Todos estos programas que nos inundan ahora en los que los participantes se someten a diversas pruebas para averiguar si mienten o no, como ‘El juego de tu vida’, “Factor ADN’ o ‘La hora de la verdad’, tienen un claro antecesor en ‘La máquina de la verdad’, el programa que hizo famoso a Julián Lago, que ha muerto hoy en Paraguay, sin haber podido recuperarse de las heridas que sufrió después de que lo atropellara una moto hace varios meses en Asunción, capital del país sudamericano.
Lago, que había sido fundador de la revista Tiempo, entre otros trabajos en prensa, popularizó enormemente en España lo que era el polígrafo (o detector de mentiras) cuando presentó, en 1993, ‘La máquina de la verdad’ en Telecinco. Sólo estuvo en antena un año y medio, pero tuvo tiempo de generar todo tipo de polémicas y críticas, y ser el programa más visto de España. Quienes se sometían al polígrafo siempre eran personajes públicos controvertidos, y sus apariciones muchas veces acabaron en manos de los jueces. El primer invitado fue el ex narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales, y a él le siguieron Juan Guerra, Antonia Dell’Atte, la niñera de Ana Obregón, un político ruso al que se le denegó el permiso para entrar en España, la hermana de Lola Flores, el Dioni, Ruiz Mateos, John Bobbitt, Carmina Ordoñez, Jesús Gil…
Los jueces llegaron a prohibir la emisión de dos programas, uno con la niñera de Ana Obregón y Alessandro Lecquio y el otro centrado en el secuestro de la farmacéutica de Olot. ‘La máquina de la verdad’ adelantó el uso del morbo y lo escabroso para atraer a la audiencia, y mezcló todo tipo de temas en sus programas. También hizo famosa la frase con la que Lago cortaba lo que iba a ser la revelación del momento dando paso a los anuncios: “No conteste ahora, hágalo después de la publicidad”.
P.D.: ‘La máquina de la verdad’ también dio pie a ‘Mentiras peligrosas’, aquello que Leticia Sabater presentaba en una cadena local de Madrid y que, en lugar de polígrafo, contaba con los “secadores de la verdad“.
Vía | El País
En ¡Vaya Tele! | ‘El juego de tu vida’: Morbo y más morbo