Antes de que me echen a la calle por dedicarle unas líneas a este tipo, debo decir en mi descargo que nunca hasta la fecha he seguido mucho la evolución profesional del elemento que hoy nos acompaña. Es más, siento una visceral repugnancia por Jorge Javier Vázquez y por lo que este ser supone en el panorama audiovisual que nos rodea, pero en parte porque estamos en verano y en parte porque después de haber hablado de Boris Izaguirre este eslabón se me presenta como algo natural, hoy vamos a glosar la figura de Jorge Javier Vázquez como animal televisivo.
Porque se trata de un extraordinario animal televisivo. Si no, ¿a qué viene todo su éxito de audiencia y toda la polvareda que levanta a su paso? Sabe utilizar la televisión como a él le gusta, y lo hace con pasión desenfadada y desenfrenada. Otra cosa es que lo que sale de ese potaje catódico que perpetra nos guste más o menos, pero supongo que no se puede tener todo en la vida.
¿De dónde sale un tipo como este? De la Facultad de Filosofía y Letras de la UAB (¡anda, mira, si en su día compartimos campus!) tras licenciarse en Filología Hispánica. Y como eso de cultivar el arte de la lengua de Cervantes se le daba tan bien, fichó por la revista Pronto para ir ganando peso en esto de la literatura ligera, que es a la literatura lo que la canción ligera a la canción: un verdadero plomo, y el paso por aquel medio especializado en presentar hipotéticos amoríos con fotomontajes de los implicados mirando cada uno hacia un lado lo marcó tanto que, por lo que dicen en la Wikipedia, bautizó a su perro con el nombre de la revista, que ya son ganas de estresar a un pobre animal a la hora de llamarlo para sacarlo a pasear.
Jorge Javier Vázquez, fichado por Antena 3
En los anales de la Historia de la Televisión figura el año 1997 como el de la pérdida de la virginidad de Jorge Javier Vázquez ante las cámaras en el programa de Antena 3 ‘Extra rosa’, presentado por Rosa Villacastín y Ana Rosa Quintana, donde Jorge Javier Vázquez se introdujo como colaborador de esos que los ves y dices: “ay, qué majo, qué fresco, qué ácido”, igualito igualito que lo que nos había pasado con Carlos Ferrando cuando comenzó en la tele, allá por el Pleistoceno.
En 1998, Ana Rosa Quintana se hizo con el timón de ‘Sabor a ti’ y ahí Jorge Javier Vázquez se enroló como colaborador junto a todo el plantel que más tarde, con el big bang de la telebasura cardiaca, se diseminaría a lo largo y ancho del universo catódico: Víctor Sandoval, Belén Esteban, Miguel Temprano, Chelo García Cortés, Antonio Monterio, María Patiño… yo qué sé, un montón de gente. Todos esos nombres que nos suenan un poco a lo mismo se congregaron ahí.
Y en 2001 llegó el año de gloria para Antena 3 y para Jorge Javier Vázquez. Le dieron la alternativa como presentador junto a Francine Gálvez (aquella presentadora del Telediario de 1990 que en su día motivó el elaboradísimo comentario entre los telespectadores “anda, si es negra”) en el espacio ‘Rumore, rumore’. Con ese título, ¿qué se podía esperar? Además, ese mismo año desembarcaba en San Sebastián de los Reyes ‘El diario de Patricia’, el original, el genuino… pero no el único. Un año de gloria, vamos, de cubrirse de gloria por los siglos de los siglos.
Jorge Javier Vázquez, fichado por Telecinco
Corrían los primeros tiempos de renovación en las teles privadas después de sus etapas iniciales. Desde 1995 hasta 1998 los de Telecinco se habían sacado de la manga un formato fresco y ameno con una chica pizpireta y un tipo carajillero que lo petaba: ‘¿Qué me dices?’ se tituló aquella nueva forma de chismorrear con humor de la misma forma que los de ‘Caiga quien caiga’ llevaban desde 1996 buscando el reportaje diferente con un formato comprado a Argentina.
Y en estas que llega Jorge Javier Vázquez a Telecinco, empieza a averiguar dónde está la máquina del café y quién se encarga de las fotocopias mientras hace de colaborador para María Teresa Campos en su ‘Día a día’... hasta que en 2003 alguien le ofrece retomar aquella carrera de presentador que había iniciado en Antena 3 y le da todo un espacio junto a Carmen Alcayde, una periodista curtida en Canal 9 que ayudará a mantener a las audiencias pegadas a la pantalla.
Y de esta fusión de elementos nació ‘Aquí hay tomate’, un espacio que por su título ya debería haber descartado cualquier hijo de vecino con un mínimo de coeficiente intelectual, pero no fue así. Triunfó el gusto por la fiesta y “el Tomate” (Dios, ¿qué hago yo escribiendo “el Tomate”?) se colocó en primera posición con su estilo heredado pero distorsionado. Decían que Vázquez y Alcayde no se soportaban, que él estaba a disgusto con lo que tenía que hacer allí, que tararí y que tarará, pero lo cierto es que, televisivamente hablando, ‘Aquí hay tomate’ marcó un hito: el de exprimir la polémica haciendo de la cita “que hablen de mí, aunque sea para bien” un lema vital.
Mermelada, cocaína y Dom Pérignon
Aunque como el estilo tomatero de meterse con la gente generó rechazo y apoyo a partes, supongo, iguales, hubo conflicto, un conflicto que degeneró a raíz de lo que sucedió después de emitirse este vídeo en el satírico programa de la Sexta ‘Sé lo que hicisteis’:
Es gracioso. O curioso. O algo. Tras emitirse estas imágenes Jorge Javier Vázquez declaró que estaba deseando que lo pillaran “con un pedo que ni Alfredo”, tal y como definió su estado por activa y por pasiva, y sin embargo se cabreó cuando lo puso a caer de un burro medio país, especialmente el equipo de ‘Sé lo que hicisteis’, que estrujó las imágenes dándole a beber de su propia medicina al presentador ‘del Tomate’ y de ‘Hormigas blancas’, un formato en el que sacaban trapos sucios de los personajes populares de cuando Maricastaña iba en pantalón corto más o menos.
Y este ejercicio de incoherencia y de cabreo se plasmó en unas palabras, ya famosas, que desde el púlpito de ‘La noria’ lanzó Jorge Javier Vázquez a los responsables de ‘Sé lo que hicisteis’:
Hay un programa de televisión que continuamente, continuamente, me está llamando “borracho”. Continuamente. Acepto, por el programa que hago (hago un programa duro) mi parte de crítica, pero no voy a aceptar que se me llame continuamente “borracho”. Y ahora, si quieren hacer zapping, me lo hacen, porque se lo voy a preparar: Me pillaron una vez borracho, pero yo trabajo en una productora en la que nunca los jefes proporcionan cocaína a los trabajadores para que trabajen mejor cuando están cansados, trabajo en una productora en la que cuando llega una fiesta los trabajadores no aportan su dinero para comprar de la mejor cocaína, y trabajo en una productora cuyos jefes pueden decir que nunca por los efectos de la cocaína y de la borrachera han intentado abusar sexualmente de una compañera. Y ahora lo ponéis.
Y los de ‘Sé lo que hicisteis’ lo pusieron, y aprovecharon la ocasión para descojonarse, una vez más, en su cara, para cambiar sus referencias a la borrachera por comentarios sobre un “desliz etílico” y, de paso, para emplear un mote nuevo para el presentador: mermelada.
¿Y de dónde sale lo de la mermelada? No, no tiene nada que ver ni con Ricky Martin ni con ‘Sorpresa, sorpresa’, que las leyendas urbanas las carga el Diablo, sino con unas palabras que le dedicó al presentador la periodista Cuca García de Vinuesa en ‘La noria’, mostrándose aparentemente extrañada por el discurso sobre la cocaína y ligándolo a la idea de que Jorge Javier Vázquez es un ‘mandao’, un “currante de la tele”, como se autodefine él para vergüenza ajena de cualquier currante de los de verdad:
¿Tú crees que vengarte es bueno? Es que yo creo que tú, más que salsa de tomate, eres mermelada de fresa. Yo creo que eres una bellísima persona.
Cuca dixit, y lo repitió luego como el niño que ha dicho una ocurrencia y a la primera vez nadie salvo un cardo ruso volador le ha reído la gracia. Y Jorge Javier Vázquez “mermelada” se quedó, y bellísima además, porque lo suyo es bondad suprema y el resto es un disfraz, claro que sí.
Y sin embargo… lo quieren
Bellísima persona o no, poco a poco los de ‘Aquí hay tomate’ se fueron cavando su propia tumba, y es que al final casi tenían más querellas interpuestas que guiones para leer y, como el balance entre costes y beneficios no compensaba, desde los despachos de Telecinco les dieron carpetazo y a otra cosa, mariposa. Toda una legión de fans se quedaron compuestos y sin tomate y a los de ‘Sé lo que hicisteis’ les quitaron una fuente de inspiración. Mientras tanto, Jorge Javier Vázquez debió de pensar, muy en su línea, que él era la víctima de toda una pesadilla: se limitó a hacer lo que le marcaba el guión y ahora lo sacaban del medio. Como para hacer un musical de su carrera, vamos.
Y como la alegría no dura en casa del pobre… telespectador, a rebufo del reality ‘Supervivientes’ llegó ‘Sálvame’, un espacio ameno para debatir las andanzas de los participantes en la isla que no tenía que durar más que un suspiro y que se ha ido convirtiendo en la base de la parrilla de Telecinco con sus continuas afrentas entre los colaboradores, convertidos por mor del espectáculo televisivo en mocosos peleantes de patio de colegio. Edificante, sin duda.
Tal es el esperpento logrado y tamaño es el nivel de telemierda conseguido por este profesional de la pequeña pantalla, que cuando a Jorge Javier Vázquez le llovieron los premios TP e incluso el Ondas se produjo un cisma entre varios profesionales de los medios, que entendían que aquella recompensa no había por dónde cogerla, y los defensores de que a Vázquez se le hiciera un monumento por su labor desenfadada al frente de la televisión de entretenimiento.
Mientras tanto, él va diciendo que lo suyo no es telebasura sino neorrealismo televisivo, pálpate las gónadas. Si Rossellini, Visconti y Vittorio de Sica levantaran la cabeza… lo mismo se iban de juerga los cuatro, que este tipo, con toda esa mala leche que alberga bajo la piel de cordero, tiene capacidad más que probada para llevar a la gente arriba y abajo al son de su flauta.
Pues nada, que les aproveche.
Ficha en Imdb | Jorge Javier Vázquez
En ¡Vaya Tele! | Animales televisivos
Ver 70 comentarios