11 besazos de cine

Hoy es el Día internacional del beso —vivimos en una época en la que absolutamente todo tiene que tener su día, si no, no estamos contentos—, y en Blogdecine lo celebramos con una de esas polémicas, como todas, listas, cómo no, de besos. He procurado abrir el abanico yendo más allá del beso romántico, aunque si nos ponemos exigentes, también hay diferentes formas de romanticismo.

Como otras veces no se ha pretendido hacer un top de besos, creo que sería prácticamente imposible, sino la de reunir once besos que, por una razón u otra, considero inolvidables.

Pasad y besaros, y por favor, no lo hagáis única y exclusivamente en su día.

'Duelo al sol' ('Duel in the Sun', King Vidor, 1946)

El beso como catarsis definitiva. Probablemente el más ansiado de todos cuantos se han visto en una pantalla. La relación de amor/odio entre los personajes de Jennifer Jones y Gregory Peck se materializa instantes antes de encontrarse ambos con la muerte y dejar su huella. En la misma película hay otro glorioso, aquel que Lillian Gish intenta darle a Lionel Barrymore antes de morir a sus pies. Que me pongo a llorar, joder.

'Encadenados' ('Notorius', Alfred Hitchcock, 1946)

Considerado el beso más largo de la historia del cine, es un prodigio de secuencia que Alfred Hitchcock ideó para burlar la inquisidora censura de la época. Por norma un beso en pantalla no podía durar más de tres segundos, así que Hitchcock, de gran sentido del humor, hizo que Cary Grant e Ingrid Bergman, que además poseían una gran química, se acercasen y se alejasen continuamente. La secuencia fue muy incómoda de filmar para los actores, pero es antológica.

'Blade Runner' (íd., Ridley Scott, 1982)

Rachel (Sean Young) visita a Deckard (Harrison Ford), el Blade Runner que ha descubierto que ella es una replicante. Él duerme, ella se pone a tocar el piano. Suena la música de Vangelis. Ella se suelta su larga melena. Deckard despierta y se acerca. Rachel huye asustada del primer intento de beso. Él la sigue y la detiene cerrando la puerta bruscamente. La besa apasionadamente. Los replicantes también pueden besar. En el mismo film Roy (Rutger Hauer) da otro importante beso a su creador.

'El padrino, parte II' ('The Godfather, part II', Francis Ford Coppola, 1974)

En una de las obras magnas de Francis Ford Coppola está este beso, único como pocos. Representa un "te pillé" en toda regla por parte de Michael Corleone a su hermano Fredo, pieza fundamental en la historia de los Corleone, hombre de poca inteligencia que está muy por debajo del mundo en el que vive. Y lo paga muy caro.

'Dos en la carretera' ('Two for the Road', Stanley Donen, 1967)

-Puta

-Bastardo

Curiosamente hoy también es el cumpleaños de Stanley Donen que, con esta película, hizo una de las radiografías más terribles del mundo de la pareja. Unos impresionantes Albert Finney y Audrey Hepburn recitaban el atrevido diálogo final que, más allá de los insultos en sí, representan lo que se conocen el uno al otro.

'Brokeback Mountain' (íd., Ang Lee, 2005)

Ang Lee recibió un muy merecido Oscar por su labor en esta película que también debió ser la triunfadora de aquel años, pero la mirada conservadora y ciega de la Academia lo impidió —algo que ha ido cambiando afortunadamente—. Los momentos íntimos entre Jake Gyllenhaal y Heath Ledger son muy apasionados, con besos casi prohibidos.

'Carol' (íd., Todd Haynes, 2015)

Una de las últimas grandes obras maestras salidas del cine estadounidense es la historia de amor entre dos mujeres protagonizadas por unas perfectas Cate Blanchett y Rooney Mara. En la secuencia del beso puede apreciarse la increíble compenetración entre ambas actrices. Pasional, sensual, íntimo. Atención a las manos de las intérpretes.

'El hombre tranquilo' ('The Quiet Man', John Ford, 1952)

La historia de amor más famosa de John Ford. John Wayne y Maureen O´Hara demostrando lo buenos que eran en el impagable beso con el que sellan la relación sus personajes. La naturaleza como alegoría del sexo, en el que evidentemente hay que mojarse, si no... no vale para nada.

'My Blueberry Nights' (íd., Wong Kar-Wai, 2007)

En el debut estadounidense de Wong Kar-Wai hay uno de los besos más bonitos del cine reciente. El beso añorado, en la siempre estimulante barra de un bar, como reinicio del ciclo. Un encantador Jude Law prácticamente le roba un beso a una sorprendente Norah Jones.

'Suspense' ('The Innocents', Jack Clayton, 1961)

El miedo hecho película. El film terrorífico por excelencia, basado en la novela de Henry James 'Otra vuelta de tuerca', contiene uno de los besos más perturbadores jamás vistos en una pantalla. Ocurre en su angustioso y tenso final, de abierta ambigüedad. Deborah Kerr en el papel de su vida.

'Cinema Paradiso' ('Nuovo Cinema Paradiso', Giuseppe Tornatore, 1988)

Totó regresa a su pueblo natal, en el que su viejo amigo Alfredo, ya muerto, le ha dejado un regalo como señal de su amistad. Tornatore sabe lo que es la cinefilia. Utilizando a Ennio Morricone y los besos cortados por la censura a los largo y ancho de todos los años, hurga en nuestro lacrimal y nos recuerda cuan importante es el arte. ¿Por qué esta secuencia, que es una colección de besos, la celebración del amor, es una hostia en lo más profundo? Porque refleja el sentimiento más poderoso del ser humano a través de otro tipo de amor que nos lleva a días pasados y añorados. Sólo el que ama el cine puede entender sus imágenes.

Hala, a besaros y retozar como animales.

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