Desde hace un par de años, la situación en la meca del cine va de mal en peor. En un mundo de exceso y consumismo andan faltos de lo único que no se logra con dinero: Originalidad. De nada sirven las imagenes espectaculares y las grandiosas estrellas de Hollywood sin un buen argumento detrás, ya que todas esas peliculas terminan cayendo con el tiempo en el olvido de los saldos de videoclub.
Los grandes filones andan secos y el público asqueado de pagar siempre por lo mismo, busca experiencias nuevas. Hace ya años que Hollywood comenzó a buscar desesperadamente artistas en el extranjero, incorporando a su plantilla grandes directores, guionistas, artistas gráficos, músicos e incluso algún que otro artista. Sin embargo, este esfuerzo nunca ha sido suficiente y a pesar de todo, los productos producidos en la meca de cine siempre exalan la misma peste reconocible con un solo vistazo. En un ultimo esfuerzo, la industria del cine americana se ha decidido a importar cualquier argumento con un mínimo de éxito. Así, las conversiones de videojuegos o cómics son cada vez mas frecuentes, aunque siempre carentes del frescor y el espíritu de las obras originales. Paralelamente tratan de resucitar antiguos argumentos en interminables remakes o adaptaciones a películas que no aportan nada nuevo. Como muestra sencilla, los remakes de "Misión Imposible" o más recientemente, "El vuelo del Fénix". Sin embargo, el cine "extranjero", en especial el procedente de Asia, cuenta cada vez con mayor vigor. Obras que sin ser mejores ni peores, aportan un aire de frescura tanto a nivel artístico como técnico. Obras que permiten al espectador descansar de las sobrecargadas películas de Hollywood y dejarse llevar por otra forma de hacer cine, otra forma de comunicar ideas alimentadas por el interminable caudal de guionistas de manga (Cómic japonés). Pero la bestia Hollywood no esta ciega, y repetidamente trata de igualar esa frescura sin darse cuenta que no basta con comprar sus actores, guionistas o directores, sino que tienen que romper sus correas corporativas y dar rienda suelta al auténtico espíritu del cine: Comunicar.
Hollywood ya nos ha ofrecido varios remakes de peliculas de exito orientales, cuyo valor artístico se resume en meras copias mal adaptadas. El cine lleva implícita una visión de la vida y la sociedad, y la fuerza y vida de una historia no es igual entre sociedades tan distintas. Así, historias como Ringuu (The Ring, de Hideo Nakata) son difíciles de trasladar a sociedades donde no se comprende la forma de vida nipona, e incluso sus leyendas tradicionales (De donde provienen ese tipo de maldiciones).
La caída de producciones de calidad en Hollywood, les esta llevando a replantearse el resucitar mitos del pasado e importar éxitos del extranjero. Sin embargo, ¿pueden ser éstos los últimos estertores de un gigante que ha transformado el arte en dinero? Solo el tiempo puede especular al respecto...
