Diez arranques brutales

Cecil B. DeMille solía decir que una película tenía que empezar con un terremoto y de ahí hacia arriba. Una contundente forma de expresar que el inicio de un film debe atrapar al espectador y no soltarlo hasta el final. Hace unos meses hablábamos de los finales de películas que más nos habían emocionado, así que ahora le toca el turno a los arranques. He elegido diez arranques de película que me parecen brutales; como siempre ni son todos los que están ni están todos los que son, ya que diez títulos son muy pocos. Pero para eso estáis vosotros, para completar esta lista con la vuestra.

‘Sed de mal’

Mi película favorita de Orson Welles, una de las piezas maestras del Film Noir, que posee uno de los arranques más celebrados de la historia del cine. Primer plano de un hombre con una bomba en sus manos, la cual acaba en el maletero de un coche que se convierte en el centro de atención del espectador. La cámara se eleva majestuosamente por encima de los edificios mientras seguimos al coche con nuestros ojos, al mismo tiempo que entran en escena dos de los personajes claves del film, en los rostros de Charlton Heston y Janet Leigh. Este travelling fue mil veces imitado y nunca superado. ¿Tiene Welles otro arranque tan espectacular?

‘Amanecer de los muertos’

Tras la presentación del personaje central, a cargo de una convincente Sarah Polley, la acción se traslada al hogar de la misma, donde en compañía de su marido experimentará el despertar más animadito de su existencia. El instante de la niña en el marco de la puerta es sobrecogedor, y la explosión posterior de violencia todo un deleite para los sentidos. Zack Snyder nunca ha estado tan inspirado como en esta película, que además logra superar al endeble film de George A. Romero. Y encima usa a Johnny Cash en los títulos de crédito.

‘Up’

Aún tengo que aguantar las lágrimas cada vez que veo este segmento de una de las obras maestras salidas de la Pixar. ‘Married Life’ es el título del tema musical con el que Michael Giacchino adorna esta secuencia prácticamente muda, un prodigio de escenas encadenadas que nadie se esperaba cuando fue el cine a verla. Si en ese instante encendiesen las luces de la sala de cine, muchos niños descubrirían a sus padres con el corazón encogido y los ojos rojos. La demostración palpable de que Pixar hace cine para todas las edades.

‘Salvar al soldado Ryan’

Probablemente el arranque más celebrado de Steven Spielberg, quien se llevó su segundo Oscar como director por esta obra maestra. La máxima de Cecil B. DeMille queda aquí má patente que nunca. Crueldad, sangre, realismo, la guerra en primer plano, mientras el espectador queda completamente abrumado por la pericia técnica de la escena y la dureza de la misma. Spielberg y Tom Hanks quisieron repetir la jugada del realismo en las escenas bélicas en televisión con la estupenda ‘Hermanos de sangre’ (‘Band of Brothers’) y la aburrida ‘The Pacific’.

‘El caballero oscuro’

Christopher Nolan se corona con la que sigue siendo su mejor película. El inicio es un atraco a un banco filmado con precisión y ritmo. Nolan además se permite un guiño a ‘Atraco perfecto’ (‘The Killing’, Stanley Kubrick, 1956): los atracadores llevan caretas de payaso, mientras se juguetea con el espectador con respecto a la identidad del Joker. Mención especial para la breve participación de William Fichtner, y cómo no, la música de Hans Zimmer y James Newton Howard, que deberían colaborar juntos más veces.

‘Vértigo’

Una persecución por las azoteas de los edificios en el que dos policías persiguen a un hombre. James Stewart, en uno de sus personajes más memorables y también de los demás complejos de su carrera, queda suspendido asido a una cañería, el agente deja de perseguir al sospechoso y se vuelve para ayudar a nuestro protagonista pero algo sale mal. Tensión y miedo a las alturas marcan una de las obras más importantes de Alfred Hitchcock. Bernard Herrmann, del que deberían aprender muchos, pone la impecable nota musical.

‘El guateque’

El inicio de esta gran película deja claro cómo comenzar una buena comedia marcando cómo será el personaje central en la misma. Un corneta que da la nota, nunca mejor dicho, y que en realidad es un actor de poco monta que sueña con un papel importante. La escena del vídeo aún continúa con un par de cafradas más por parte del personaje, que estropea el rodaje de una película. Su nombre es apuntado en una lista con la intención de que no consiga trabajo como actor en ningún lado, pero se apunta por error en una lista de invitados a una fiesta que será desternillantemente inolvidable. Como Peter Sellers.

‘Centauros del desierto’

Una puerta se abre y sale una mujer a la que sigue la cámara curiosa de John Ford en uno de sus mejores trabajos. La expectación que se crea es por el regreso al hogar de Ethan Edwards —un magnífico John Wayne, como casi siempre—. Martha Edwards, su cuñada, será la primera en verlo llegar, y no por casualidad. Unas pocas escenas más tarde, cuando Ethan deba partir de nuevo acompañado en una larga búsqueda que le obsesionará, seremos testigos de una de las historias de amor más calladas del celuloide. Y todo con miradas y gestos delicados. Como esa cámara que sale al porche al principio.

‘Indiana Jones y el templo maldito’

La escena del vídeo es la delos créditos, en la que Steven Spielberg homenajea al cine musical americano clásico con un número excelente, en el que además vemos a Kate Capshaw, actual esposa del director, mostrando sus aptitudes para el baile y el canto. Tras el “directed by” viene una de la secuencias más trepidantes que se han visto. Un diamante, un antídoto, cubitos de hielo, confusión, y ritmo, mucho ritmo. A partir de ahí el espectador queda atrapado en un torbellino de emoción y aventura que no desaparece.

‘Poder absoluto’

Aún no hemos llegado a ella en el especial de Clint Eastwood, pero lo haremos. El inicio es una ejemplar muestra de suspense por parte de su director. Un ladrón que ha entrado a robar en una casa debe ocultarse cuando recibe la visita inesperada del presidente de los Estados Unidos, que tiene ciertos vicios sexuales que le costarán caro. Oculto tras un espejo, el ladrón deberá ingeniárselas para salir de allí con vida pues ha sido testigo de un homicidio cometido por uno de los hombres más poderoso del plantea. Tensión en su pura esencia.

Su turno, damas y caballeros.

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