Cuando aún los restos mortales de Juan Pablo II no terminan de enfriarse y los cardenales de la iglesia católica no llegan a un acuerdo sobre quién le sucederá; Mel Gibson le ha tomado la delantera a los demás productores de Hollywood y ha anunciado su intención de hacer un filme sobre la vida del Santo Padre.
Según el tabloide estadounidense The New York Post, Gibson habría enviado, incluso, varios equipos de filmación a Roma, para hacer un registro de la gigantesca ceremonia fúnebre del líder religioso. Según el diario, el actor y director eventualmente insertaría estas escenas en el filme.
A estas alturas hay que recordar la polémica que Gibson generó el año pasado con su película La Pasión de Cristo, y que en su punto más álgido obligó al arzobispo Stanislaw Dziwisz, secretario privado del Juan Pablo II, a aclarar que el Santo Padre no tenía ninguna opinión en particular sobre el filme.
Dicho en pocas palabras, que no lo apoyaba ni lo criticaba, que le dejaba esa tarea a los expertos. Acaso la prisa Gibson se deba a los recientes anuncios de la Iglesia sobre una posible canonización express de Juan Pablo II, prevista para octubre próximo. El mismo Dziwisz confesó ayer que el Santo Padre había curado, milagrosamente, a un judío estadounidense que sufría de un cáncer terminal en cierta ocasión.
Con estos antecedentes, una oportuna película sobre el tema tendría asegurado el éxito de taquilla.
Vía | Cinematical