Llegó a las pantallas de toda España en 1997, y se convirtió en el segundo al mando de Inés Ballester en muy poco tiempo. Durante unos pocos años, Liborio García se convirtió en uno de los presentadores más importantes de nuestro país, una cara conocida de Antena 3 que llegó a presentar todo, desde realities y tertulias a concursos de todo tipo... hasta que, de pronto, un día desapareció. O eso parecía. Y es que, ¿qué fue de Liborio García?
De Lugo al mundo
Liborio García Ferreiro nació en Lugo el 28 de noviembre de 1969 (o sea, que tiene 54 años), y desde pequeño tenía claro que quería ser periodista. De hecho, fue lo que estudió en la Complutense de Madrid antes de volver a su Lugo natal para hacer sus pinitos en la radio. Empezó en las emisoras locales, claro: Antena 3 Radio de La Coruña y Lugo, Radiovoz Lugo y Radiovoz Lalín e incluso la cadena SER. Y después, llegó el primer salto profesional.
Puede que fuera de Galicia no nos suene Lugovisión, pero en su momento era una de las dos cadenas locales de la ciudad: la otra era Televisión Lugo. Ambas acabaron fusionadas en Telelugo, que cerró en 2017. Allí fue donde García empezó a hacer sus pinitos hasta que en 1997 recibió una oportunidad profesional a la que muy pocos se negarían a los 28 años: co-presentar un magazine en Antena 3.
'En antena', el programa en cuestión, duró un año exactamente, el suficiente para convertirse en un habitual de los salones de la gente y hacerse amigo de Ballester, a la que acompañó a su siguiente proyecto televisivo, 'Ver para creer', que duró año y medio y en el que presentaban vídeos insólitos e increíbles, algo que después el presentador recuperaría cuando sustituyó a Carlos García Hirschfeld en 'Noche de impacto'. Pero antes vino un hito que debería haber cambiado su carrera. Y lo hizo, pero no para bien: 'El bus'.
Pase lo que pase
'Gran Hermano' terminó el 21 de julio del 2000 con una audiencia en su gala final de 9 millones de espectadores, un 70,8% de share. Hasta ahora, un récord imbatido. Y ni siquiera era el mejor número de Telecinco (ese fue la expulsión de Silvia e Israel, que acarició los diez millones). Obviamente, Antena 3 quería su propio reality, y lo consiguió con un 'Gran Hermano' en autobús que empezó ese mismo noviembre.
Al mando, Inés Ballester y, claro, Liborio García. Para la historia ha quedado que fue un absoluto fracaso, pero lo cierto es que cualquier cadena se pegaría ahora por estos números: empezó con un 34,7% de share (3,7 millones de espectadores), pero la media por gala rondaba el 24,9%. Puede que Sonia Oliván, la ganadora, no sea recordada hoy en día, pero el presentador sí dejó su marca. Tanto, que empezó a cansarse de la fama.
"La popularidad, poca gente en su sano juicio te dirá que es maravillosa", decía en una entrevista a El Progreso. Y así, poco a poco, se fue despidiendo de estar delante de las cámaras tras un último impulso con programas que no pasaron a mayores como 'Ahora', 'Mira tú por dónde' o 'Despega como puedas', ya en Telemadrid. Y después, el silencio. Aparente, al menos. Y es que, realmente, desde 2005 se pasó al otro lado: la dirección de contenidos.
Mezclado pero no agitado
Suyos fueron los trabajos de dirección en programas como 'GPS', 'Noche Mix', 'Arena Mix' o 'Historias de denominación de origen', que también presentó en los inicios de La Sexta. Y poco a poco fue picando aquí y allá: cinco años después de despedirse de las cámaras como contertulio volvió en '3D' junto a Gloria Serra, presentando 'Te damos la mañana' en 13TV o como reportero del docu-reality 'Fabricando: made in Spain', que se emitió en La 1 ante unas audiencias casi inexistentes.
La vida nunca deja de dar vueltas, y el presentador se ha metido en todo tipo de retos, desde crear Orbyt, el kiosco online de El Mundo que hoy día sigue en pie, hasta conseguir su trabajo soñado. Veréis, desde pequeño era aficionado al motor, y de hecho en un momento de su vida llegó a escribir profesionalmente en la web de Fernando Alonso, así que no se lo pensó mucho cuando le propusieron dirigir la cadena de Fórmula 1 de DAZN: DAZN F1. Entre 2021 y 2023 dio el pistoletazo de salida a este proyecto con el que básicamente conseguía todo lo que había buscado durante años.
No tiene Instagram ni Twitter, dedica su tiempo libre a ir en bici por Galicia, disfruta del deporte y, aunque no se niega a proyectos personales, lo de ser presentador ya queda muy atrás en el tiempo, aquella época en la que ni siquiera podía salir con sus amigos sin subirse a un taxi por el agobio de fotos y saludos de la gente. Porque a veces, como en la Fórmula 1, uno solo necesita frenar para derrapar en las curvas... y salir de nuevo pisando el acelerador al máximo.
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