El pasado fin de semana se celebró en Sevilla el Evento Blog España, una reunión de cientos de personas en torno a distintos aspectos relacionados con los blogs. Uno de ellos, con una presencia bastante notable, fue la televisión. El viernes por la tarde, se celebró una mesa redonda sobre video y televisión on-line en la que participaba, entre otros, Juan Ruiz de Gauna, Director General de laSexta.
El caso es que el señor Ruiz de Gauna (al que rápidamente apodamos cariñosamente "el señor de laSexta") expuso una teoría cuando menos curiosa al hablar de Sé lo que hicistéis... Preguntado por este programa, uno de sus bastiones, vino a decir poco menos que ellos ya sabían que iba a tener éxito. Que era un producto de una productora de prestigio, que lo habían estado madurando y trabajando en él mucho tiempo... que había sido presentado a varias cadenas que lo habían rechazado, pero que ellos sabían que en cuanto se emitiese iba a ser un éxito. Lo cual me lleva a reflexionar sobre las decenas de cancelaciones de series y programas que vemos a lo largo del año... si lo de SLQH es cuestión de que se lo habían trabajado... ¿quiere decir que los programas cancelados se han hecho "al tun tun"? ¿Que no se han madurado y trabajado lo suficiente? ¿Que no se ha partido de estudios y demás parafernalia a la hora de hacerlos?
El caso es que no dudo de que un producto televisivo, si se prepara con mimo y se madura con tiempo, tenga más probabilidades de funcionar que si no se hace. Pero creo que todas las semanas vemos ejemplos de productos que, pese a estar preparados con ese mimo y a haberle dedicado meses y miles de euros a elaborarlo, cuando llegan a su cita con el público son un fracaso con todas las letras. Lo que me lleva a concluir que, en el éxito de un programa, además de los factores del trabajo o la inversión hay un factor que podríamos considerar "cuasi-aleatorio" que es la reacción de la gente, y que ningún productor puede presumir de controlar. Porque si fuese verdad que lo controlan, no habría cancelaciones...
Foto | Wicho