El Oscar 2012 habló un inglés afrancesado. Se confirmaron los pronósticos y ‘The Artist’ fue la gran triunfadora de la 84ª edición de la entrega de premios de la Academia del cine norteamericano, logrando cinco estatuillas, entre ellas la de mejor película, mejor director y mejor actor protagonista. También cinco premios se llevó la película más nominada de este año, ‘La invención de Hugo’ (‘Hugo’), si bien los suyos fueron únicamente de los llamados “técnicos”, de menor relevancia popular y mediática. En total 10 Oscar para dos películas que recuerdan los mágicos orígenes del séptimo arte. En mi quiniela aposté por el triunfo de Martin Scorsese en mejor dirección, pero cuando se llegó a esta categoría, Michel Hazanavicius había perdido el Oscar al mejor guion original y al mejor montaje, habría sido una injusticia que su película hubiera triunfado sin que se hubiera reconocido el talento de este cineasta francés que tuvo que pelear durante diez años para conseguir la financiación para el proyecto, considerado una locura.
Como digo, fue una noche sin sorpresas. Para bien y para mal. Me decía mi padre hace un momento por teléfono que mejor que los premios fueran previsibles y no disparatados. Tiene toda la razón, pero claro, los que nos quedamos hasta las seis de la mañana siguiendo la gala (y comentándola en directo) necesitábamos algo más, más emoción, decisiones inesperadas y alguna polémica, que si no se queda uno un poco con cara de tonto cuando al llegar por fin a la cama, tu pareja te suelta “ganó The Artist, ¿no?, ya lo sabía“. Pues sí, ganó ‘The Artist’, y es la primera vez en la Historia que el Oscar a la mejor película se lo lleva una producción “extranjera”, ni estadounidense ni inglesa. Y desde luego, no es la de Hanazavicuis la mejor película que se estrenó en 2011, pero sí una de las diez mejores, y como estaba totalmente descartado que se premiara la complejidad poética y filosófica de ‘El árbol de la vida’, el Oscar fue justo. Tampoco habría sido injusto que ganara ‘Hugo’, que es otra joya, pero ‘The Artist’ se merecía el premio, por valentía, por hacernos reír, por emocionarnos, por dejarnos clavados en la butaca en la escena del “BANG!”, por amar el cine y rendirle homenaje. Chapeau!
En el apartado interpretativo ganaron los cuatro actores que se esperaban. La primera en recoger la estatuilla fue Octavia Spencer, que era la gran favorita por su divertido trabajo en ‘Criadas y señoras (The Help)’; este Oscar ha sido el único que se ha llevado una de las películas más taquilleras y aplaudidas en EE.UU. (y de las más flojas que vi en 2011). Christopher Plummer logró por fin sostener un Oscar en sus veteranas manos de 82 años; una de las ovaciones de la noche y uno de los reconocimientos más merecidos, ya era hora, lástima que haya sido a costa de un Max Von Sydow que curiosamente también ha soplado ya 82 velas. El siguiente intérprete en subir al escenario para recoger un Oscar fue Jean Dujardin, que repitió el premio que ya ganó en el festival de Cannes; estuvo muy divertido con el agradecimiento y seguro que hasta George Clooney, el único que podía arrebatarle la estatuilla, se alegró por este francés de encantadora sonrisa. Aquí en el blog he leído que no es el mejor actor de Francia, y vale, ¿acaso Clooney es el mejor actor de EE.UU.? ¿Brad Pitt lo es? Gary Oldman tampoco es el mejor actor inglés, y eso que a todos nos habría encantado verle ganar el Oscar por ‘El topo’ (‘Tinker Taylor Soldier Spy’). Se premia la mejor interpretación de 2011, y deciden los miembros de la Academia de Hollywood. Ni tú ni yo.
De Meryl Streep sí que dicen que es la mejor actriz viva. También dicen que Michael Fassbender no estuvo nominado por mostrar al mundo su mayor talento, pero esto al menos es gracioso. Ganó Streep por imitar estupendamente a Margaret Thatcher en ‘La dama de hierro’, como estaba previsto, y no Viola Davis por su emocionante trabajo en ‘Criadas y señoras’, que era la que se lo merecía. De nuevo, no es nuestra opinión la que importa, pero lo de esta categoría me ha parecido particularmente escandaloso. Streep es una gran actriz, es absurdo negarlo, y se le da de maravilla interpretar el papel de ingenua que no va a ganar nunca un premio, pero este año no merecía el Oscar, aunque llevara 29 años sin ganar uno. ¿Desde cuándo cuenta eso? Glenn Close no lo ha ganado todavía tras seis nominaciones. Y a Barbara Stanwyck no se lo dieron nunca. Davis debió ganar y Charlize Theron debió estar entre las finalistas por su memorable interpretación en la infravalorada ‘Young Adult’.
Había mucho interés por ver la actuación de Billy Cristal, presentador de la gala de los Oscar 2012 en sustitución del inicialmente previsto Eddie Murphy. Estuvo bien, correcto, sin más. Muy divertido el ya clásico vídeo donde él se mete en las películas más destacadas del año (no solo las nominadas) y prácticamente nada más, había muchas prisas por terminar la ceremonia cuanto antes y no le dejaron mucho margen. Supongo que no fui el único que se acordó de Ricky Gervais, aunque su labor como presentador en los Globos de Oro 2012 fuera menos inspirada que el año anterior, pero es un cómico con ideas más afiladas y frescas que Cristal (al menos ahora mismo). No sería mala idea que le ficharan para los Oscar de 2013, y que, de paso, realizaran algunas reformas importantes en la gala. Porque, a ver, ¿a quién diablos le importa qué película gana el Oscar a la mejor canción? ¿Y por qué hay dos categorías de sonido? ¿Mejor maquillaje? Mientras los entregan, nosotros aprovechamos para ir al baño, comer algo o mirar el twitter. No interesan. Y ya no digamos los cortometrajes… estaba escuchando la radio mientras veía la gala, y ni siquiera se pararon a comentar los ganadores. Ya puestos, que incluyan un Oscar al mejor actor-animal, y otro al mejor vestido de la gala, ¿verdad? En fin, los organizadores deberían asumir de una maldita vez que lo que el público quiere ver, lo que interesa, es una gala con mucho humor y espectáculo, y que haya emoción con los premios más importantes, los de los actores, dirección, película y pocos más.
Por lo demás, sorprendió que se premiaran los efectos visuales de ‘Hugo’ cuando los de ‘El origen del planeta de los simios’ eran mucho más impresionantes, o que nadie subiera a recoger el Oscar al mejor guion original entregado a Woody Allen por una de sus películas más ligeras, encantadoras y divertidas, ‘Midnight in Paris’. También llamó la atención la agresiva pose de una delgadísima Angelina Jolie, objeto de una de las mejores bromas de la noche por parte de Jim Rash (‘Community’), uno de los tres guionistas premiados por adaptar al cine la novela ‘Los descendientes’(Oscar al mejor guion adaptado, el único que ganó). Y como ya suponíamos, no hubo Oscar para los españoles este año. ‘Pa negre’ se quedó fuera muy pronto (‘La piel que habito’ podría haber sido nominada pero no habría ganado ni en sueños), ‘Chico & Rita’ no tenía verdaderas opciones ante ‘Rango’ y era poco probable que se premiara el estupendo trabajo musical de Alberto Iglesias, compitiendo con Howard Shore, Ludovic Bource (que ganó por la música de ‘The Artist’) y John Williams. Otro año será. Éste era para los franceses. Pero podemos hacer un vídeo con marionetas para burlarnos de ellos.
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