Sebastián Álvaro lo tiene claro, la prejubilación a la que se somete, o el despido como prefiere llamarle él, supone también el punto final de un proyecto en el que ha trabajo veinticinco años, a través del cual ha visto la vida y que le ha supuesto muchas alegrías, pero también grandes pérdidas. Al filo de lo imposible es "el último de Filipinas", uno de los pocos ejemplos que quedaban en la actual parrilla de un modelo de televisión de calidad que ahora, con esta despedida, toca a su fin.
Las críticas de Álvaro al actual modelo de televisión pública no dejan títere con cabeza. Echa de menos los proyectos de antaño que estaban a la altura de las mejores televisiones públicas europeas, lamenta el trato que desde Televisión Española se está dando a los profesionales despedidos y comenta que nos hemos quedado sin televisión pública con un pacto entre Estado y Sindicatos para terminar con el capital de talento y experiencia de la cadena.
La entrevista no tiene desperdicio. Siempre habrá quien diga que esta es la pataleta propia de un resentido pero a mí me parece que es uno de los pocos que ha hablado claro en este asunto. Sebastián Álvaro tiene capacidad para seguir trabajando y sus proyectos y propuestas siguen teniendo un público claro y un mercado evidente así que con este principio, el de seguir trabajando y haciendo lo que sabe, sale de la cadena pública poniendo las cosas claras y sin preocuparse por dejar puertas abiertas.
Comparto la idea de que con él se termina el programa porque Al filo de lo imposible era suyo, era él mismo, y aunque mantengan el espacio con el mismo nombre no va a ser ni mucho menos lo mismo. Su experiencia, su audacia, su imprudencia, tan criticada algunas veces, es un patrimonio que se lleva consigo. Esperemos que encuentre un sitio en el que volver a poner en práctica todo lo que sabe.
Vía | El diario montañés Más información | Salir a ganar Imagen | Desnivel En ¡Vaya Tele! | Sebastián Álvaro parte para su último Al filo de lo imposible
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