La importancia de llamarse Matt Saracen

Em… no lo sé. Bueno, eso es decisión del entrenador. Sabes, sea cual sea su decisión, ahí estaré. Pero he estado trabajando duro y estoy preparado, tengo buenas sensaciones. Es sólo que… no sé, lo que él crea que es mejor para el equipo, eso eso… eso es lo que haré, así que…

Así de dubitativo contestaba Matt Saracen a una pregunta hecha por su propia novia, y a través de esta cita ya podemos hacernos una idea de la personalidad de Matt. Retraído, tímido, inseguro, parco en palabras; un chico sin ningún afán por atraer la atención más allá de las jugadas en el campo de futbol. Nunca empezará una frase sin quedarse trabado en la primera palabra, y siempre que le mires a la cara verás sus ojos de cordero degollado matándote por dentro. Sonríe poco, pero cuando lo hace es como si millones de luces se encendieran en ese mismo momento.

Los demás chicos de su edad piensan en chicas, alcohol, sexo y juergas hasta altas horas. Matt, por el contrario, tiene siempre en mente cuáles son las galletas favoritas de su abuela, cuáles son las tareas del hogar que le toca realizar ese día y cómo habrá pasado su abuela la noche después de ese episodio de “demencia” que tuvo antes de acostarse.

Su madre le abandonó cuando era pequeño, y su padre decidió que era más útil en Irak que cuidando a su madre y a su hijo. Ante esta situación, Matt se vio sin quererlo como cuidador de su abuela, teniendo que llevar por delante la casa, los estudios, el futbol y dejando el amor para los pequeños e infrecuentes ratos libres. Julie Taylor, la hija del entrenador, se le metió entre ceja y ceja, e intentó conquistarla por todos los medios, aun a pesar de la dificultad que ello conllevaba. Se esforzó mucho en hacerlo, pero no se daba cuenta de que para hacerse con su corazón, sólo tenía que ser él mismo.

La grandísima primera temporada de ‘Friday Night Lights‘ nos dejó una de las mejores escenas que he visto nunca en este sentido. Me estoy refiriendo al momento en que Matt llega a casa junto a Julie y se encuentra a su abuela en uno de sus episodios de demencia; Matt, lejos de perder los nervios, recurrió a la canción “Mr. Sandman” para hacer que se tranquilizara. “Mr Sandman, bring me a dream. Make him the cutest that I’ve ever seen“, y Matt Saracen ya tenía a Julie, a su abuela y a todos nosotros en el bolsillo. Los niveles de adorabilidad que alcanza este chico son de record, por esta escena y por muchísimas otras.

La desgracia llegó cuando recibió la noticia de la muerte de su padre mientras prestaba servicio militar. Por aquel momento ya contaba con el apoyo de su madre, pero los sentimientos de traición y decepción por el abandono que supuso su marcha a la guerra fueron mayores que la tristeza por su muerte. Creo que no me equivoco al decir que “The Son” es probablemente el mejor capítulo de toda la serie; ver a Matt encogido llorando por la muerte de su padre o enterrándole con sus propias manos emocionan al más pintado.

Y quizá sea por no querer volver a sentirse solo o por su necesidad imperiosa de no hacerle a su abuela y a su novia lo mismo que sus seres queridos le hicieron a él cuando era pequeño, pero tras terminar el instituto, Matt decidió no marcharse de Dillon. Tenía una beca en una de las mejores escuelas de arte, pero decidió tirarlo todo por tierra para quedarse junto a aquellos que le habían dado algo de calor. Nunca es fácil salir del núcleo familiar, y para Matt era aún más difícil todavía.

Pero, oh sorpresa, el mundo sigue girando. Julie también tiene planes más allá de su relación con Saracen, y teniendo en cuenta que su abuela ya estaba cómoda en casa siendo cuidada por su nuera, por una vez (y sólo una vez), Matt decidió ser egoísta y pensar sólo en sí mismo. Precipitado por la muerte de su padre, Matt huyó y no volvió atrás; cortó con todo y con todos para redescubrirse a sí mismo, hacer lo que le gusta sin pensar en las consecuencias.

No hemos sabido nada de él en la quinta temporada, pero me cuesta pensar que nos vayan a dejar sin un cierre feliz para el joven Saracen. Julie ahora está en la universidad, y metida en otros líos a los que no hubiera llegado de haber seguido con Matt, pero estoy segurísimo de que estos dos acabarán juntos. Si las personas buenas se merecen un final feliz, Matt volverá a sonreír en la season finale de ‘Friday Night Lights’.

En ¡Vaya Tele! | La importancia de llamarse Nathan Young

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