada en tres ocasiones y Josefina Molina, nominada una única vez en 1989. Y es aquí donde empieza el debate: ¿no hay más mujeres directoras? Sí, las hay, pero no las suficientes. Y a continuación os explicamos por qué.
Las galardonadas
Pilar Miró, Icíar Bollaín e Isabel Coixet ganaron el Goya a la Mejor Dirección en sus respectivos años porque filmaron lo que los académicos consideraron fueron las mejores películas del año. Y casualidades de la vida, las tres han estado nominadas en tres ocasiones. Pilar Miró -y sin hablar de las pioneras del cine español, que las hubo-, fue, entre otras cosas, la primera mujer en alzarse con el Goya a la Mejor Dirección.
Este 'cabezón' le llegó en 1997 por 'El perro del hortelano', una deliciosa adaptación de la obra de Lope de Vega y que 20 años después, se mantiene fresca como una rosa, y que se alzó con otros 6 Goya. Lo ganó a su tercera nominación y pocos meses antes de morir de un infarto a los 57 años. Lamentablemente, el huracán Alejandro Aménabar, acababa de aterrizar y fue su debut, 'Tesis', la que se alzó con el galardón a la Mejor Película.
No fue hasta 2003 cuando Icíar Bollaín se alzaría con el que fue el segundo Goya a una mujer directora. Lo hizo por 'Te doy mis ojos', un estremecedor relato sobre los malos tratos que también se alzó como Mejor Película, venciendo a 'En la ciudad' de Cesc Gay, 'Soldados de Salamina' de David Trueba y 'Mi vida sin mí' de Isabel Coixet. Fue su primera nominación a la Mejor Dirección -antes lo estuvo en dirección novel-, y volvió a estarlo dos veces más por 'Mataharis' (2007) y 'Tambibén la lluvia' (2010).
Isabel Coixet no tuvo que esperar mucho para convertirse en la tercera mujer directora con Goya. Y es que sólo dos años después lo conseguiría por la delicadísima y emocional 'La vida secreta de las palabras', que también se catapultaría como Mejor Película. El premio le llegó a la segunda candidatura -la primera fue aquella de 2003- y este año, compite por el tercero por 'Nadie quiere la noche'.
¿No hay más mujeres que dirijan?
Claro que hay más mujeres que dirigen, pero no son las suficientes. En nuestro país, tan sólo un 8% de las personas que dirigen son mujeres. Y no me valen los siguientes argumentos: "Es que no existen tantas mujeres que quieran dirigir como hombre" o "Las películas que dirigen las mujeres no son buenas y por lo tanto, nunca llegarán a los Goya". Falso y falso y os voy a explicar por qué.
"Es que no existen tantas mujeres que quieran dirigir como hombre"
Puede que sea cierto, pero también puede ser mucho tener mucho con que no se les dé tanta importancia y no se les dé la oportunidad. Además, sólo hay que echar un vistazo a las directoras que se alzaron con el Goya a la Mejor Dirección Novel: cuatro directoras que o se han prodigado poco tras el galardón o no se les dio mejor portunidad.
A saber, Ana Díez, ganó en 1989 por 'Ander eta Yul' el primer año que nacía la categoría de dirección novel y casualmente competía con dos más: Cristina Andreu por 'Brumal' -no volvió a dirigir un largo- e Isabel Coixet por 'Demasiado viejo para morir joven', de la que ya conocemos la historia. Díez filmó otros cuatro largometrajes, el último 'Paisito' en 2008.
Al año siguiente fue Rosa Vergés por 'Boom, boom' a la quien se le auguraba un futuro brillante en el círculo del cine de autor de nuestro país. Filmó tres películas más y dos documentales -uno de ellos colectivos- y el resto de su trayectoria profesional se ha centrado en televisión.
13 años más tarde sería Ángeles González-Sinde quién conseguiría el galardón por 'La suerte dormida'. En 2008 rodaría la que es hasta la fecha, su última película 'Una palabra tuya', pero claro ser Ministra de Cultura desde el 2009 y el 2011 es motivo suficiente para que alguien no vuelva a dirigir -y sí, es irónico-.
En 2009, le tocó el turno a Mar Coll con la fantástica 'Tres dies amb la família', un hueco en el díficil mundo del cine que se afianzó con otro interesante título 'Tots volem el millor per a ella' en 2013, convirtiéndose con la única galardonada en esta categoría a la que se le presenta un interesante futuro cinematográfico.
Por suerte, en esta categoría hemos tenido más mujeres, candidatas por trabajos más que relevantes -y cuatro de ellas después optaron al Goya a la Mejor Dirección: Patricia Ferreira, Inés París y Daniela Fejerman, Gracia Querejeta, Icíar Bollaín, Isabel Coixet, Belén Macías, María Ripoll, Irene Cardona, Juana Macías, Paula Ortiz, Isabel de Ocampo, Neus Ballús y Beatriz Sanchís, y este año de incorpora a la lista Leticia Dolera.
Muchas otras directoras -bueno, tampoco muchas, porque no las hay- nunca fueron nominadas al Goya y muchas otras sólo optaron al Goya al Mejor Cortometraje. Y aquí es cuando llega un segundo argumento que aparece cuando se trata este tema y que tampoco es del todo cierto.
"Las películas que dirigen las mujeres no son buenas"
No creo que haga falta decir que las películas que hacen las mujeres son tan malas y tan buenas como las que hacen los hombres, ¿o si hace falta que lo haga? Y es que para debatirlo no hay más que recurrir a la proporcionalidad en dos aspectos. Primero en lo que refiere a los Goya -si es que estar nominado se considera ser 'bueno', que en ocasiones sabemos que no es cierto, pero en el caso que nos ocupa sí lo es-.
Y es que si nos basamos en eso, podría decirse que el cine dirigido por mujeres que ha triunfado en los Goya es bueno, ya que tres de cinco terminaron haciéndose con el cabezón. Pero si nos centramos a cifras generales, es normal que con sólo un 8% de películas dirigidas por mujeres den como resultado películas más flojas, aunque analizándolas, sorprendería ver como muchas de ellas son remarcables.
¿Una cuarta directora con Goya?
En esta 30ª edición de los Premios Goya, es la tercera vez -otra vez el numero tres-, que dos mujeres compiten por el título de Mejor Dirección. En 2003 fueron Icíar Bollaín e Isabel Coixet y en 2007, Gracia Querejeta e Icíar Bollaín, de nuevo. Este año es Paula Ortiz por su fantástica 'La Novia' e Isabel Coixet por 'Nadie quiere la noche', que compiten con Fernando León de Aranoa por 'Un día perfecto' y Cesc Gay por 'Truman'.
Pero este año, parece que el número tres se convertirá en cuatro, y es que Paula Ortiz es la favorita indiscutible para alzarse con el galardón a la Mejor Dirección y a la Mejor Película. Y es que el talento y pulso de la zaragozana a la hora de plasmar en la gran pantalla una de las obras más emblemáticas de la literatura española, 'Bodas de Sangre' de Federico García Lorca es envidiable -aunque mi compañero Alberto no piense lo mismo, su crítica está a años luz de la mía-.
La cinta de Ortiz es necesaria en varios aspectos: por un lado, el de recuperar a Lorca y ponerle de moda -siempre debería estarlo-; por otro, porque el cine español necesita algo más que comedias y cine de género y en 'La Novia' hay una especialísima forma de entender el cine; y por último, por su riesgo y atrevimiento a utilizar unas herramientas narrativas y estéticas inusuales en nuestro cine.
¿Por qué no se apuesta más por producir películas dirigidas por mujeres? Eso ya no puedo responderlo, pero cuantas más películas se hagan, mayor cantidad de películas destacables habrán. Y es que no hay nada que demuestre que las películas dirigidas por mujeres son peores, al contrario, es demostable -y admirable, dadas las dificultades-, que son más que destacables.
Por suerte, cada vez son más mujeres las que se lanzan y luchan por sacar sus proyectos adelante. Manuela Moreno, Nely Reguera, Elena Trapé, Meritxell Colell, Liliana Torres, Belén Funes, Marina Sereseky, Sonia Sebastián, Helena Taberna...son sólo algunos de los nombres de los que oíremos hablar en el 2016 y esperemos que en el 2017 sean todavía muchas más.
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