El estreno de 'Kong: La isla calavera' ('Kong: Island Kull', Jordan Vogt-Roberts, 2017) ha vuelto a traer de moda al gorila cinematográfico más famoso del celuloide. También el interés, que jamás ha decaído, por los monstruos gigantes a los que la humanidad siempre ha de enfrentarse para salvar a nuestra especie.
Vamos pues con una de esas listas, en este caso de monstruos gigantes, o lo suficientemente grandes. Una lista que no pretende ser un top de mejor a peor, sino una recopilación de algunos de los más célebres del celuloide, todos ellos protagonistas de otras tantas películas inolvidables. Pasen y asómbrense.
El King Kong original
Película: 'King Kong' (íd., Merian C. Cooper, Enest B. Shoedsack, 1933)
El inicio de todo. El enorme gorila que nos presentaría toda una serie de dinosaurios en una isla remota. Partiendo de una idea de Merian C. Cooper —uno de los directores— y Edgar Wallace, todo un hito en la historia del cine, capaz de burlarse del paso del tiempo como pocas películas. Kong se enamora de Fray Way y será su perdición. Antológico final, en silencio, con los aviones abatiendo al monstruo.
El Godzilla original
Película: 'Japón bajo el terror del monstruo' ('Gojira', Ishirô Honda, 1954)
El mejor hijo bastardo de King Kong, de procedencia nipona, y con claras intenciones ideológicas. Abrió una larga saga que por supuesto ha ido cambiando con el paso del tiempo. Muchas de las secuelas, o spin-offs, fueron dirigidas también por Ishirô Honda, y encontramos en ellas numerosos grandes monstruos, que darían para un libro entero, unos más inspirados, otros menos. A destacar 'King Kong contra Godzilla' ('Kingu Kongu tai Gojira', 1962) y 'King Kong se escapa' ('Kingu Kongu no gyakushû', 1967), a la que el film de Vogt-Roberts le hace un homenaje directo.
La reina Alien
Película: 'Aliens, el regreso' ('Aliens', James Cameron, 1986)
En la secuela de la obra maestra de Ridley Scott, se multiplicaron los elementos de la misma. Más personajes, más armas, más aliens, y sobre todo, la madre de todos ellos. Imponente trabajo de Stan Winston, y espectacular duelo final entre madres.
El tiburón
Película: 'Tiburón' ('Jaws', Steven Spielberg, 1975)
El escualo más famoso de la historia del cine, tanto que con esta película empezaba a cambiar el séptimo arte en sí. Nacía el blockbuster propiamente dicho, avanzando hacia la era del marketing. El pez no perdonaba absolutamente a nadie, ni a la pobre nadadora del magistral inicio, ni al veterano cazador que proporcionó a Robert Shaw una de sus mejores interpretaciones. El papel de Brody era para Clint Eastwood, pero tuvo que rechazarlo, yendo a parar a Roy Scheider. Impagable acompañamiento musical de John Williams para una criatura que tarda prácticamente una hora en aparecer en pantalla, algo impensable hoy día.
Tyranosaurus Rex
Película: 'Parque jurásico' ('Jurassic Park', Steven Spielberg, 1993)
No es de las mejores películas de su director, aunque contiene momentos de gran cine. Algunos de ellos son las impresionantes apariciones del Tyranosaurus Rex, aquí homenajeando absolutamente a todos los dinosaurios salidos en el séptimo arte, en especial al clásico del silente 'El mundo perdido' ('The Lost World', Harry O. Hoyt, 1925). Ya han pasado 22 años desde su estreno y sus efectos visuales no han sido superados.
El Dios del bosque
Película: 'Hellboy II. El ejército dorado' ('Hellboy II: The Golden Army', Guillermo del Toro, 2008).
Muchos incluirían aquí 'Pacific Rim', para un servidor lo peor que ha filmado jamás Guillermo del Toro, así que me he decantado por una de las películas en las que más se desmelena, en el buen sentido de la expresión, el director mexicano. El Dios del bosque proporciona la secuencia más espectacular de la cinta, causando destrozos en la ciudad de New Yor; pero también una de las más poéticas dentro del llamado blockbuster. Una delicia.
Dragoide (en original Graboid)
Película: 'Temblores' ('Tremors', Ron Underwood, 1990)
Una de las sorpresas de las monsters movies en la década de los noventa fue esta película de Ron Underwoood que se ha convertido en un pequeño clásico que además resiste endemoniadamente bien el paso del tiempo. Kevin Bacon y Fred Ward se enfrentaban en un solitario y apartado pueblo estadounidense a unos terribles gusanos que van eliminando a los pueblerinos uno a uno. Inició una saga que es mejor olvidar.
El bicho coreano
Película: 'The Host' ('Gwoemul', Bong Joon-ho, 2006)
El siempre interesante Bong Joon-ho se la jugó con esta monster movie, pieza maestra en cuanto a cambios de tono. Si lo normal en este tipo de películas es no enseñar el bicho hasta bien avanzada la película, el director coreano se saltó dicha regla no escriita, comenzando la película con una set piece que quita el aliento. Una de las grandes gozadas recientes del género, y eso que ya tiene once años, que se dice pronto.
Vermithrax Pejorative
Película: 'El dragón del lago de fuego' ('Dragonslayer', Matthew Robbins, 1981)
Según George R.R. Martin, el creador de la hiperlaureada y excesivamente amada 'Juego de tronos', estamos hablando del mejor dragón jamás aparecido en una pantalla de cine. Todo un riesgo por parte de Disney, cuando querían apartarse del tono familiar característico de sus producciones no animadas. El dragón, obra de Phil Tippett, es sencillamente sublime.
Rancor
Película: 'El retorno del Jedi' ('The Return of the Jedi', Richard Marquand, 1983)
En la saga más popular de la historia del cine hay monstruos para dar y tomar. Ocupa un lugar especial en el corazón de los fans de la saga Rancor, que aparece unos pocos minutos, intentando merendarse a Luke Skywalker, que acaba con él de forma tradicional, tras lo cual sus cuidadores/entrenadores lloran desconsoladamente. Ahí hay una historia.
Hidra de Lerna
Película: 'Jason y los argonautas' ('Jason and the Argonauts', Don Chaffey, 1963)
Uno de los terribles monstruos a los que ha de enfrentarse Jason en su inolvidable odisea. Es uno de los mejores trabajos del genio de los efectos visuales Ray Harryhaussen, que ni siquiera fue nominado al Oscar por ello. Una de las mejores películas de fantasía jamás hechas. La Hidra protagoniza uno de los clímax del relato, por el que también desfilan maravillas monstruosas como Neptuno a la estatua que cobra vida.
Monolitos gigantes
Película: 'The Monolith Monsters' (John Sherwood, 1957)
Iba a dirigirla Jack Arnold, firmante de algunas inolvidables películas con monstruo, y autor de la historia de la presente. Una idea muy original, una forma de vida alienígena basada en el silicio que, en nuestro planeta, ávido en lluvias y agua, crece considerablemente arrasando todo cuanto encuentra a su paso. Los efectos visuales siguen sorprendiendo hoy día.
Hormigas gigantes
Película: 'La humanidad en peligro' ('Them!', Gordon Douglas, 1954)
Una de las obras maestras del nunca lo suficientemente bien considerado Gordon Douglas, uno de los directores que mejor retrató la violencia en el cine. Un precedente muy claro de la película aquí citada de James Cameron, por el detalle de la niña perdida que huye de unas hormigas gigantes. Eran tiempos de miedos atómicos y sus consecuencias. Impagable en todos los aspectos.
Tarantulaza
Película: 'Tarántula' ('Tarantula', Jack Arnold, 1957)
Una de las delicias de Jack Arnold, que guarda ciertos paralelismos con el film de Gordon Douglas. Un cienítifico ha hecho experimentos que no debía utilizando entre otras cosas una araña. Ésta ha crecido considerablemente y se ha escapado, creando el terror entre la indefensa población. Pequeño papel para Clint Eastwood, dando vida al piloto del avión que echa una bomba sobre el pobre bicho.
Hay muchos más, pero para esos ya estáis vosotros. No, Predator no vale.
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