Como era de esperar, un curso cinematográfico tan atípico como el 2020-2021, no podría haber tenido una ceremonia de entrega de los Premios Óscar normal y corriente. Más allá de lo plomiza que resultó ser —algo, desgraciadamente, más común de lo que nos gustaría—, la de anoche fue una gala marcada por el escenario pandémico, por los cambios en el orden habitual de reparto de galardones, y por un cierre abrupto que hizo que muchos nos preguntásemos qué narices acababa de ocurrir.
Independientemente de los devenires del espectáculo, que superó la barrera de las tres horas de duración, una vez ha quedado todo el pescado vendido es el momento de hacer los balances y análisis de rigor. Un recuento que este año nos invita a centrados más detenidamente que de costumbre en el cada vez más encarnizado —o no— duelo entre plataformas de streaming y ventanas de producción y distribución tradicionales.
Como decía, estos últimos Óscar no han sido en absoluto normales; y uno de los principales indicativos ha sido el cambio excepcional en la normativa que ha permitido que largometrajes estrenados directamente en plataformas —sin paso por salas de cine— pudiesen optar a premios. Pero, ¿ha hecho esta novedad que la balanza se incline al fin hacia los títulos de Netflix, Amazon y compañía?
Streaming contra salas
A pesar de que la primera nominación al Óscar de un largometraje estrenado en una plataforma de streaming se remonte a 2013, cuando ‘The Square’ optó a la estatuilla al mejor documental; 2019 fue el año en que marcó un antes y un después en la pugna entre la gran y la pequeña pantalla gracias a las diez nominaciones que cosechó la ‘Roma’ de Alfonso Cuarón.
El título de Netflix terminó la noche con tres Óscar en su poder —mejor dirección, mejor película internacional y mejor dirección de fotografía—; empatando con ‘Green Book’ y ‘Black Panther’, por encima de cintas como ‘La favorita’ o ‘Infiltrado en el KKKlan’, y sólo superada por ‘Bohemian Rhapsody’. Todo un logro que puso en estado de alerta a la industria y que anticipaba una temporada 2019-2020 aún más movida.
Las nominaciones de la 92 edición de los Óscar echaron aún más carne en el asador, colando entre la lista de títulos con más menciones a ’El irlandés’ de Martin Scorsese, ‘Historia de un matrimonio’ de Noah Baumbach y ‘Los dos papas’ de Fernando Meirelles con 10, 6 y 4 candidaturas respectivamente.
De este modo, Netflix pasó a competir directamente con producciones como ‘Mujercitas’, ‘Parásitos’ y ‘JoJo Rabbit’ —todas con 6 nominaciones—, y con las mejores posicionadas de la noche ‘Érase una vez en... Hollywood’, ‘1917’ —ambas con 10, empatadas con ‘El irlandés’— y con una ‘Joker’ que se alzaba como la gran sorpresa de la gala con la friolera de 11 nominaciones.
Estos datos sugerían un golpe sobre la mesa del streaming, que terminó reducido prácticamente a la nada por unos académicos que dejaron a las películas de Scorsese y Meirelles sin un sólo premio, y que únicamente galardonaron a la Gran N con el Óscar a la mejor actriz de reparto —que se llevó Laura Dern por ‘Historia de un matrimonio’— y con el de mejor documental, que terminó en manos de ’American Factory’, también de Netflix. Las cifras hablan por sí solas.
Cantidad contra prestigio
Y, con estos precedentes, llegamos a unos Óscar 2021 en los que la irrupción de las plataformas se terminó de consolidar impulsada por la necesidad de títulos “nominables” derivada de la pandemia de coronavirus. Fijándonos únicamente en las doce producciones más nominadas de la noche, de todas ellas, siete pertenecen a servicios de streaming —aunque algunas tuviesen estrenos limitados en cine antes de su lanzamiento online—.
De nuevo, un filme de Netflix volvía a situarse entre los primeros puestos —en este caso, en el primero— con 10 nominaciones. Este ha sido el caso de ‘Mank’ de David Fincher, a la que siguieron ‘Sound of Metal’ —Amazon— y ‘El juicio de los 7 de Chicago’ —Netflix— con 6 nominaciones, ‘La madre del Blues’ —Netflix— con 5, y ‘Una noche en Miami...’ —Amazon— y ‘Soul’ —Disney+— con 3 nominaciones.
Sumando todas estas menciones, y añadiendo las obtenidas en mejor documental o mejor cortometraje, el cine online superó la treintena de candidaturas para, de nuevo, pinchar —relativamente— a la hora de cosechar Óscars; haciéndose únicamente con diez estatuillas en categorías mal consideradas como “menores”, y destacando los de ‘Soul’ y ‘Lo que el pulpo me enseñó’ como mejores cintas de animación y no ficción.
El cine en salas volvió a acaparar los premios de prestigio gracias a ‘Nomadland’ —mejor película, dirección y actriz principal—, ‘El padre’ —mejor actor principal y guión adaptado—, ‘Judas y el mesías negro’ —mejor actor de reparto y mejor canción—, ‘Otra ronda’ —mejor película internacional—, ‘Minari’ —mejor actriz de reparto— y ‘Una joven prometedora’ —mejor guión original—.
Aunque el montante de premios invite a pensar en una suerte de empate técnico, las categorías dejan entrever cierta reticencia a premiar al cine en streaming —que ‘El juicio de los 7 de Chicago’ se haya ido de vacío es buena muestra de ello.
El año que viene, los requisitos para poder optar a un Óscar volverán a ser idénticos a los de ediciones anteriores —se necesitarán estrenos tradicionales para presentar candidatura—; y si en el año de la pandemia, del “quédate en casa” y de la gran irrupción de las plataformas en los premios más importantes de la temporada no se ha marcado un antes y un después, mucho tienen que cambiar las tornas para que lleguemos a sorprendernos en próximas ceremonias.